Long. 3,720 palabras.
Narra KyungSoo.
Simplemente les digo que he cometido el peor error de mi vida, este error me costará muy caro, es un error que nadie en mi posición debe de cometer, un error que te puede llegar a costar una bella y hermosa amistad que ha sido cultivada a través de los años.
No sé ni cómo paso, o tal vez si, solo sé que hoy en día que nos quedamos a dormir juntos en la casa del otro, cuando mis papás o los de él no están, ya no me siento cómodo como antes, me siento nervioso, siento que la respiración me hace falta en demasía y quiero salir corriendo a buscar oxígeno.
Últimamente cuando lo veo, ya no veo a mi mejor amigo con el que he crecido desde que tengo memoria (4 años de edad para ser específicos), ya no veo el amigo que me regalaba su jugo cuando el mío se derramaba en los recesos del Kinder, ya no veo al amigo que noche tras noche me contaba lo que hacía en la escuela, ya no veo al chico con el que salía a jugar fútbol, ya no veo a mi mejor amigo de la misma forma.
Se preguntarán "¿cuándo se habrá dado cuenta de eso?", bueno pues, no fue hace mucho, verán:
Hace 9 meses fue mi cumpleaños 18 y por haber cumplido la mayoría de edad mis padres me regalaron una hummer plateada, el mejor regalo de la historia. Al día siguiente tenía clases en el instituto, ese sería mi último año allí, así que como tenía al fin mi auto recogí a mi mejor amigo ya que semanas atrás había sacado mi licencia para adultos, como faltaba poco para mi cumpleaños logre sacarla solo unas semanas antes, era lo bueno de que mi padre fuera el dueño de la escuela de manejo. Cuando llegue a su casa él me recibió como siempre, con un fuerte abrazo de oso y un beso en la frente, ese niño había crecido tanto que me podía sacar tres cabezas, recuerdo que antes yo le hacía burla por lo enano que era, teníamos 11 y 10 años cada uno y él aún seguía teniendo la estatura de un niño de 8 años mientras que yo seguía creciendo, siempre me burlaba de él por eso, todo cambio cuando el llego a los 13 y comenzó a crecer como jirafa, mientras el crecía como edificio de New York, yo era el que se estancaba como una pequeña cafetería de Miami.
Íbamos en la hummer dirigiéndonos al instituto, yo cursaba 3ero, mi último año, mientras que él cursaba su 2do año, aun le faltaba un año para salir, él me decía que si hubiésemos nacido el mismo año, habríamos sido compañeros desde Kinder, pero eso no quitaba que siempre nos íbamos juntos a la escuela, si no eran mis padres, eran los de él que nos llevaban juntos a nuestro colegio. Sí, colegio, porque para que tengan una idea, nosotros... Somos de la clase alta, bueno más bien, no nos faltaba nada económicamente para ser francos. Los dos crecimos alrededor de buenas cosas y unos que otros lujos, a pesar de eso no hemos sido nunca niños mimados, ya que así como teníamos nuestras cosas, también teníamos nuestros deberes, me refiero a que si queríamos algo nosotros nos lo ganábamos con nuestro buen comportamiento y notas de la escuela. Creo que por eso nuestros padres se llevaban muy bien, ya que tanto mis padres como los de él eran estrictos y a la vez cariñosos, nos daban mucho amor, nos daban lo que queríamos siempre y cuando cumpliéramos nuestras obligaciones claro estaba.
Llegamos al instituto e hice un excelente aparcamiento, no hubo ni una falla, le levante mi ceja derecha repetidas veces en forma de orgullo a mi amigo, como diciéndole "mira, mira a tu amigo que bien lo hace", él me sonrió divertido y por primera vez en 14 años sentí una extraña sensación al ver esa sonrisa llena de ternura y calidez, ¿habrá sido allí donde me di cuenta? No creo, tal vez en ese momento fue que comenzó a gustarme sin darme cuenta.
Salimos de la hummer para luego ponerle la alarma y dirigirnos a nuestras respectivas clases del día. ¿Saben cuándo me di cuenta que algo extraño pasaba conmigo para con él? Pues fue cuando su novia, de la cual no me había hablado el muy hijo de su hermosa mami, se le colgó del cuello por delante plantándole tremendo beso frente a mí. Mis ojos en ese momento pueda que por escasos segundos salieron de mis cuencas, ya que los abrí de sobremanera que sentí que se me saldrían. Incómodo dirigí mi mirada hacia el edificio de al lado, el cual al parecer ya llevaba unas 4 semanas en construcción, me asombraba la rapidez con la que dicho edificio estaba siendo creado, según me había comentado una compañera de clases ese lugar sería una tienda de mascotas, una sonrisa se asomó por mis labios ya que amo a los animales, más a los perros y gatos, lastimosamente soy alérgico a ambos. Fui interrumpida por mi querido y tramposo amigo que me jaloneaba levemente para que reaccionará de mi ensoñación, parpadee repetidamente para concentrar mi atención en él, me presento a Krystal, quien efectivamente era su novia desde hacía dos días y yo hasta en ese momento me daba cuenta, vire mis ojos en modo de molestia, él sabía muy bien lo que me desagradaba relacionarme con otras personas, más si eran desconocidas para mí, me regaño con su mirada por mi acción, así que hice una mueca de mal gusto para luego hacer un saludo muy propio mío, el cual constaba de elevar mi dedo índice y medio juntos y hacer un tipo saludo muy propio mio. Le dije que lo vería a la hora del almuerzo y me fui dejándolos solos, la tal Krystal no me había agradado por el simple hecho que la primera impresión que tuve de ella fue de "resbalosa" al habérsele tirado encima a besuquearlo.
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I Can't Say You - KaiSoo - Two Shot
FanfictionKyungSoo y JongIn son amigos desde los 4 y 3 años respectivamente, siendo Soo el mayor. KyungSoo siempre ha sido un chico muy reservado y por ende no tiene muchos amigos ya sean varones o hembras, su único y mejor amigo es JongIn, quien siempre lo h...