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*Poema*

Llora en silencio mi alma solitaria, 
excepto cuando está mi corazón
unido al tuyo en celestial alianza 
de mutuo suspirar y mutuo amor.

Es la llama de mi alma cual lumbrera,
que brilla en el recinto sepulcral:
casi extinta, invisible, pero eterna…
ni la muerte la puede aniquilar.

¡Acuérdate de mí!… Cerca a mi tumba 
no pases, no, sin darme una oración;
para mi alma no habrá mayor tortura
que el saber que olvidaste mi dolor.

Oye mi última voz. No es un delito
rogar por los que fueron. Yo jamás
te pedí nada: al expirar te exijo 
que vengas a mi tumba a sollozar.

Lord Byron

Todo y NadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora