Capítulo 1: ¿Serías mi novia?

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El universo de este fanfic es uno paralelo (y feliz) al de Kubo Tite.

Esto es todo gracias a la hermosa película que está actualmente en Netflix (¡que espero ya hayan visto mínimo 3 veces!) y bueno, este fic solo será miel para el alma, dulzura por doquier, y muy mínimo conflicto.

Solo quería mimarme con mucho Ichiruki, así que espero lo disfruten tanto como yo. Ya tengo varios capítulos en mente, veamos si les gusta.

Agradezco los comentarios y las estrellitas siempre <3

*

"A mi familia. Debemos decírselo a mi familia." Dijo de pronto Ichigo desde su escritorio volteándose a mirar a Rukia, la que estaba sobre su cama leyendo un manga con Kon durmiendo profundamente a su lado.

"¿El qué?", dijo ella sin levantar la vista ni poner real atención, hasta que sintió hundir la cama, y dos dedos del pelinaranja bajando el manga de su vista. Vio entonces los ojos más serios que nunca le había visto al chico.

"Lo nuestro." Dijo, evadiendo un poco la mirada, y con las mejillas claramente sonrojadas.

"¿Eh? ¿Le dirás que somos shinigamis?", pregunto seriamente sorprendida.

"¡No! ¿Lo haces a propósito maldita?", gruño Ichigo más rojo que nunca.

"¡Eh! ¡Yo no te he insultado, idio-!", pero no alcanzó a alzar la voz porque el chico le tapó la boca y puso un dedo frente a sus labios para indicar silencio. Luego apuntó a Kon. No quería despertarlo y que arruinara lo que venía dándole vueltas hace días. Debería haberse aguantado un poco más y hablarlo camino a la escuela o algo así, cuando efectivamente estuvieran solos, pero sinceramente estaba ahogado con la idea.

La morena gruño, pero guardó silencio. Ichigo aflojo la mano que cubría la boca de la chica, pero mantuvo la otra sobre su pequeña cabeza de cabellos oscuros. La miró directamente a sus grandes ojos violetas y confundidos.

"¿Ichigo?"

"Mi novia." Dijo tan serio como avergonzado. "Que eres mi novia, Rukia."

"¿... Eh?"

La chica puso una cara tan sorprendida, que en otra situación hubiera parecido graciosa. Dejo caer el manga y entonces levantó sus dos índices, y los metió en la comisura de los labios del shinigami y tiro hacia los lados.

"¿Qué sin sentidos estás diciendo, descerebrado?"

"¡Argh! Eso duele Rukiaaaaaa."

"Entonces deja de hacer el tont-" sin embargo, Ichigo tomó ambas manos en las suyas propias y las apretó con fuerza, sin hacerle daño.

"Es en serio." Dijo él. "No importa lo que digas, sabes tan bien como yo lo que ha estado pasando entre tú y yo hace un tiempo."

Rukia abrió un poco la boca sorprendida, y su pálida piel rápidamente tomó un color más rosa. Bajo la mirada viendo sus manos entre las de Ichigo, el que a pesar de su sonrojo, siguió mirando directamente el rostro de la shinigami sin temor.

En una de sus grandes manos caían a la perfección ambas manos pequeñas y delicadas de Rukia, y así lo hizo, y la otra, que quedó libre, volvió a posarla sobre la cabeza de ella. Apretó entre sus largos dedos el fino cabello de Rukia, tan agradable al tacto.

"Nunca..." Dijo ella de pronto, obteniendo la sorpresa del chico. "Nunca me has pedido que sea tu novia... así que no digas tonterías."

Él sonrió por lo bajo, y luego suspiró quedamente.

"Eres una pesada." Ella levantó la mirada molesta al acto, pero Ichigo aprovechó el momento y la beso rápidamente. Junto sus labios a los de ella, que eran pequeños y suaves. Cuando se separaron agregó tan seco como siempre, pero con un fuerte sonrojo en sus mejillas. "¿Serías mi novia?"

