CAPITULO I

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A Hoseok no le gustaba el número tres, para él, tres no era suficiente. Treinta podría haber sido mejor, por lo menos con treinta se habría sentido mejor protegido. Tres pésimos policías, iba a morir, seguro... Mientras se movía desde el asiento trasero del carro que lo había transportado, Hoseok observó la entrada del hotel ¿No debería estar alojado en un ruinoso edificio de departamentos? No era un experto en protección de testigos, pero para él, un hotel de lujo parecía un poco... visible. El calor de la mañana lo golpeó mientras estaba allí. Ese era otro hermoso día en Seul —otro hermoso día que él no iba a ser capaz de disfrutar. Hoseok iba a estar atrapado en un cuarto, a la espera de declarar en contra de un capo de la droga que probablemente pondría una bala en su cabeza
antes de que tuviera la oportunidad de subir al estrado.

Mientras esperaba a que los hombres salieran del carro, se dio cuenta de que los huéspedes del hotel estaban viéndolo mientras cruzaban las puertas de cristal de la entrada. Estaban teniendo una buena vista de su rostro o... Quizás sólo estaba siendo paranoico, pero sentía como si todo el mundo supiera por qué estaba allí y estaban dándole un buen vistazo a un hombre muerto caminando ¿Qué si uno de estos turistas no era realmente un turista, sino uno de los hombres de Kang? Kang DaeHyun tenía hombres en todas partes. Había oído rumores de que el capo de la droga, incluso tenía altos funcionarios en su servicio. ¿Qué si estos policías trabajaban para Kang? ¿Y si estaban planeando matarlo tan pronto como entraran en la habitación alquilada? Ellos podrían contar cualquier historia que quisieran. ¿Quién lo sabría?.

«No debí haber dicho nada. Debí haber mantenido mi bocota cerrada».

El policía que lo había transportado desde la estación de policía al carro, agarró su brazo y lo movió hacia adelante como si tuviera miedo de que Hoseok saliera corriendo. Hoseok lo había considerado.

Los otros dos que se unieron al primer policía en el estacionamiento de la estación, se colocaron a cada lado del primero. Los tres se movieron en un círculo cerrado alrededor de Hoseok, y lo escoltaron a través de las puertas de cristal del hotel al lujoso vestíbulo. Hoseok se sintió expuesto mientras sus ojos saltaban por todos lados, buscando a cualquier persona que fuera a sacar una pistola o pareciera estar dándole demasiada atención. Vio a una ruidosa familia de cuatro junto a él, el padre le gritaba al niño pequeño que fuera más despacio, el niño se detuvo en seco, se giró y le sonrió a Hoseok, saludándolo con un movimiento de su pequeña mano, Hoseok le sonrió al niño, el padre tomó al niño en sus brazos y lo llevó a sus hombros. El otro niño de la familia gritó que los esperaría arriba, al parecer, el niño —de alrededor de los cinco años— se había detenido a ver un cómic que tenía en su mano, los cuatro parecían ser los vacacionistas clásicos.

En el otro extremo del vestíbulo había una zona de estar con mesas altas y sillas con cojines de tela azul. Había unos cuantos hombres de negocios sentados allí conversando, ajenos a Hoseok y los tres policías, parecían estar en una especie de viaje de negocios, los maletines estaban en el suelo junto a sus pies.  Hoseok se dio cuenta de que uno de ellos lo observaba de cerca... Los ojos negros del hombre se abrieron un poco ¿Era uno de los hombres de Kang, o sabía que él, estaba allí para testificar en contra de un capo de la droga? cualquiera que fuera el caso, el tipo era una belleza clásica.

«¿Queres detenerte? No estás aquí para tener una cita, idiota» aún así, Hoseok le dio al hombre una pequeña sonrisa, los policías no dejaban de moverse, su mirada fija al frente mientras los cuatro se movían hacia los tres elevadores que estaban en un pasillo más allá de la recepción. Nadie se detuvo a saludar ninguno de los trabajadores del hotel se cruzó en su camino, escuchó los empleados saludar a otros huéspedes, mostrando una sonrisa en sus rostros, pero no le sonrieron a él.

Era como si él y los policías fueran invisibles una vez que entraron en el hotel [excepto por la breve interacción con el pequeño niño y el lindo hombre] Pero claro, los policías no estaban vestidos como policías. No llevaban uniformes, y no tenían a Hoseok esposado. Los cuatro hombres se veían como hombres comunes a excepción de las pistolas metidas en fundas bajo las delgadas chaquetas de los policías. Pero Hoseok estaba acostumbrado a ser invisible, no tenía a nadie que considerar amigo y no tenía familia... bueno, él tenía a su padre, pero era como si no tuviera familia porque su padre ni siquiera reconocía la existencia de Hoseok.

Alfa Cariñoso [Yoonseok Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora