Desde el primer momento no entendí mi realidad. Todo había cambiado. Me despierto en un suelo cómodo, un suelo que estaba arriba de otro, y me cubría una bolsa. Lo que más me asustó fue ver que yo ahora era mucho más grande, tenía unas patas gigantes. Intenté salir volando pero se me hizo imposible, no tenía control sobre mi cuerpo. Busqué ayuda pero no había nadie de mi bandada; me encontraba totalmente perdida. Me dormí.
El día siguiente ya había comenzado a entender cómo funcionaba mi cuerpo, logré dominarlo casi a la perfección.
Salí a la calle, nunca había estado por allí. Me sentía sola, aunque el resto también lo estaba. ¿Por qué no se encontraban todos juntos? No hay nada mejor que estar en compañía y compartir lo hermosa que es la vida. Después de un día, logré descubrir que los mayúsculos son muy individuales. Se preocupan por cosas muy estúpidas como, por ejemplo, el estilo de plumas que tienen (si más largas, más cortas, etc.). No lo comprendo, en vez de estar unidos están separados; por lo que nunca van a lograr la conformidad de todos, solo de algunos.
Ya al tercer día comencé a dialogar con otros mayúsculos. Mi idea era entender el porqué de su individualismo. Una gran parte de los que pude conversar no tenían ni idea de su porqué, ni siquiera les interesaba (cosa que me pareció sorprendente) y otros tenían una pequeña idea del porqué.
Caminé durante horas mirando el cielo con nostalgia, luego fui a un lugar que te daban comida y logré apreciar en una caja brillante que en una zona dos bandos se encontraban como en guerra, los de negro se cubrían mientras lanzaban latas con humo y el otro bando revoloteándose por todos lados. No comprendí.
Al salir, ví a unos mayúsculos con atuendo iguales insultando y arrojándole cosas a otro mayúsculo de un atuendo distinto. Minutos después, logré acercarme a este último para preguntarle el porqué de tanta agresión, pero lo único que escuchaba eran dos sonidos: "iama" y "anvulensia". Al no comprender, decidí irme.
Durante mi viaje me encontré con muchas situaciones parecidas las cuales me gustaría explicar pero que no comprendí.
Me había tomado el tiempo de leer más de 20 libros sobre la política de los mayúsculos y hasta había ido a charlas, pero es a día de hoy que todavía no comprendo. He intentado de muchas formas y no encuentro una respuesta. Quizá, mi cabeza no sea lo suficientemente lista para comprender; y ante la insuficiencia de esta, me genera un rechazo ante el resto de estos y hacia mi misma. Todo este pensar hizo que perdiera el control de mi, no sabía en dónde estaba. No sabía si recién me levantaba o si mi bandada me encontraba haciendo una broma. De pronto comprendí algo, que en realidad no comprendía nada. Noté que no había pensamiento más autodestructivo que ese, la exasperación de comprender mi propia incomprensión o quizá, al contrario, la de que me sea incomprendida la incomprensión cuando la duda ciega mi razón.
Estoy cansada, quiero volver a lo que era antes, quiero volver a estar con mi bandada, quiero ser feliz, quiero volver a vivir.
10/9/18 Una persona, a la que nunca se logró identificar, saltó desde el piso 35 del edificio más alto de Buenos Aires.
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Los mayúsculos incomprensibles
Short Story"Desde el primer momento no entendí mi realidad".