Epílogo 💌

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Constantemente revisaba el reloj de mi celular con desespero, faltaban casi cinco minutos para acabar la última clase del día. No podía esperar ni un segundo más.

Mis alumnos me miraban un poco extrañados por mi manera de actuar, soy de los típicos profesores que dan su clase hasta el último minuto de lecciones. Pero hoy no. Solo quiero pensar en verlo a él y conocerlo... Quiero abrazarlo.

Finalmente, el sonido de la campana retumba en mis oídos, anunciando finalmente la salida de los alumnos, y con ello ver a mi pequeño escritor.

Tomé mis cosas rápidamente y esperé unos minutos ahí sentado, pensando en qué decirle cuando lo vea. Realmente temo actuar como un idiota o un chico serio frente a él.

Y sin más, con mucha felicidad y nerviosismo, he salido casi corriendo por los pasillos hasta la salida del establecimiento. Di una fuerte inhalación y exhalé para luego rodear el instituto en el punto que él acordó.

Mi corazón late a mil. No puedo soportar los nervios. Tampoco mi mente funcionada con claridad.

Vi un chico ahí parado, una linda silueta de un chico. Cabello castaño, alto, tez blanca y, aparentemente, muy nervioso.

Me acerqué a él dando pasos suaves para no asustarle con mi presencia, ni con mis obvios impulsos de abalanzarme sobre él. Carraspeo y sus ojos se conectaron con los míos. Unos hermosos ojos castaños.

Para cuando hicimos contacto visual, ya nada tenía sentido para mí. El mundo, la razón, el tiempo y mis nervios se habían esfumado; eran unos pares de ojos cautivadores y brillantes.

— S-Si llegó, Hyung... —dice suave, casi en un susurro.

— Te quería conocer, pequeño escritor —contesto y le entrego una de mis mejores sonrisas, y como respuesta, un pálido rosa colorea sus mejillas.

Suelta una risita nerviosa, y luego comienza a hablar:

— Perdón si le llegué a molestar con mis cartas, no tenía otra manera para hablarle —miró al suelo un poco sonrosado. — No quería decirle nada porque pensé que podría llegar a arruinarlo...

He avanzado más a su lado, y acaricié su mano con la yema de mis dedos, alzando su vista ante mi acción y mirándome fijamente.

— Pero... No podía ocultar el hecho de que...

Me acerqué unos centímetros más a su rostro, casi rozando su nariz con la mía y mezclando nuestras respiraciones.

— Me gustas, Jin Hyung.

— Lo sé —susurro. — Tú me gustas también.

No quise esperar mis ganas, deseos e impulsos de finalmente sentir la suavidad de sus labios. Saborearlos con dulzura.

Todo por unas pequeñas cartitas de amor.








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Y hasta aquí llega. Espero
les haya gustado 🦄

Pequeñas Cartitas de Amor [JinKook] BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora