2.

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-Bien. Entonces... ¿Qué es lo que tienes que decirme? -Preguntó Edd serio pero preocupado. Sentado enfrente de Tom en la cama de este último.

-Pues... Es algo difícil de explicar... -Dijo Tom agachando la cabeza, lo cual a Edd le sorprendió. Tom era un chico muy fuerte de carácter.

-¿Entonces no me lo vas a decir? -Dijo el de verde ya algo impaciente, la curiosidad le mataba. Pero luego se arrepintió de usar ese tono de voz hacia su amigo al verlo soltar unas cuantas lágrimas. Podía notar perfectamente la fuerza con la que el de cuencas aguantaba para que no salieran, pero era en vano. Edd hiso una cara de preocupación. -Perdón, Tom. ¿Estás bien? ¿Qué pasa? -Puso su mano en el hombro del otro. Sonaba muy preocupado, lo cual Tom odiaba por imaginar lo vulnerable y ridículo que se veía ante el otro. - Tom, puedes contarme si lo necesitas. Sabes que puedes confiar en mí.

-Yo... -Respiró profundo y siguió. -Y-yo... Me convertiré como tú.

Edd lo miró confundido. No entendía lo que quería decir, pero sacó la conclusión más rápida. - Tom, sé que has subido un poco de peso, pero no es para tanto. Aun estás en forma.

Tom lo miró con los ojos achinados y el ceño fruncido como diciendo ''¿En serio, Edd?''. Suspiró algo irritado. - Seré un Omega.

Se apareció un silencio. Edd mirando a Tom sorprendido y Tom otra vez con la cabeza baja intentando retener su llanto.

- ¿Eres un Omega? -Preguntó Edd. Cuestionando por su sensibilidad.

-Dijo que lo seré. -Bufó enojado. -Hace un tiempo fui al Doctor porque me sentía mal. Tenía vómitos y eso... -Edd recordó eso, fue hace dos semanas. Tom empezó a temblar un poco. -Me dijeron que... Que era un caso especial, que esto suele pasarle a pocos Alfas... -Sus lágrimas empezaron a salir otra vez, tenía miedo y Edd conocía muy bien a su amigo como para no reconocerlo.

Se acercó al otro y le dio un abrazo. Edd no entendía por qué le afectaba tanto que fuera un Omega. No era el fin del mundo y hasta actualmente es más fácil la vida para su clase. Pero eso no era excusa para no poder ayudarle y sentirse preocupado por su mejor amigo. A pesar de todo, sentía empatía.

Por otro lado, Tom no pudo sostener más y dejó de luchar contra sus emociones. Dejó que las lágrimas salieran, no sollozaba, era un llanto silencioso. Sentir que Edd lo apoyase era reconfortante. Le hizo recordar que sus amigos siempre estarás ahí para poyarle en cualquier circunstancia y podían defenderlo de lo que sea. Pero eso no era lo que realmente le preocupaba y le molestaba.

- ¿Estas mejor? -Edd se separó y lo miró.

- Sí, gracias... -Se secó sus lágrimas rápidamente. Sonaba más tranquilo.

-Tom, no te preocupes. -Edd habló con su tono amable único. - Ser Omega no es tan malo. -Sonrió para darle confianza.

-Eso dices tú. -Contestó el de azul con el ceño fruncido.

-De verdad, Tom. Solo mírame. Nunca he tenido problemas grabes por ser Omega. No es el fin del mundo.

- ¡Eso es porque eres tú! -Edd lo miró algo asustado por cómo le gritó Tom. - ¡Yo no soy como tú! -Tom ahora sí empezó a sollozar y temblar. Edd lo miró con lastima, le dolía ver a su amigo así. Se sintió culpable por decir algo que le haya hecho sentir mal.

-Lo siento... -Se disculpó por lo bajo.

Tom suspiró. -No te disculpes. Yo no debí gritarte. -Sonó serio limpiándose las lágrimas. - Solo... Es que es más difícil ser un Omega cuando antes eras un Alfa. Y aún más para alguien como yo.

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⏰ Última actualización: Jun 11, 2019 ⏰

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