NUEVE

4.7K 679 88
                                    

—¿Me alcanzas la salsa, Nami? —Hoseok frente a mí me la pidió. Estábamos en una mesa no tan grande, pero sí él estiraba su mano podía quemarse así que hice un esfuerzo por no hacerlo yo. La olla caliente estaba en su grado máximo y podías verla hervir. Min Yoongi metía su carne y luego se la llevaba a la boca. Nunca había comido ese tipo de comida, pero los cuatro presentes, a parte de mí, parecían familiarizados. Tomé con torpeza los palillos sin saber qué hacer. Hoseok agarró una buena porción de carne cruda y con una paleta evitó que se fuera al fondo de la olla caliente. Esperó unos cuantos segundos antes que los sacara y me diera aquellos trozos de carne— Ten, come Nami. Así no tendrás tanta hambre luego.

Agradecí mientras soplaba la comida. Hoseok era muy atento, pero sabía que no lo hacía con otra intención. Pude ver la risita de Yongsun. Muchas veces me había insinuado que Hoseok tenía cierto interés en mí, pero lo dudaba. Él tenía novia. Me veía como una hermana más. Me veía tal como veía a Jiwoo. Por otro lado, Yoongi era alimentando por Miyeon. Envidiaba su piel, era tan bella y brillante a simple vista. Era pálida, y bella. Miyeon era muy bonita y si observas por sólo un segundo podías notar que ellos sí hacían una bonita pareja. Miyeon era tan chiquita y bonita para Yoongi. También tenía ese aire de misterio y frialdad como el anteriormente mencionado. Realmente parecían congeniar. No eran tan afectivos, al parecer, pero también podía ver la risa de Yoongi de vez en cuando dándoselas.

—¡Argh! ¡Pica! — me quejé puesto que no esperaba que realmente picase. Agarré un vaso de agua y lo tomé mientras Yoongi servía un poco más en su vaso y Yongsun pedía más bebida. Realmente picaba tanto que mis ojos se llenaron de lágrimas. Empecé a tirarme airecito con el fin que el ardor se fuera.

—¿Qué clase de coreana no soporta el picante? —Miyeon dijo, con reproche. Por alguna razón sentía que no le agradaba para nada y no había motivos para ello. Sin embargo no respondí hasta segundos después. Por supuesto, había visto que Yoongi le había codeado suavemente para que se callara. Ella solo frunció el ceño. Hoseok y Yongsun le habían ignorado.

—Tengo poco tolerancia, lo siento por eso— le dije con sarcasmo. Ella rodó los ojos. No sé qué tanto problema tenía conmigo. Hoseok también se picó con la comida y empezó a tomar más agua. Estaba todo rojo.

— Diablos, tiene demasiado picante. —Efectivamente. El muchacho había empezado a sudar así que saqué un pañuelo que siempre cargaba y se lo tendí.

—¿Ese anillo de plata te lo regaló tu novio? —Miyeon me preguntó, señalando mi dedo anular izquierdo. Me lo miré y asentí. —Es muy bello

—Me lo dio cuando cumplimos un año. —comenté. Con Miyeon nunca hablaba de mi vida, solo la de suya de hecho. Era la primera vez que soltaba información no tan superficial. —La próxima semana cumplimos año y medio.

—¡Ah por eso vuelves a Gwangju! —Hoseok intervino, como si relacionara los hechos de repente.

—Sí, solo estaré el fin de semana. Además visitaré a mi familia. —Yongsun, que era la única que sabía de la muerte de Namjoon después de Yoongi,  no dijo nada después de eso, solo me miró, no obstante, Yoongi sí habló.

—¿Cuándo será la próxima vez? Quiero ir también. —Pude observar como Miyeon lo miró con una cara extraña, pero él no se inmutó, es más, siguió hablando. —Quisiera ver a mis viejos amigos.

—¿Tenías más amigos aparte de nosotros en ese entonces?— me permití bromear. Yoongi era algo asocial. Nunca le había visto con alguien más. Él rió con ironía. Así que sonreí. Hoseok también se rió un poco.

—¿Ustedes fueron cercanos de pequeños? —Miyeon preguntó, de repente. Esperé que Yoongi respondiera.

