Chain || ᶰᵒʳᵉᶰᵐᶤᶰ

Dear

—¿Te veré para la cena?

—Sólo si formas parte de mi postre.

Renjun, Jeno; un par de chicos tan perdidamente enamorado el uno del otro, de una manera tan única y llamativa que atraen miradas nostálgicas a donde sea que van.

Son ese tipo de pareja que miras por la calle y piensas "oh, me gustaría tener a alguien así".

Jeno es un gran alumno que obtuvo una puntuación alta para el examen de ingreso a la universidad. Lee Jeno es alto, guapo, amable, es en general un buen chico, rayos, es como alguien perfecto, no es para menos que tenga un novio tan brillante como lo es Renjun.

Renjun, un chico extranjero con un coreano fluído, con una piel bonita y aspecto puro que resguarda un gran corazón, alguien como él es difícil de encontrar, no es de extrañarse que Jeno haya puesto sus ojos en él desde el momento en que lo conoció.

Juntos son tan admirables. Jeno se despide de Renjun en la puerta de su pequeño pero cómodo departamento, Renjun le desea suerte y regresa a la cama mientras que Jeno saluda a los vecinos con una agradable sonrisa, toma el transporte hasta la facultad de administración y toma sus seis horas de clases. Luego sale a almorzar lo que Renjun preparó para él, junto a Jaemin y los otros chicos Jeno pasa el rato hasta que debe regresar a clases, luego, como es costumbre, pasa tiempo con los chicos antes de ir a casa. A veces bebe, sólo a veces, pero siempre regresa.

Al cruzar la puerta, el ambiente es diferente a comparación de su salida.

No hay luces encendidas ni un agradable sol asomado por la ventana. Todo está oscuro y sólo hay un plato de comida fría en la mesa. No hay señales de Renjun por ninguna parte y, como es costumbre, Lee Jeno cena en soledad con mensajes de texto hacia sus amigos. Cuando Mark pregunta por Renjun él miente y dice que se está duchando o que ya ha ido a la cama.

Lee Jeno limpia la cocina y empieza a hacer sus deberes porque es alguien muy dedicado, pasa mucho tiempo ahí sentado en la mesa, tanto que incluso ve el sol salir a lo lejos y entonces va a tomar una ducha para relajar sus ojos cansados.

Entonces, cuando sale de bañarse está Renjun preparándole un rico almuerzo y con una sonrisa preguntándole si va a desayunar, entonces es cuando Jeno remplaza su sonrisa con una mueca y la discusión comienza.

—¿Dónde estabas?

—Se me hizo un poco tarde anoche y yo-

—Renjun -Jeno no quiere hacerlo, pero le sale involuntariamente, su voz suena demandante y su rostro intimida cuando está serio, Renjun luce asustado, pero Jeno sabe que realmente no lo está-.

—No sé para qué preguntas sí ya lo sabes.

Lo siguiente que ocurre debe ser secreto, las paredes de la cocina son lo suficientemente gruesas como para no dejar salir ningún ruido desde su interior y es por ello que los vecinos nunca se enteran de lo que pasa. Es un secreto, porque la perfección debe tener sus secretos.

Jeno se despide de Renjun en la puerta de su pequeño pero cómodo departamento, Renjun le desea suerte y regresa a la cama mientras que Jeno saluda a los vecinos con una agradable sonrisa, toma el transporte hasta la facultad de administración y toma sus seis horas de clases. Luego sale a almorzar lo que Renjun preparó para él, junto a Jaemin y los otros chicos Jeno pasa el rato hasta que debe regresar a clases, luego, como es costumbre, pasa tiempo con los chicos, es decir, con Jaemin, ambos se besan, se acarician y se desean sobre los asientos traseros del coche del castaño que siempre espera estacionado en algún lugar escondido cerca de la universidad y, como esta vez se ha hecho más tarde, Jaemin lleva a Jeno a casa.

—¿Has pensado en qué hacer con Renjun?

—Evito pensar en ello por lo menos hasta llegar a casa —Jaemin le dedica una rápida mirada sin alguna expresión, Jeno tampoco parece tan interesado en el tema y eso hace reír al otro—.

—Creo que deberías empezar a plantearte una separación en serio.

—No —Jeno contestó de inmediato—, yo lo amo.

—Claro que lo amas.

—Jaemin, en serio lo amo —Na Jaemin sabe o que se avecina, así que estando a dos calles de su destino, se detiene, se quita el cinturón de seguridad y sale del carro para ir hacia el otro asiento. Abre la puerta y sin esperas alguna palabra atrapa en sus brazos a Lee Jeno quien no tarde en corresponder el acto y romper en llanto—.

—Ya, ya... —Jaemin le acaricia el cabello, Jeno llorando es tan frágil—, Sé que una relación de tantos años como la de ustedes no es fácil de terminar pero, ¿Te has puesto a pensar en lo acabada que está? Le estás haciendo daño a Renjun y te estás haciendo daño a ti también, sé que lo amas pero no está bien que lo sigas engañando y tratando de esa manera.

Jaemin es como un apoyo, Jeno asiente torpemente mientras trata de frenar su llanto y le promete a Jaemin que esa noche terminará las cosas con Renjun. Lee le agradece a su amigo, se besan con pasión dentro del coche y Jeno camina las dos calles restantes para llegar a casa.

Alcruzar la puerta, el ambiente es diferente a comparación de su salida.

No hay luces encendidas ni un agradable sol asomado por la ventana. Todo está oscuro y sólo hay un plato de comida fría en la mesa. No hay señales de Renjun por ninguna parte y, como es costumbre, Lee Jeno cena en soledad con mensajes de texto hacia sus amigos. Cuando Mark pregunta por Renjun él miente y dice que se está duchando o que ya ha ido a la cama.

Lee Jeno limpia la cocina y empieza a hacer sus deberes porque es alguien muy dedicado, pasa mucho tiempo ahí sentado en la mesa, tanto que incluso ve el sol salir a lo lejos y entonces va a tomar una ducha para relajar sus ojos cansados.

Entonces, cuando sale de bañarse está Renjun preparándole un rico almuerzo y con una sonrisa preguntándole si va a desayunar, entonces es cuando Jeno remplaza su sonrisa con una mueca y la discusión comienza.

—¿Dónde estabas?

—Se me hizo un poco tarde anoche y yo-

—Renjun —Jeno no quiere hacerlo, pero le sale involuntariamente, su voz suena demandante y su rostro intimida cuando está serio, Renjun luce asustado, pero Jeno sabe que realmente no lo está-.

—No sé para qué preguntas sí ya lo sabes.

Lo siguiente que ocurre debe ser secreto, las paredes de la cocina son lo suficientemente gruesas como para no dejar salir ningún ruido desde su interior y es por ello que los vecinos nunca se enteran de lo que pasa. Es un secreto, porque la perfección debe tener sus secretos.