Única Parte

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Sentados bajo un despejado cielo azul se encontraban ellos, sus manos entrelazadas, sus sonrisas transmitiendo lo que sus bocas no decían. Los minutos pasaban lentos, como si fueran capaces de detenerse en ese mismo instante haciendo de ellos un infinito momento, intentando evitar los futuros acontecimientos. Por que capaz el mundo era demasiado bueno para ellos o ellos demasiados buenos para el mundo. Quien sabrá lo que acomplejaba a esos pobres corazones solitarios, tan puros que eran incapaces de soportar su existencia, tan angelicales para un mundo tan corrupto que les era imposible la paz entre tanta guerra.

Aun así, mantenieron sus tan preciadas manos unidas como un símbolo de su amor, demostrando en tan pequeño gesto su gran aprecio por el otro.

Era un hermoso día, había un poco de viento que era mas notorio debido a la altura en la que se encontraban y eso hacía que sea un clima pacífico para sus caóticas mentes.

Llevaban dos años juntos, dos años desde que sus corazones se unieron en sincronía para compartir los mismos sentimientos. Lo curioso de su relación era que nunca se habían besado y no me malinterpreten, ellos se amaban de la forma mas pura que pudiera existir. Sus sentimientos eran tan incólumes para el mundo exterior que veía a estos dos chicos como rarezas de la sociedad que pensaron que ellos eran el error.

Pero ellos no lo sabían.

Entre tanto desprecio ajeno, entre tanto mal no lograron ver que ellos eran los que estaban bien. Que esa era la naturalidad de un verdadero ser humano que no se deja corromper por el mal, que ese era el destino de quienes llegaron a esto mundo pero se desviaron por aquellos que se habían perdido hace mucho.

El mundo era perverso, el mundo era el que estaba ahogándose con sus propias manos e intentaban llevarse consigo a todo aquel que existiera entre sus dimensiones.

­"Tae, ¿tu piensas que la vida es parte de la muerte o la muerte es parte de la vida?" Pronunció el castañito mientras veía como el cielo se teñía de anaranjado, como si supiera lo que ocurriría dentro de horas. Como si fuera una señal.

"La vida es parte de la muerte Jungkookie" Dijo tan seguro que era notorio que ya había pensado en ello.

"¿Por qué?"

"Piénsalo de esta forma. ¿Qué pasa si la vida es como un cuarto y la muerte es esa puerta que no se nos deja abrir? Estamos atados a la vida, bebé, la gente ve la muerte como algo atroz al desconocer lo que hay detrás de ellas. Pero ¿y si en realidad es libertad? ¿si después de ello pasamos a ser parte de las estrellas que admiramos cada noche?"

"Pero las estrellas también mueren, amor..."

"No bebé, las estrellas dejan de brillar. La gente deja de ver su luz pero no significan que ya no estén ahí" Hizo una pausa y soltó un largo suspiro. "Nosotros tenemos la llave Jungkookie, la tenemos desde el momento en el que nacimos hasta el momento que decidimos usarla, el mundo y las personas que habitan en él intentan sacarlas de nuestras manos porque creen tener poder sobre nosotros y sobre nuestras decisiones, ¿eres consciente de eso?. La sociedad nos quiere atar de pies y manos, siendo presos de sus putrefactos pensamientos e ideologías que ven la muerte como algo incorrecto solo porque quieren influir en nosotros. Es una mierda, las personas son una mierda Jungkook, que ven a quienes piensan distinto de mal manera, igual no me sorprende..."

"Amor..." Intento interrumpir el chico que aún sostenía su mano haciendo presión sobre ella cuando vio los ojos cristalinos de su novio.

"Si ellos miran mal incluso a quienes se dejan influenciar por sus propias ideas. Son hipócritas, te sonríen cuando estas frente a ellos y cuando les das la espalda le sonríen a alguien mas. Creen que es necesario desear el cuerpo de alguien para amar a su alma, ven mal el no apegarse a un estereotipo. Odian lo diferente, odian a quienes son únicos. Quieren cortar nuestras alas, quieren matarnos a su manera..." E inevitable se rompió como nunca, las grietas que nunca llegaron a completarse encontrando su principio y su fin en las lagrimas que caían por sus mejillas

Y el castañito que hasta ahora solo lo escuchaba atentamente,procesando todo lo que se le había dicho, mantuvo su agarre y aprisionó entre sus brazos a aquel inocente niño forzado a ser hombre.

Él sabía que llegaría ese momento, siempre supo que un día Taehyung seria capaz de abrirse tanto de mente como de corazón y que solo debería escuchar su desprecio al mundo.

Aunque ya habían pasado por tanto juntos el siempre vio un sentimiento reprimido en sus ojos, como cuando él le hablaba de todo y Taehyung solo lo escuchaba sin dar su opinión. Por eso fue paciente, por eso esperó hasta que sacara todo de adentro suyo para estar seguro de preguntarlo.

"Amor...¿no crees que es momento de que usemos esa llave?" Dijo tomando sus mejillas para que el pelirrojo posara sus orbes sobre él "Juntos, usémosla juntos. Seamos las estrellas que admiramos, que se joda el mundo, que se jodan todos y rompamos el ciclo que quieren imponernos. Forcemos la puerta y seamos libres, salgamos de este cuarto y quebremos los límites naturales para descubrir nuestra libertad. Pasemos a ser pasado en un futuro que se convertirá en presente, que no nos importe el tiempo porque pasaremos a ser parte de él. Salgamos de este cuerpo y dejemos volar nuestras almas, seamos todo y nada, pero seámoslo juntos..."

Taehyung no podía hablar, sentía todavía un nudo en su garganta y sentía sus ojos hinchados por haber llorado, pero no fue necesario expresarse en palabras, porque esos dos niños sentados en la terraza del edificio con la despejada noche estrellada y la luna llena estaban conectados de un modo en el que no se requiere mas que una mirada para entenderse y por eso Jungkook lo supo, por eso comprendió que era el momento indicado.

Sus labios se unieron, complementándose perfectamente y encajando como si hubiesen sido moldeados el uno para el otro. Rompieron por completo sus muros y unieron sus galaxias en una sola frente a las estrellas y la luna como únicos testigos. Se besaron con el deseo de que ese fuera su último recuerdo en esta tierra dejando solo amor detrás de tanto odio, y luego se separaron, juntando sus frentes y entrelazando sus manos.

Estaban nerviosos, realmente lo estaban, pero cierta tranquilidad se apoderaba de ellos al pensar que esto lo harían junto a la persona que mas aman. Solo pensando en eso, solo sintiendo su conexión emocional y física se pararon frente a la orilla del edificio que marcaba el principio de un fin que para ellos era comienzo.

Observaron los fuegos artificiales alumbrando la noche y se acercaron aun mas.

"Feliz año nuevo, amor mío" Murmuro el castañito dedicándole una sonrisa.

"Feliz año nuevo para ti también, amor" Le contestó el pelirrojo devolviendo la sonrisa y volviendo a posar su vista en el cielo.

Y sin más que decir, se dejaron caer.

Formaron parte del viento que soplaba para ser parte de las estrellas que brillarían aún más esa noche.

Quebraron sus muros y abrieron esa puerta que se les prohibió usando la llave que otros pensaron tener.

Y desde ese día, los atardecer fueron más anaranjados, las estrellas más brillantes y el viento más fuerte, porque dos personas dieron su vida en nombre de ellas y de su amor.

Dos personas quebraron los límites impuestos por la sociedad.

Para así encontrar su propia libertad...

Free Together ✿ฺ kth & jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora