Parte 1: Come to me, baby!

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—A ver, Soosie bebé, ¿esperarás a mamá? Puedes estar con Innie amiguito mientras esperas a mamá. ¿A quién le gusta la idea? ¿A quién? ¿A Soosie bebé? ¡Sí! ¡A él le encanta la idea, muy bien! —el rostro de Yifan era un dilema; tenía los ojos abiertos a más no poder y la quijada por los suelos. ¿Eso era...normal? Lanzó una mirada disimulada a su madre, moviendo los labios disimuladamente con la pregunta ¿qué carajo pasaba con tu amiga?

—¿Vamos, KyungMin? Te aseguro que el pequeño Kyungsoo estará bien al cuidado de Yifan, y se divertirá mucho con Jongin —habló la madre de Yifan, tomando a su amiga del brazo para alejarla de su hijo mientras sonreía con nerviosismo. Al principio fue algo difícil pero al cabo de unos tirones pudo lograrlo.

—¿Seguro que cuidarás a mi pequeño y hermoso Soosie? ¿No le pasará nada? ¿Segurito? ¿Eres responsable? ¿Le darás su papilla con su platito y su cucharita? Soosie bebé es muy delicado, ¡cuida bien de él! ¿Puedes hacerlo? —Yifan casi se desmayó ahí mismo por el bombardeo de preguntas por parte de la madre del mejor amigo de su hermanito Jongin, de apenas un año. Está bien, una madre siempre se preocupa por su hijo y todo eso pero... ¿tanto? La señora Do era una sobreprotectora profesional, al igual que mal criadora y demasiado melosa.

—Claro, señora Do, soy responsable, además ya me anotó todo en la libreta. Vayan a divertirse, estaremos bien, vamos —Yifan y su madre intentaron con todas sus fuerzas empujar el pesado cuerpo de KyungMin hacia la salida de su casa, pero la mujer robusta era muy resistente.

—¿Qué te parece si...cenamos aquí y vemos una película animada con los bebés? ¡Suena muy divertido! ¿Qué piensas, SangAh? ¡Es una genial idea! —exclamó hacia la madre de Yifan con esperanza reflejada en sus ojos, pero esta negó sin dar su brazo a torcer.

—Ya hablamos, Min. Vamos, volveremos temprano.

—Bien, bien, está bien —resignada, KyungMin aceptó por fin. Dio una última mirada a su hermoso hijito y despidiéndolo con miles de palabras empalagosas, más besitos y estrujadas de mejillas a un confundido bebé, para luego fulminar a Yifan con la mirada, acercándose un poco hacia él, aunque el joven retrocedía a cada paso—. Si aprecias tu vida, cuidarás de mi pequeño Soosie, ¿escuchas bien? —el joven abrió sus ojos y asintió frenético.

—¿Vamos? —insistió SangAh un poco cansada y en cuestión de minutos, la sala de estar quedó completamente vacía, a excepción de la presencia de Yifan y el pequeño Kyungsoo, que tenía su chupete y unos cuantos juguetes en sus pequeñas manos.

—Bien, eh... ¿vamos con Jongin? Ya debe estar despierto —Yifan se acercó al pequeño de cabellitos oscuros y lo tomó en brazos, sin saber muy bien cómo hacerlo, optando por tomarlo como si se tratase de una bolsa de papas.

Con el bebé en el hombro, subió las escaleras hacia la habitación de sus padres y prendió las luces, encontrándose con un muy enojado Jongin que parecía haber despertado por fin de su eterna siesta de siete horas.

—Hey, Jongin, mira quién vino a jugar contigo hoy —con un puchero en los labios y tallándose un ojito, Jongin miró hacia su hermano mayor y luego miró a Kyungsoo, cambiando su rostro molesto a uno más alegre y sonriente, estirando sus manos para alcanzar a su amigo—. Sí, sí, sí, espera que...—tomó a Jongin en brazos, como hizo con Kyungsoo y lo depositó en su hombro libre, teniendo así a ambos bebés como bolsas de papas, ambos con sus patitas moviéndose de abajo hacia arriba.

Caminó sin mucha dificultad, a causa de lo poco que pesaban los bebes, bajó los escalones y, cuando por fin llegó, dejó sin mucho cuidado a ambos en el suelo donde se encontraban todos los juguetes. Jongin, al ser depositado en el suelo donde había una manta roja, gateó hasta su amigo y lo abrazó con fuerza, haciendo que las mejillas del otro se enrojecieran, combinando a la perfección con el color de la alfombra. Yifan, concentrado en buscar el control de la televisión, fue ajeno a aquella muestra de amor y, para cuando lo encontró, los bebés ya estaban jugando con unos autitos de plástico, muñequitos de acción y otro montón de juguetes.

—Hummm...sí, muy bien. Jueguen, coman, duerman, no sé. Hagan lo que los bebés suelen hacer siempre, pero no se hagan encima, ¿está bien? —Yifan dijo, mordiendo su labio inferior con temor ante la idea de cambiar pañales sucios. Se sentó en el sillón y prendió la televisión.

Mientras Yifan estaba absorto viendo el partido de básquet de su equipo favorito, Jongin y Kyungsoo jugaban muy tranquilamente a una carrera de autitos. En un momento, Jongin se cansó de su autito y fue gateando hacia su amigo, hasta quedar a su lado y, con cuidado, tomar el chupete del otro para ponérselo él en su boca.

—Malo —reprochó Kyungsoo, con su vocecita aguda. Se giró y se cruzó de brazos, molesto porque le había quitado su chupete.

—Peldon —se disculpó el pequeño Jongin, haciendo que el chupete se le cayese de la boca pero, tomándolo con rapidez, lo puso nuevamente en su lugar.

—Nu, nu peldon —siguiendo con su enfado, Kyungsoo tomó la pequeña cocina y comenzó a "preparar comida", ignorando a Jongin que intentaba llamar su atención.

—¡Pero aprende a correr, idiota! ¡Así no llegaremos a las ligas mundiales! —exclamó Yifan con furia hacia la televisión, haciendo que los dos bebés se sobresalten por el repentino grito—. Oh, perdón, es que el básquet me estimula —se disculpó con ambos pequeños y se sintió un tanto idiota por seguir hablando con bebés, cuando estos apenas podían articular una palabra bien.

Jongin ignoró a su hermano mayor y se arrastró hacia Kyungsoo, quién se había alejado de él. Aunque el pequeño intentó alejarse nuevamente, Jongin lo tomó del brazo.

—Nu, nu quedo —negaba con un tierno ceño fruncido, mientras forcejeando con su amigo, que seguía tomándolo del bracito muy fuerte. Yifan se distrajo del partido y observó a los bebés, con un poco de aburrimiento.

Jongin se quitó el chupete de la boca con su brazo libre y lo tiró hacia atrás, golpeándolo contra el camión de juguete. Antes de que Yifan pudiese regañar a su hermanito por aquello, este se acercó a Kyungsoo y le besó la mejilla. Los ojos del mayor de los tres se abrieron como plato, entre asombrado y emocionado por aquella escena. Su hermanito era un ganador a tan temprana edad.

—Peldon —se disculpó Jongin nuevamente.

Pero a diferencia de antes, Kyungsoo sonrió gustoso de que su plan haya funcionado tal y como lo había planeado. Y Jongin también sonrió gustoso de que haya podido besar la mejilla de su Soosie.

I love you, baby! [KaiSoo-TaoRis]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora