–Flashback Jungkook.–
Nunca fui como los demás niños. Mientras ellos pensaban en convertirse en superhéroes, imposibilidades. Yo quería ser el niño más rico del mundo. De algún modo supe que no sería fácil, pero no imposible como otras cosas. Ahora, odio haberlo conseguido de esta manera.
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–Narra Jungkook.–
-Estaba sentado atrás del mostrador, como todos los días. Trabajo en un minimarket desde hace dos meses, está ubicado en las afueras de la ciudad de Seúl, en un pequeño pueblo, nada interesante. No es un lugar muy transcurrido.
Después de varios minutos, miré el reloj en la pared, me di cuenta de que ya casi era hora de volver a casa. Después de arreglar unas cosas, me dispuse a salir de la localidad. Iba a salir de la localidad cuando un tipo que estaba a punto de entrar se tropezó conmigo.-
JK: Perdón hermano, ya cerramos.
XX: No me importa, fuera de mi camino.
-El chico se dispuso a empujarme a un lado soltando un leve gruñido se le notaba molesto y un poco apurado, transpiraba y olía a cigarro y gasolina, el olor era insoportable. Lo mire intrigado mientras el tomaba algunas cosas, entre ellas: Un paquete de cerillas, cigarros, y Algunas botellas de gasolina. Me dispuse a volver al mostrador, así podría verlo mejor, si se trata de algún pirómano quiero recordar bien su aspecto. Puedo estar exagerando, pero ha habido noticias sobre algunos incendios que fueron provocados involuntariamente, extrañamente nunca se encontraba al culpable. El chico era misterioso, jeans rasgados, un suéter, una gorra y un tapabocas, todo completamente negro.
El chico se acercó y puso sus cosas sobre el mostrador, intenté evitar el contacto visual.-
JK: Son 25 dólares.
XX: -Empezaba a buscar en su bolsillo, después de un rato. Deslizó su palma en el mostrador, dejando un par de billetes viejos.-
Jungkook: -Fruncí el ceño un poco, tomé el dinero que por suerte era exacto.- Gracias por su compra.-Hice una leve reverencia sin apartar mi mirada en el suelo.-
-Me quedé inmóvil al escuchar unas patrullas acercarse y estacionarse afuera del local.-
XX: Carajo -El chico rápidamente rodeo el mostrador, tomó lugar atrás de mi y coloco un cuchillo en mi garganta. Los oficiales entraron al local, apuntaron con sus armas. Guardaron silencio y observaron la escena.-
XX: Oficiales, no quieren ver esto.
Oficial 1: Necesitamos que nos acompañe a la estación. Esta no es la forma Min Yoongi.
Yoongi: -Quedó paralizado, ¿cómo sabían su nombre?-
Oficial 2: Encontramos tus huellas en una residencia que se prendió fuego recientemente.
Yoongi: Lo mataré si no me dejan ir, lo juro. -Dicho esto, presionó mas el cuchillo en mi garganta haciéndome sangrar un poco. Un quejido salió de mis labios.-
Jungkook: Ugh Por favor, tengo mucho vivir, mi madre está enferma, es lo único que tengo. -Mentía, mi madre vive en otro país, y tomé este trabajo para poder comprar marihuana y pagar el piso en donde vivo.-
Yoongi: Cierra la boca. -Ordenó.- No puedo pensar con todo este escándalo.
Oficial 1: Por favor, cálmese. No haga algo de lo que se pueda arrepentir después.
Yoongi: Puedo quedarme así toda la noche oficiales. Déjenme ir o el chico se muere.
-No les quedó de otra, apartaron las armas y se apartaron de la entrada. El chico procedió a salir del local, no me soltó en ningún momento, y no apartó la mirada de los oficiales. Llegamos que parecía ser su auto, una camioneta.-
Oficial 1: Ahora déjelo ir señor Min Yoongi.
Yoongi: La vida es injusta, y no soy idiota. Me aseguraré de que no me sigan. El viene conmigo. -Me empujó y me metió al auto, rápidamente el hizo lo mismo. Presiono fuertemente el acelerador y nos fuimos rápidamente del lugar.-
Jungkook: ¿Que va a pasarme ahora?
Yoongi: Voy a matarme, o quizás puedas servirme para algo.
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Historia en proceso.
