EPIFANÍA. | Yoonmin +18. [DISPONIBLE EN FÍSICO]

18

Yoongi abrió la puerta de la camioneta y salió observando como el sol comenzaba a alzarse detrás de las nubes, Namjoon bajó casi al mismo tiempo y su vista se posó en el campo que extendía frente a ellos, apreciando el refugio a unos cuantos metros, los suficientes para impedir que los vieran.

―Es hora, apenas escuchen el primer disparo, acaban con todo ―habló Yoongi y tomó la metralleta caminando directo hasta el refugio.

―De acuerdo, nosotros te cubrimos ―dijo Hoseok acercándose junto a Taehyung y Jungkook.

― ¿Qué han sabido de Edán? ―cuestionó el pelinegro.

―Perdimos conexión, pero sabemos que está bien, tuvo que separarse de Jimin ―explicó el pelirrojo. Yoongi asintió.

―Eso significa que ellos ya lo tienen.

Luego de eso se pusieron en marcha, Yoongi iba al frente y el resto de los miembros incluido Seokjin iban detrás de ellos, todos vestían de negro, la cantidad exacta de personas no la conocía, pero sabía con seguridad que repasaban a los enemigos en número. La tierra se levantaba debajo de sus botas creando una espesa nube de polvo mientras avanzaban con determinación.

Los hombres de BS&T se ocultaron varios metros antes entre los matorrales, esparciéndose estratégica y arrastrándose por el suelo evitando ser vistos hasta que fuese el momento, Yoongi siguió su camino solo no sin antes asentir en dirección a Namjoon.

Los miembros de K&S ya se encontraban fuera del lugar, cargando sus armas y esperando la orden de su líder para atacar, Yoongi soltó una risa una risa al verlos y aceleró el paso, sintiendo el peso de su arma en su mano excitarlo cada vez más, la sed de sangre se volvía incontrolable y el deseo de aspirar el aroma de la pólvora lo hacía temblar en anticipación.

Yoongi pasó una mano por su cabello y relamió sus labios, escuchando sus pasos resonar en la tierra del suelo, podía sentirlo cerca, anhelaba tocarlo, sostenerlo y no soltarlo nunca más, quería hacerlo gritar, se estaba volviendo loco, su cordura guindaba de un hilo y tan solo un susurro haría que mandara todo a la mierda.

Se paró a la misma distancia que la noche anterior y esperó hasta que Suho hiciera su aparición. Los enemigos lo miraron intensamente, más sin embargo podía sentir que aun siendo tantos y él solo uno, ellos estaban totalmente perturbados por su presencia.

Suho llegó al frente, arrastrando a Jimin con él, los ojos de Yoongi brillaron al ver la cabellera rosa de su pequeño y se tensó cuando Suho lo lanzó al suelo haciendo que cayera de rodillas al suelo.

Yoongi estuvo a punto de acercarse a Jimin, pero enseguida Suho sacó su arma y apuntó al pelirosa, seguidamente los hombres apuntaron a Yoongi y este observó al líder con burla.

― ¿A qué quieres jugar? ―preguntó el pelinegro tratando de mantenerse sereno.

La mirada de Jimin subió para ver a Yoongi, temblando al ver al chico, deseando correr a él, más sintiendo la presión del cañón en su cabeza impedirle moverse.