Prologo

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Si te preguntaran que es el amor, ¿Cómo lo definirías? Seguramente tendrías conceptos sacados desde lo profundo de tu corazón o desde lo profundo de tus pensamientos o tal vez simplemente de una definición al azar de internet.

Ese era el razonamiento que una persona normal tendría ante la pregunta.

Para mí, en cambio, el amor no era más que un sentimiento hacía otra persona, enfocada especialmente en desear y valorar a la otra persona. Era un sentimiento fácil de describir, dependiendo del tipo de amor del que se hablara, pero al mismo tiempo, era una cosa que jamás había sentido por otra persona. Al menos, no cuando se refería a lo romántico. Simplemente era difícil para mí comprenderlo, incluso si me esforzaba para hacerlo o si lo leía u observaba. El amor, los sentimientos, era algo complicados. Eran una cosa extraña que siempre me costó comprender.

Para Taehyung, sin embargo, parecía ser diferente. Él amaba. Amaba mucho. Amaba todo lo que podía ser amado y lo que no podía serlo, su naturaleza estaba en eso. Dar todo de sí mismo y querer con todo su corazón a otros era algo que lo llenaba, era una parte importante de lo que él era.

Kim Taehyung era un enorme, brillante y cálido rayo de sol. Él era solo luz. No había ni una sola gota de maldad en él. Pero también era extraño, era diferente, inusual, excéntrico también. Él era muchas cosas, pero al mismo tiempo no lo era. Taehyung era una constante, alguien que siempre estuvo allí a pesar de que al principio no lo noté, una ecuación que jamás pensé en incluir en mi vida porque simplemente nunca reparé en su existencia.

Nunca noté lo cerca que estábamos, incluso cuando su brillo constantemente me alcanzaba, ni cuando sus ojos constantemente me miraban. No noté que estuvo allí, sino que hasta que me habló sonriéndome de esa manera tan suya.

Desde ese momento, él fue una constante que pude ver. Una estrella que nunca se apagó y que siempre brilló.

Cuando lo conocí pensé que él era un idiota, pero también pensé que podríamos ser buenos amigos. No me había dado cuenta de que, para él, yo jamás podría ser solo su amiga. Me hubiera gustado notarlo desde el primer momento, pero sé que las cosas hubiesen resultado diferentes de esa manera. Tal vez yo ni siquiera estaría contando esta historia en este momento.

La historia de como Kim Taehyung, él tipo raro, él modelo guapo, él chico que amaba las estrellas tanto como amaba andar descalzo y que siempre, siempre, siempre sonreía iluminando al mundo a su alrededor, estuvo allí. Conmigo. Observando, cuidando y amando. Viviendo a mi alrededor mientras me enseñaba a brillar por mí misma, observándome con sus ojos con sus pupilas brillantes cual diamante negro y disfrutando del tiempo que pasaba por nosotros. Sonriéndole a la vida y amándome. Amándome como solo él podría haberlo hecho.

Esta es la historia de como Kim Taehyung me enseñó a vivir lo que es el amor; el amor verdadero, puro y bueno. Un amor sano.

Un amor al que le gustaba ponerle una T.

La "T" de Taehyung.  

Amor se escribe con T de Taehyung |kth| EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora