⊱﹝安全﹞
━ Algún día mi muerte significará algo.
Eso fue lo que dijo una vez el idealista hacia el ex-mafioso. Dazai sabía que era muy inteligente y que no iba a morir tan pronto, sus ideales flotaban incluso como un globo aerostático, era el mejor en combate y era el sucesor del presidente de la Agencia Armada de Detectives.
Nada lo paraba. Nada podía pararlo.
Hasta ese día...
Un día el cual recordaba una catástrofe. Cuando iba paseando con la intención de ver el zoológico, dedujo algo de inmediato que iba a pasar después de que sucedió el conflicto con el nombre "Canibalismo" todo aquello, fue producto de un plan maestro del líder de las ratas en la casa de los muertos. Pero sin embargo, entre la agencia y la mafia portuaria; lograron solucionarlo.
Ah... Ese conflicto. Él salió herido de bala. Recordó el rostro de Kunikida tratando de parar el sangrado, estaba preocupado y se notaba cansado por el trabajo. Además de que el rubio no quería ver morir a otra persona en su vida, sobretodo su compañero. Si lo veía morir se iba a hundir en culpabilidad, en una tristeza profunda... Y se iba a esconder del mundo.
A veces se maldecía porque nació indigno de ser humano.
Una habilidad que anula a otros, beneficio para el combate.
Pero cuando salía herido, ni el mismo ángel de la muerte podía ayudarlo, ni el mismo idealista... Ni el tigre, ni nadie. Solo era alguien quién no era humano.
Aquél día cuando despertó en el hospital, pudo oír la voz de Kunikida preguntándole;
━ ¿Qué debo de hacer ahora?━ preguntó sujetando su mano fuertemente, el suicida quién no podía abrir los ojos todavía gracias a la anestesia, se dedicó a escucharlo. ━ Eres inteligente Dazai... Mucho más inteligente que yo, desearía que tú tomaras mi lugar...
Aquello simplemente lo entristeció y lo asustó. Cuando Kunikida se retiró, apretó a duras penas su mano sintió como si el poco calor que le había brindado, permanecía en la palma de su mano. ¿Y sí moría? ¿Y sí no era lo suficientemente fuerte como él lo describía? Le prometió a Odasaku que iba a estar del lado de los buenos, proteger a la gente, a los huérfanos, ayudar pero le estaba fallando por un descuido suyo. Aún si decía que sabía del francotirador, él nunca lo supo y solo quería joder al ruso.
Un descuido suyo que le estaba conllevando a la muerte que más deseaba.
Pero está vez, no era la manera la cuál quería morir.
Un día más tarde, la anestesia no había pasado aún porque se dio cuenta de que sufrió de un intento de asesinato, lo que le abrió la herida y fue sometido a una operación nuevamente; adolorido y en cama, observó la ventana que dirigía su vista hacia la carretera. El tráfico estaba pausado aún, quería hablar de ello con alguien pero se sentía solo. Tuvo ganas de morir por un momento, pero entonces Doppo llegó hacia la puerta.
Examinó su rostro y sus ojos se abrieron notando sorpresa. El rubio no tenía sus lentes, tal parece que los había perdido, su rostro estaba manchado de cansancio, preocupación y una pizca de tristeza. Kunikida se agachó, tomó las manos de Dazai y las posó en su rostro; el abrió su boca tratando de emular alguna palabra pero nada salía de sus cuerdas vocales. El idealista se dió cuenta y simplemente, soltó una carcajada que sonó más bien como un sollozo.
Sus palmas se sintieron húmedas, como si estuviera tocando tierra mojada o como si estuviera examinando las gotas de agua caer del cielo. En el rostro de Doppo, yacía una tormenta de sentimientos amargos que eran drenados mediante sus lágrimas... Él apretó sus manos más fuerte, como si le estuviera pidiendo que no se fuera de su lado.
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safe | kunikidazai.
Short Story© 𝐊𝐔𝐍𝐈𝐊𝐈𝐃𝐀𝐙𝐀𝐈 碎 𝐀𝐍𝐆𝐒𝐓。▎kunikida va a rescatar a dazai de la cárcel.