—Algo así, nos hicimos más cercanos por el piano y porque pasaba todas las tardes en su casa. —Yoongi explicó, con nostalgia. Quizá recordaba su vida antes de volver a ser adoptado. Me daba curiosidad, pero no era momento. Quizá los presentes no sabían que había sido adoptado por segunda vez o tal vez sí, pero no lo diría ahí por respeto. —Además Nami ¿Te acuerdas que a veces nos hacías bailar las canciones de H.O.T?  ¡Un horror!

—¡Un horror ustedes porque eran dos troncos andantes! —le dije, recordando las lágrimas que lograban sacarme de la risa. Vi a Yoongi tratando de justificar algo, pero era la verdad.

—Deberías verme ahora entonces— dijo titubeando, pero luego vi que se arrepintió de lo que dijo.

—Así que bailas, eh —me burlé, eso no esperaba proviniendo de Yoongi. Hoseok intervino.

—Eso es gracias a mí, cuando estabamos en preparatoria tuve que obligarlo a que aprenda a bailar para un concurso de salones. Si creía que era un tronco en esa época, no me imagino cómo era antes.

—¡Ya viste! ¡Eres un tronco!— seguí molestando a Yoongi. Él tenía una cara de querer matar a Hoseok. —¿Tienes vídeos de ese concurso?

—¡Ya Hoseok, ni se te ocurra! —Yoongi dijo la respuesta antes de que el mencionado dijera algo. Me reí.

—Yo iba a decir que no, tío— a Hoseok también le gustaba molestarlo. Es que era muy divertido verle frunciendo el ceño y boca.

—¡Yo quiero verlo! —Yongsun dijo, emocionada. Le divertía la situación, pero miré a Miyeon, ella solo me miraba seria. Eso hizo que borrara mi sonrisa. Diablos ¿No podía odiarme por estar celosa o sí?

—¡No se va a ver nada!— Yoongi dijo y pronto Yongsun empezó a quejarse con él. Miré a mi celular de repente. Un mensaje de un número desconocido me llegó. Lo abrí y cuando vi el remitente al final del mensaje suspiré. Maldición, no debía haber dicho que primero se hiciese mi amigo antes de que me invite por un café. Era mi forma decente de decirle que no se acerque. Joohyeok era un dolor de cabeza. Bloqueé mi celular y cogí un poco de carne y verduras, y cuando me los metía a la boca, Miyeon salió con un comentario fuera de onda que por poco me atragando.

—¿Podemos ir a tu casa ya, Yoongi?

Los tres restantes la miramos sin expresión. Yoongi hizo una mueca, pero asintió.  Hoseok quiso decir que se quedaran más tiempo, pero no lo dijo. Quizá sabía cuán pesada era Miyeon. Yoongi se despidió de mano, pero Miyeon ni siquiera me miró. ¡Sí! Definitivamente me odiaba. Antes que la pareja se diera vuelta, Yoongi se acercó para decirme algo.

—Dame tu número, Nam. —Aquel apodo todos los escucharon, así que empezaron a repetirlo en voz baja mientras veía el rostro de Yoongi. Empecé a dictárselo cuando él sacó su móvil. Miré a Miyeon a espaldas de Yoongi y pude verla enojada. No era mi culpa que haya conocido a su novio de pequeña. Cuándo él lo guardó, despeinó mi cabello haciendo que lo golpeé en la mano y se fuera con su novia ni siquiera tomados de la mano. Yoongi solía despeinarme antes de irse, pues era más alto que yo en esa época. En la actualidad apenas nos dividía unos tres centímetros.

—¿Así que Nam? —Hoseok preguntó, moviendo las cejas. Yo bebí agua.—¿En serio fueron muy cercanos? No lo puedo creer.

—Eramos niños. Solo pasabamos mucho tiempo juntos. Diría que fue más cercano a Namjoon. —Yongsun me miró con preocupación, pero Hoseok aún no lo sabía. Así que debía seguir hablando con normalidad — Por eso quiere volver a Gwangju conmigo. Sabe que le daré posada gratis también.

—Ni que Miyeon se entere —Hoseok dijo, al parecer había notado todo la incomodidad presente hacia mí.

—¿Siempre es así con las amigas de Yoongi?— pregunté. Hoseok pareció pensar, pero Yongsun no.

—Sí, así que no lo tomes personal, pronto se le pasará.

Esperaba que fuera así.










Screaming + myg + jjk ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora