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Capítulo Único

Esta pequeña cosita participó en el concurso #OrgulloDeSer de Sweek, no gané ni nada pero quería compartirlo por aquí. Un poco de miel para WP.

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El joven mira nerviosamente al montón de personas que se reunían en la plaza para dar inicio a la caravana, por un lado, está bastante feliz de ser parte de ese gran momento para él y para su novio, pero por el otro los nervios retuercen sus entrañas haciéndole sentir náuseas y como si el aire le faltara. Está listo para eso se repite una y otra vez dejando que su novio termine de enlazar la corona de flores en su cabello que dos chicas amablemente le dieron cuando llegaron al punto de reunión. Sus ojos pasan de las personas vestidas de forma extravagante a aquellos que simplemente llevan bandas o ropa de colores para terminar en los ojos de su novio que le mira preocupado.

—Darius ¿estás bien? —las manos de su novio se envuelven alrededor de sus mejillas impidiéndole bajar la vista, mejor así porque la verdad no cree poder prestar más atención perdiéndose en el torso desnudo de él.

—Tranquilo Magnus yo sólo... —suspira nerviosamente sosteniendo con fuerza su camiseta entre sus dedos tratando de resistir su necesidad de colocársela nuevamente. —¿Estás seguro de esto? Yo no... no sé si... creo que deberíamos volver a casa y sólo verla por televisión cómodamente recostados en el sofá y...

Sus palabras se cortan y su respiración se acelera al sentirse más y más nervioso cada vez, casi puede sentir las miradas sobre sí mismo como sucedió cuando estaba en la escuela. Se aferra a Magnus casi rogándole que regresen a casa, pero este lo detiene separándolo de él.

—Darius, respira hondo —dice con seriedad—, mirame.

Respira despacio profundo concentrándose en él. Desde que había aceptado ser su novio, sino desde que se conocían, había algo en los bonitos ojos laurel de Magnus que hacía que todos sus miedos desaparezcan.

—Si no estás seguro de esto, podemos regresar, pero estabas muy emocionado de venir —el joven deja un suave beso en su frente acariciando su espalda con ternura—, pero no tienes nada que temer ¿de acuerdo? No importa más nada, no eres como te ves Darius.

Magnus se separa de él acariciando su rostro, cada pequeño borde blanco sobre su piel canela bajando por sus hombros y luego pasando a sus caderas siguiendo hasta llegar al centro de su pecho cómo si trazara un mapa por todo su cuero y, de hecho, siempre solía decir que su piel era un mapa que disfrutaba seguir para encontrar todos sus secretos.

—Quién eres está aquí, ¿de acuerdo? Nada más importa, a nadie le importa cómo te ves.

El joven observa a los demás una vez más, viéndolos realmente sin fijarse en las ropas extravagantes, o el maquillaje exagerado o cualquier cosa de las que los demás fuera de todo lo que pasaba allí no entendían y sonríe sintiéndose nuevamente en control. Asiente hacia su novio tomando su mano con fuerza cuándo anuncian que la caravana partiría para unirse a la principal en el centro de la ciudad. Siempre se había sentido acomplejado por su vitíligo, pero ese día, en ese momento, simplemente se concentraría en la emoción y el orgullo que le hacía sentir formar parte de esa celebración.