La elegida por los Mouto.

Capitulo 11. Bienvenidas las vacaciones, el regreso de Tania a Domino.

Capítulo 11.

Bienvenidas las vacaciones: El regreso de Tania a Domino.

—No te vayas Tania-onee-chan—Dijo Syrus abrazándome ya que él y Jaden se quedaban en la academia.

—Si, Tania-Chan no te vayas—Dijo Jaden colgándose de mi pierna. Tenia puesto una remera holgada, junto con una pollera larga y una cartera. Mientras que en mi pelo me había hecho una trenza al costado. 

—Chicos, me asfixian—Dije riendo—No es que me voy por todas las vacaciones es solo una semana, se los prometí, luego vamos a tener una semana más para estar juntos. —Estaba en el helipuerto esperando a que el helicóptero viniera por mí para ir a Domino y encontrarme con mis seres queridos, les había prometido a Jaden y a Syrus que me iba únicamente una semana para pasar lo que restaba de las vacaciones pasarla con ellos.

—¿Y porque te iras con Zane?—Me reclamo Syrus.

—Porque a él lo dejaron ir a mi casa, primero se va a mi casa y luego a la tuya, Syrus a él si lo dejaron—Carcajee.

—Mas vale que no veas a Yugi Mouto—Le advirtió enojado Syrus, Zane estaba con su mochila a mi lado. Alexis se había ido a su casa y ya nos habíamos despedido de ella.

—Llego nuestro transporte—Señale un helicóptero que venía, aterrizo y nos despedimos a Sy y Jaden ambos rogándome que me quedara, pero los Kaiba y Salomón estaban esperándome en Domino. Subimos al transporte y prendió sus hélices, charlamos un poco con Zane, había invitado a Ryo venir a Domino conmigo porque la vez que quisimos comprar nuevas cartas, pero no se pudo entonces le dije que Salomón tenía cartas y que podía comprar nuevas cartas ahí, se quedaría tres días en Domino y luego se iría a su casa.

En el recorrido a Domino, me dormí, pero cuando llegamos Zane me despertó. Como la casa de los Mouto no tenía puerto para helicópteros descendimos en Kaiba Corp... todo estaba igual desde que me había ido. Roland estaba esperando en el helipuerto mi llegada, cuando descendimos del helicóptero vino automáticamente a mi encuentro.

—Señorita Takahashi un gusto volverla a ver. —Dijo haciendo una reverencia.

—Buenos días Roland. Él es mi amigo Zane Truesdale y viene de paseo.