Capítulo 27

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Jamie

Mientras  estamos  abrazados entra mi madre  para ver como seguía Alexia, al verla despierta se alegra mucho y se une al abrazo.

-Me alegra mucho verte despierta Alexia, nos tenías preocupados a todos. No quisimos avisarles a tus padres hasta estar seguros de lo que tenías.

-Perdón señora Lorna por preocuparla, fue una situación que se me escapó de las manos. No se preocupe que más tarde hablaré yo con mis padres. Muchas gracias por ocuparse de mi.

-No tienes nada que agradecer, si quieres me puedes decir solo Lorna, no hace falta que me digas señora. Te veo cansada, porque no descansas un poco y más tarde comes algo que te ayudará a tener más energías.

-Si Lorna me siento exhausta, tengo hambre pero ahora quiero descansar un poco.

-Esta bien amor, descansa que yo estoy acá para cuidarte.

-Muchas gracias Jamie.

Dijo esas palabras y se quedó dormida, la charla y abrir su corazón la dejó sin energías. Ahora su rostro se ve relajado, como si se hubiese sacado un peso de encima al contarme lo que sentía. Tengo que descubrir porque ella tiene tan mala imagen de sí misma y la voy a ayudar a que eso cambie.

-Hijo te traje ropa para que te cambies, porque no aprovechas vas a la habitación de al lado, que te la deje para que la uses, te duchas y te cambias, yo me quedo a cuidarla.

-Está bien mamá, no voy a tardar mucho. Ella me necesita más de lo que cree, ya más adelante te explicaré porque lo digo.

Dejó a mi madre con Alexia, verla que la cuida como si fuera su hija me llena de agradecimiento a mi madre. Me voy a la habitación que me dijo mi mamá, entró en el baño me desvisto y entró en la ducha. Mientras lo hago pienso que ya no la puedo dejar sola, tengo que ir a vivir con ella, quiero cuidarla todo el tiempo y cuando se sienta mejor le voy a pedir que se case conmigo. Estoy seguro que ella es la mujer con la que quiero pasar el resto de mi vida y la amo con todo el corazón. Ya estoy listo, me duche y me cambie, ahora vuelvo con ella.

-Ya estoy acá mamá, me quedo a cuidarla.

-Bueno hijo, en un rato traigo la comida, necesita alimentarse para recuperar energías. Recien le saque el suero y el catéter, para que pueda empezar a comer y que empiece a levantarse aunque sea para ir al baño.

-Muchas gracias mamá por cuidarla tanto, te aseguró que ella necesita que la cuiden mucho.

-Eso es parte de lo que me ibas a contar, que me dijiste hoy.

-Si mamá, ella es una mujer hermosa y dulce, pero no se ve así. Quiero explicarte bien todo, pero acá no, no quiero que piense que traicionó su confianza, ya que es algo que me contó cuando estábamos solos.

-Tranquilo hijo, te comprendo. Estoy segura que me lo vas a contar cuando llegue el momento y puedas. Ahora voy a buscar su comida así empieza a mejorar. Aunque se que con tu cuidado se va a poner muy bien rápido.

Mi mamá se va a buscar la comida, yo me siento en la silla junto a su cama y esperó mientras contempló a la bella mujer que tengo enfrente y que no cree merecer ser amada.

Alexia

Me despierto justo cuando me están trayendo la comida, tengo mucho apetito después de tantos días sin comer. Jamie pone la bandeja sobre la mesita y me la acerca. Hay sopa con trocitos de pan, un puré de calabaza y una gelatina de postre.

Jamie

Me tranquiliza verla comer, eso es bueno, así podrá recuperarse más rápido. Se le ve mejor semblante, hay brillo en sus ojos ahora. En tiempo récord se termina todo y se la ve satisfecha.

-Veo que tenías un poco de hambre. Mi madre me dijo que si te alimentas bien en dos días te dan el alta. Eso sí y no hay discusión, me voy a vivir contigo en tu departamento, quiero estar a tu lado para cuidarte.

-Me gusta mucho y no pienso oponerme a que te mudes a mi casa.

Aexia

La enfermera me retira la bandeja, me felicita por haber comido todo y me recomienda que descanse. Comer me dio un poco de sueño. Nos da a entender que mejor ahora me debería quedar sola, Jamie la mira con mala cara y no dice nada.

-Te vas a ir?

-No amor, no pienso dejarte un segundo sola.

-Tendrías que descansar un poco, yo ahora estoy bien.

-No te preocupes que puedo dormir acá en el sillón.

-Porque no te acuestas conmigo, no quiero dormir sola, necesito sentir tu calor después de tantos días lejos tuyo.

-A ese pedido no me puedo negar, yo también extraño el calor de tu cuerpo. Me quedo a tu lado.

Jamie

Me saco los zapatos, vacío los bolsillos, Alexia levanta la sábana y yo me acomodo a su lado. Ella apoya su cabeza en mi pecho, yo la abrazo, se siente tan pequeña que me rompe el corazón verla así. La acarició mientras se va durmiendo, cuando noto que ya descansa yo también me quedo dormido. Ahora estoy donde quiero estar, a su lado, en mi lugar en el mundo.

Una vez más el amor triunfó y nuestros protagonistas vuelven a estar juntos. Esperemos que su felicidad dure. Nuestra protagonista podrá exteriorizar los sentimientos que guarda y no se anima a contar? 

Un amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora