Milagro... aquello era lo único que podia describirlo, pues el nacimiento de un bebé no esnada feo. Amor, comopasión, cariño y dolor; son los sentimientos que rondan una sala de parto.
La pequeña familia, de Harry Styles y Louis Tomlinson, hacía frente a aquel maravilloso acontecimiento.
Con 5 años de casados, por fin había conseguido que Harry se embarace, pero no fue nada fácil. Tras constantes discuciones con sus padres- debido a la repentina concepción- había caído en un estado delicado en su embarazo. Sin contar con el suficiente apoyo, muchas veces se auto deprimia, repercutiendo en el pequeño ser que crecía en su interior.
Semana tras semana, mes tras mes, habían logrado avanzar. Pero la vida aún no los quería dejar tranquilos, pues una fuerte anemía asotó al rizado, debido a que el bebé consumía parte de los globulos rojos de su padre. Por lo cuál tuvo que ser remitido a varios estudio sy tratamientos a favor de su embarazo (Debo aclarar que esto no existe, debido a que casi el 99.999% de los medicamentos existentes no son recomendados para mujeres en cinta).
A pesar de todo ésto su amor fue más fuerte, logrando que el chico preñado llegará a una exitosa gestación de 9 meses 3 días, tiempo en el cual su pequeño "Nathan" llegaría al mundo.
Habían sido 10 horas de contracciones dolorosas y constantes. Y luego de caminar casí 10 kilometros, al fin se encontraba en el quirofano. Rodeado de doctores, enfermeras y tomado de la mano de su esposo, louis. Harry se sentía angustiado, sabía que todo debería estar bien, feliz y hasta un poco menos nervioso.
Pero no sucedia de esa manera. Luego de uns cortes, y un suspiro penoso de una enfermera, el doctor se dirigió hacia ellos con su bebé en manos. Se preocupó aún más cuando el bebé no venía llorando, inclusive más que la mirada del doctor.
"No ha podido sobrevivir" dijo el doctor con cara de pena, éste era la parte no bonita de los partos, casos raros, pero posibles.
Louis tenía los ojos cristalizados, y ni hablar de Harry. Él tenía lágrimas deslizandose por sus mejillas. Apreto aún más cuando el doctor se pasaba a retirar para llevarse al bebé, Entonces habló.
"¿Po-podemos despedirnos de él?" apenas murmuró. Éstaba agotado, todo el dolor físico de las contracciones, pero eso no era nada comparado con el dolor sentimental, con el dolor que deja un ser que creció en tí por 9 meses y 3 días. Eso era lo peor, no se lo deseaba a nadie.
El doctor les dió una mirada de solidaridad y asintió, para luego entragarle el pequeño cuerpo a Louis, mientras se dirigía al otro lado del cuarto para darles un poco de privacidad.
"Hola mi pequeño angelito..." empezó murmurando Louis "Sé que te tuvimos poquito tiempo, pero ese tiempo fué el mejor de mi vida. Junto a tu papi Hazz, han llenado una gran parte de mi corazón. Te amo, incluso aunque no pueda demostrartelo ya" lágrimas eras desbordados por ambos chicos.
Al momento Harry recordó haber leído del "efecto carguro"; no habían casos registrados, pero no perdía nada con intentarlo. Entonces se quitó la bata del hospital, ganandose una mira de confusión de su marido, pero continuó. Después le pidio el Bebé, a louis, y le pidió que se quitara la camisa.
Así, piel contra piel, harry puso el pequeño cuerpecito contra su pecho, de manera que su orejita quedara en su corazón.
"Hola mi amor, ésto fue muy rápido, me acostumbré a tener en mi interior. Sentir tus pataditas y pequeños berrinches contra mi vejiga y estómago" rió tristemente "Quiero que sepas que papi Lou y yo, te amaremos por el resto de nuestra vida. Siempre serás un momento grato de nosotros, algo imposible de olvidar cariño"