Ella pensó que moriría de la vergüenza ¿Qué rayos les pasaba a ambos? ¿Cómo habían llegado a esa situación? Tan vergonzosa

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Ella pensó que moriría de la vergüenza ¿Qué rayos les pasaba a ambos? ¿Cómo habían llegado a esa situación? Tan vergonzosa. Tan comprometedora. Tan imposible. Tan equivocada...

"Ya es suficientemente malo lo que hacemos Ichigo. ¿Quieres añadirle ahora...?"

"Cállate." Gruñó él, como usualmente la silenciaba. "Hemos discutido un millón de veces los contras de esto. Me los sé de memoria. Pero lo que me prohíba el resto no me importa."

"Eso lo sé de sobra, en serio, que tan difícil de entender es un 'no me sigas'." Dijo ella encogiéndose de hombros, pegando los codos a sus lados, con las palmas hacia arriba, negando con la cabeza y suspirando, como diciendo 'Idiota, eres un caso perdido.'

"Diablos, ¡esto es serio!", gruño el pelinaranjo con una fea vena en el dorso del puño firmemente apretado de rabia.

"Entonces no importa lo que diga." Dijo ella de pronto cambiando el tono, logrando la seriedad de Ichigo de paso. "Tomas todo a lo contrario a lo que te digo y además, ¿qué es esto de ser novios y hablar con tu familia? No pega para nada contigo Ichigo." Y río, bajando el rostro.

Pero se detuvo al sentir los dedos cálidos de Ichigo en sus mejillas, el que le alzó el rostro, obligándola a mirarlo.

"Tú no estás viva, y yo ni siquiera debería poder entrar en la sociedad de almas. Tú has vivido una vida completa y yo apenas llego a la adultez. En cualquier momento los de la sociedad de almas dan la voz de alerta y arman alboroto, y un montón de mierda más. Está todo en contra y ese... ¡Es mi escenario favorito!" Sonrió con el orgullo prácticamente saliéndole de los poros.

Rukia lo miró sorprendida un momento, luego sonrió también y suspiro.

"Eres un engreído."

"Y no sigo las normas, soy arisco y me molestan un montón de cosas." Tomó una de las manos de Rukia y la apoyó en su mejilla, estaba fría como siempre, pero era agradable sobre el sonrojo de su cara. "Tengo montones de aspectos negativos y seguramente todos saben de ellos, pero sé que lo bueno de mí... lo mejor de mí, tú lo sabes cómo nadie, porque soy mejor por ti."

En el rostro de Rukia se dibujó la emoción en su máxima expresión, y se quedó sin voz, ni idea que decir, mientras sus grandes ojos brillaban de forma notable.

"No pongas esa cara, vamos." Gruño Ichigo, siempre susceptible a las emociones de Rukia. Le acarició la cabeza, y le revolvió un poco el cabello. "Por eso, odio decir estas estupideces sentimentales." Se acercó más a ella hasta abrazarla.

"No creas que voy a llorar por ti, tarado." Dijo refugiada en el pecho de Ichigo.

"Lo sé, lo sé." Le respondió, abrazándola más y apoyó su sien en la coronilla de ella. Aspiro el olor dulce y suave que expedía su cabello y su piel. "Sé que suena tonto lo de ser novios y eso, pero bastante me costó entender cómo diablos encajabas en mi vida."

"¿Ah si? ¿Me lo podrías explicar?" Dijo Rukia medio en broma.

"Te necesito en mi vida. Cada vez que te has ido, todo ha sido un lío. Como ya dije, las opiniones del resto me valen. Pero a pesar de eso, el que estés conmigo es lo único que no tengo ninguna clase de poder, no importa cuán fuerte me vuelva. O te obligan a irte, o decides por ti misma no estar aquí. Por eso si tengo 1 hora o 100 años contigo, haré las cosas como siempre las he hecho. Me arrepentiré de lo que hice, pero nunca de lo que no hice... más o menos eso."

Ambos guardaron silencio un rato, y luego ella apretó su abrazo.

"... estás demasiado hablador hoy." Él no dijo nada al escuchar la voz de ella tan quebrada. Apoyada en el pecho de Ichigo, escucho sus latidos. Sonrió. "De acuerdo."

Él sonrió también.

"De acuerdo."

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