Capítulo 1: L.G

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De nuevo habían tocado mi puerta, otra carta, las mismas iniciales "L.G"  Estas letras aún no tenían sentido para mí. Era la tercera carta que recibía; debo admitir que ya me empezaba a hartar un poco... en realidad, más que hartar, quería saber quién escribía estas cosas y cual era el destinatario correcto.

"Se que aún debo explicaciones amor, no hagas esto, ha sido un Infierno para mí, te necesito más que nunca y no estás... por favor; olvida el pasado y afronta conmigo el presente, te necesito aquí
                                                                               Atte: L.G"

Decía exactamente lo mismo que las otras dos, aún no entiendo a qué viene todo esto, me está irritando un poco, aunque por un lado me da algo de tristeza, el pobre chico parece estar desesperado.

Decidí que hoy haría algo distinto, en vez de ignorar su carta, la responderé mandando otra hacia la dirección que está escrita en el remitente. Entonces, agarré lápiz y papel y comencé a escribir, partía con unas disculpas y seguía con un "no entiendo a qué vienen estas cartas, pero te aseguro que estás equivocado de dirección" y finalmente mis lamentos por su equivocación. Dudé un poco, pero la envié.


Ya pasaron dos días desde mi respuesta y llegó otra, sólo que esta vez venía con el nombre completo, no con sus iniciales. "Liam Green"- Así que ese es su nombre- la abrí rápidamente por curiosidad y decía lo siguiente:

"Lamento la equivocación, la verdad es que no quería molestarte. Pero, nada te costaba responder antes de enviarte las otras dos cartas y humillarme aún más, y ni siquiera con la persona que debía hacerlo, lo siento. Adiós."

JÁ, linda situación, fue con mis mejores intenciones esa carta y ni un gracias recibo, yo creo que por la mini rabia del momento le decidí responder con otra carta. Decía lo siguiente:

"Disculpa señor Liam Green, de mi buena voluntad nació responderle las cartas y ni un gracias me escribe, para la otra apréndase las direcciones o no la cague más con su amada. Adiós"

La envié, y salí por un té. Abajo de mi apartamento había un local que servía una gran variedad de té, y obviamente exquisitos, como yo era una cliente frecuente ya tenía mis descuentos, entonces podía darme mis gustitos cuando quisiera.

-Hola Max- Saludé al chico que atendía, quién era mi confidente, pasaba horas en este local hablando con él, de mi vida, de su vida, de cosas particulares, etc
-Hola Amy ¿Lo mismo de siempre?- Sonrió
-Obviamente- me sirvió mi amado té de hojas con un poco de menta y canela- No te imaginas lo que me ocurrió hace unos días- Reí, él me hizo un gesto para que siguiera- Hace como 4 días empezaron a llegarme cartas, de un tal Liam Green- y le conté toda mi historia.
-Vaya vaya, otra casualidad más, hace como una semana una pareja entró al local discutiendo, la chica me miró y me dijo que por favor llamara a la policía para alejar al chico que venía con ella- hizo una pausa- Y a que tú no te imaginas cómo se llamaba el chico-
-¿Liam?-
-Exacto, bueno, finalmente no llamé a la policía porque el tal Liam se fue del local, la chica me agradeció igualmente por haber sacado mi celular y simular que marcaba el número- se río.
-Así que L.G es violento- hice una pausa- ¿Cómo se llamaba?
-¿La niña? Monique, es de Francia. Y yo tengo su número- Sonrió- Le pregunté si ese novio era alguien agresivo- Hice gestos para que continuara- Sólo me dijo que tenía un mal carácter, alguien irritable, pero de verdad ya la tenía harta, siempre la seguía- Asentí.

Estuvimos toda la tarde conversando, era hora de cerrar, así que Max fue a cambiarse el uniforme para luego ir a mi apartamento. Mientras lo esperaba alguien desconocido se sienta al lado mío. Olía a alcohol.

-Es el peor día de mi vida- Habla el hombre misterioso.
-Siempre pueden haber peores- Le respondo. El tipo levanta la mirada, y se ríe sarcásticamente.
-Nada se compara con este, créeme- habla dificultosamente
-Te lo tendré que arruinar más entonces, están cerrando la cafetería- Le hago un gesto fingido de tristeza, me da risa hablar con gente borracha
-Todo mal- Parece que iba a seguir hablando, pero lo interrumpió su vomito que, afortunadamente cayó en mi cabello.
-PERO QUÉ MIERDA!- grité exaltada, hasta ahí me duró la gracia que me causaba este tipo
- ¿Qué te pasó?- Dijo Max, llegando entre risas al ver mi cabello, aunque la mueca le cambió al ver quién estaba sentado al lado mío -Estamos cerrando, vete-
-Perdón, pero le acabo de manchar el pelo a esta señorita, mínimo tengo que ayudarla- Se sacó el poleron que llevaba consigo, para quitarme el vomito. Yo me alejé un poco, porque la verdad me molesta que la gente me toque y Max lo sabe.
-Yo la ayudo, tú te vas- Cruzó la barra para alejarme del tipo
-Te reconozco- Sonríe maliciosamente el extraño- Tú eres el tipazo que quiso llamar a la policía-
-Si, y si ahora no te largas los llamo de verdad- Así que este es L.G, vaya.
L se levantó, subió sus brazos en señal de inocencia y dijo- Me voy, parece que de verdad mi presencia es lo que hace mal siempre- Y salió por el umbral de la puerta.

Subimos a mi departamento, Max me lavó el cabello, habíamos estado en silencio durante todo ese rato, hasta que finalmente dije-Liam-
-El mismísimo-
-Un tipo curioso-
-Un tipo malo-
-Estaba ebrio, no hizo nada más que un acto involuntario-
-No lo defiendas-
-No lo hago-

Esa noche, Max y yo íbamos a salir, pero justo en ese instante, lo llama Monique, preguntando si quiere hacer algo. Obviamente le dije que fuera, nosotros podíamos salir otro día, así que M se fue y me quedé sola, viendo un maratón de "How I met your mother"

Ya había pasado casi una temporada de la serie cuando se desliza una carta bajo mi puerta, la cojo, veo el remitente y "L.G"  había contestado nuevamente.

Casualmente imparcialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora