Parte Única.

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Observó una vez más el costoso reloj en su muñeca contando los últimos 7 minutos para la culminación de esa absurda reunión, estaba con ese habitual tic nervioso de su pierna; agitandola con desespero bajo la mesa, haciendo a su fornido cuerpo temblar ligeramente. Yoongi, quién estaba a su lado, ya se estaba hartando de su zarandeo; Namjoon rozaba su pierna en cada uno de sus movimientos, distrayendo al mayor de enfocar su completa atención en el aburrido diagrama que estaba siendo explicado.

- ¿Quieres calmarte? - le susurró por lo bajo. - harás que explote yo también con tu desesperación.

El rubio apretó sus manos juntas sobre la mesa, acariciando el anillo de oro blanco en su dedo anular izquierdo con su meñique derecho. Lo miró con aprehensión, suspirando pesadamente.

- algo no va bien...- murmuró más para sí mismo, Pero aún así Yoongi fue capaz de escuchar.

- ¿Qué quieres decir? ¿No te gusta esta propuesta? - se apresuró a decir. - podemos cambiarla, pero te aseguro que no qu...

- no me refiero a eso - lo interrumpió el moreno.

Yoongi lo miró vacilante, incapaz de entender lo que su amigo quería decir.

Namjoon se dejó caer en el respaldo de su silla, soltando una exhalación y cerrando sus ojos por un momento.
Tenía un mal augurio astillado en el pecho; le hacía presión en su corazón, acelerando sus pulso y descontrolando mínimamente su respiración. Se sentía tan inquieto que estaba a punto de mandar todo al carajo y largarse.

- ¡Hey, Namjoon! -. La fuerte voz del azabache lo hizo espabilar, abriendo sus ojos de golpe para verlo.

Vio alrededor de la sala vacía y en absoluto silencio, con la única presencia de Yoongi de pie junto a la pantalla y él, inmóvil en su lugar.

- ¿Ya terminamos? -. Se incorporó de repente, apresurándose a guardar sus cosas en su maletín y salir con pasos agigantados de la sala de juntas.

- ¡Oye! ¡¿A dónde crees que vas?! - . El mayor salió detrás de él, intentando seguir sus presurozos pasos entre los pasillos del extenso edificio - ¿Quieres, por una mierda, explicarme que te pasa, por favor?

Namjoon introdujo su mano libre en su bolsillo derecho, y cuándo vio que no estaba ahí lo que buscaba, cambió su maletín a la mano izquierda para buscar de ese lado. Y no estaba en ese lugar tampoco.

- hyung, ¿ha-haz visto mi celular?- la voz de namjoon se escuchó conmocionada, su mirada recorría con inquietud el lugar por el que caminaban y en ningún momento su andar disminuyó, sólo se hacía más veloz.

El pelinegro lo observó estrechando sus felinos ojos, viendolo abrir su maletín y buscar ahí dentro con manos temblorosas. De repente, reparó en algo a lo que al parecer había estado siendo ignorante; el fuerte olor de namjoon, ese que lo hacía tan magistral e imponente, se estaba tornando agrio, cómo si le hubiesen agregado notas de limón ácido a la mezcla de canela y jengibre que era su aroma natural. Se convenció de que algo no andaba bien finalmente cuándo vio a su menor correr de nuevo a la sala de juntas, con la respiración acelerada, cómo si en cualquier momento le fuera a fallar el aire. No le quedó de otra que ir detras de él.

Cuándo Nam entró a la sala otra vez estrellando involuntariamente la enorme puerta doble, busco al rededor con la mirada de inmediato. Su celular estaba justo en donde estuvo sentado, sobre la mesa rectangular a la cabecera derecha. Llegó a tomarlo sobre pasos torpes y urgidos, apoyando su mano en la mesa cuándo sintió sus piernas flaquear; algo trepitó en su pecho con una fuerza brutal, un músculo no palpable tensándose y apretando de manera dolorosa su corazón, retorciéndose en un desgarre abrumador.
Marcó el número con dedos débiles y apenas iba por el tercer tono cuándo Yoongi entró a la sala sin decir nada, solo se quedó de pié frente a él, mirándolo con preocupación.

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⏰ Última actualización: Nov 10, 2018 ⏰

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