La Vengadora de los Suicidas

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El mundo a veces nos tienta a hacer cosas que no debemos y terminamos haciéndolas, también cambia a las personas que viven en este y nos convierten en algo que a veces ni siquiera quisimos ser, si preguntan si me arrepiento de haber hecho lo que hice, les diré que no, hay personas que no lo saben y tientan a otras a su muerte y otras que lo saben e igual siguen maltratando a cada persona que sea más débil que el mismo o misma, hasta llevarlos a su límite y hacer que estos hagan cosas que nunca quisieron hacer, pueden llamarme asesina, pero lo que esa clase de persona hacen también es una forma de asesinar volviendo a las personas en contra de sí mismo y llevándolos a su propia masacre haciendo que ellos quieran buscar por cuenta propia su propio fin. Mi nombre es Miriam queda vago para todas las personas que me conocen, eh hecho de todo en este mundo para ser feliz pero no pude, recuerdo el día en el cual me canse de todo y de todos, no sabía qué hacer, ese día había muerto alguien cercano a la familia una persona a la que pude llegar a amar de corazón, sus ojos estaban tan cerrados se había suicidado porque la persona que creyó que era su mejor amiga lo avía traicionado y su novia era amiga de esta y ella la obligo a que no se acercara a él, que solo era un pedazo de basura igual que todos, en esos días no había estado mucho en contacto con él, pero si puedo decir que me contaba siempre de todo, nos conocíamos de niños él era mi vecino y ella también lo era, no puedo decir que llegamos a ser grandes amigos, pero creo que el tenia más confianza en mí que en ella y odie el día en el que fue su funeral, ella fue, pero en su cara no había rastros de lagrimas ni de dolor, en un momento llego su madre y se le acerco le dijo que se comportara y ella solamente coloco cara de no querer estar allí,  le dijo a su madre que se quería ir, que para que mierda estaba en un lugar como ese si siempre odio a Michael, su madre llego y le dijo que no dijera eso que él fue un niño bueno, en ese momento pensé como una mujer que siempre se llegaba quejando de que Michael según le avía roto la ventana y cortado las flores de su jardín dijera eso, al despegar mi cara de la tumba en la que estaban enterrando a Michael empecé a darme cuenta de que todas las personas que se hallaban en ese lugar eran personas que lo maltrataban o que le odiaban y que todas ellas a excepción de la maldita desgracia que decía haberse llamado su amiga, decían que era una buena persona y que no sabían porque le dio ese giro repentino a su vida, mis labios temblaban con ganas de decirles y gritarles algo pero me aguante mordí lo más fuertemente posible por dentro la parte de al lado de mi labio y contuve mi ira apretando fuertemente mi puño lo único que no pude aguantar fueron las lagrimas una por una comenzaron a salir.

Después de ese incidente empecé a planear todo con cuidado Michael no se hallaba para tomar venganza de todas esas personas pero yo me encargaría por él, recuerdo mi primer asesinato fue dos días después de su entierro, me dirija a la casa de su supuesta amiga y la invite a salir, ella acepto con cara de melancólica simulando que estaba triste por la muerte de Michael, cada vez que pienso en la cara que coloco cuando la acorrale en el callejón que quedaban cerca de la institución me da risa, cuando volteo para verme y preguntarme porque la había llevado para ese lugar clave el cuchillo que estaba tan filoso como cualquiera cuando es nuevo en su blanca y pálida garganta claro que después de hacer eso ya no era tan blanca, tan pronto como eso ocurrió me fui de ese lugar, a la mañana siguiente encontraron el cuerpo pero ninguna pista de quien pudo haber sido, por supuesto que no iba a ser estúpida para dejar algún tipo de rastro, mi sonrisa poco visible de felicidad no se noto aunque en ese momento quería reír tan fuerte, pero tuve que calmarme todavía no era el momento de reír, aun quedaban cinco personas más.

La segunda persona en morir era Patrick compañero de clases y el buscapleitos del salón siempre haciendo lo que quiere esta vez no sería así, sabía que estaba enamorado de mi por eso me le acerque por detrás y le toque el hombro y con una dulce sonrisa en modo de saludo le pregunte que si quería ir el viernes al cine, acepto con ojos brillosos y con cara de habérsela comido en todo, se quedo con sus amigos y empezaron a hablar de que me haría el viernes lástima que la única en hacer algo ese día seria yo.

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