Los Celos Matan.

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  Ya se me hacía raro, no había visto a Alex hace ya unos días y tampoco pude comunicarme con él. Había ido a su casa, pero nada. Nadie sabía nada de él, hasta que recibí esa llamada de su número, esa que me ilusionó pero, no era su voz. Era la de un policía el cual me pregunto quién era y si podía pasar por la comisaria en cuanto pueda.

  Mi corazón se aceleró, tuve miedo de que algo le hubiera pasado, quería ser positiva pero solo podía pensar en lo peor. Seguí mi mañana intranquila y por la tarde fui a la comisaria. Me recibió el oficial con el cual había hablado por teléfono, me hizo pasar y sentarme en su oficina. Me preguntó cosas sobre Alex, su familia y amistades, yo respondí con lo que pude, pero luego, ya consumida por la impaciencia le pregunté que le había ocurrido. Él se puso serio y sin mirarme a los ojos me dijo: “Lo encontraron muerto, pensamos que fue un asesinato. Lo encontraron el Lunes 2 de julio en la madrugada con cuatro apuñaladas en la zona del abdomen, en el Parque del Loro”. Esto me dejo devastada, me preguntó quién creía que podía ser, pero le dije que no tenía sospechas, que me dejara pensarlo. Habían descartado que sea un robo ya que no le faltaban pertenencias.         Me dijo que podía hablar con una chica que había estado en el parque en ese momento y fue la que llamo a la policía. Les había dicho que solo pudo escuchar voces y visto una silueta de un hombre, pero tal vez hablar con ella podrá hacer recordar a alguien que pudo haber sido.
Zuri, así se llamaba ella, era una chica no muy alta de pelo negro y ojos azules. El policía me dio su número, la contacte y quedamos en vernos en el parque donde había ocurrido todo. Más tarde estábamos en la entrada del parque, la salude, nos sentamos en una banca y luego de un silencio comenzó a contar: “Eran aproximadamente la una u dos de la madrugada, había ido a comprar algo a la farmacia y decidí pasar por el parque. Cuando pasaba cerca de la fuente escuche a unas personas discutiendo, voces de hombres. Apresuré el paso, se escuchaban ruidos y  luego un golpe, como si algo se hubiese caído al suelo, y luego nada. Solo un frio silencio” Dijo mirando el suelo. Le pregunté si pudo ver algo, a lo cual respondió haber visto una silueta. La describió como un chico joven, estatura media-alta, vestido con jeans y una campera con capucha negra, por lo cual no pudo verle el rostro, pero por su contextura mostraba ser un hombre. Dijo que lo vio salir de ahí a paso apresurado mirando a todos lados. Afortunadamente no la vio por lo que pudo ir a un lugar seguro y llamar a la policía.

  Luego de eso nos despedimos diciendo que nos mantendríamos en contacto. Decidí dar una vuelta por el parque, y cerca de la zona que había mencionado la chica se encontraban policías, forenses y algún que otro curioso. Entre ellos pude distinguir a uno de mis profesores, ya que Alex y yo estábamos haciendo una Licenciatura en Criminología y Ciencias Forenses, que irónica que es la vida. Me acerque a él que al verme hizo lo mismo alejándose así un poco de la zona. Me sonrió triste ya que sabía que Alex y yo éramos amigos. Le pregunte si podía acercarme a la zona a lo que el asintió y me acompaño mientras me contaba lo que había podido ver. Me dijo que encontraron muestras de forcejeo, pisadas, y que habían podido encontrar una navaja con la que se cometió el crimen, pero esta estaba en el laboratorio. En cambio me entrego una foto de ésta, para ver si alguien la reconocía, yo agradecí y la guardé. Eche un vistazo más a la escena y pude ver como el cuerpo de Alex estaba siendo llevado completamente tapado por unos forenses. Mis ojos se aguaron, pero no lloré. Juré que iba a encontrar al culpable, y así Alex descansaría en paz.
Al día siguiente fui a la Universidad decidida a encontrar al menos una pista de lo que había sucedido. En el camino iba pensando quien podría ser, pero él era un chico de perfil bajo, no entendía como alguien podría hacerle eso a un chico que nunca le había hecho daño a nadie. Por lo que me había contado Zuri parecía una discusión con alguien al que ya conocía, pero nunca se habían llevado bien.

  Lo primero que hice fue acercarme a su grupo de amigos, les pregunté si sabían algo de Alex a lo que ellos dijeron que no lo habían visto desde hace días. Procedí a contarles lo que me había dicho el comisario. Sus sonrisas se esfumaron, estaban completamente desconcertados con tal noticia. Podía darme cuenta por la sorpresa en sus rostros que  no tenían nada que ver, pero me dijeron que lo habían visto discutir con Matthew Bell. Él era el “rebelde” de la universidad, el típico chico al que nadie quería acercársele mucho por miedo, pero al mismo tiempo todas las chicas babeaban por él. Siempre estaba solo y escuchando música con sus auriculares ignorando a cualquiera a su alrededor. A pesar de todo no tenía malas notas y más de una chica había intentado acercársele, pero él siempre las rechazaba.
 
  Decidí que más tarde iba a tratar de hablar con él y preguntarle si sabe algo al respecto, pero sabía que no iba a ser tarea fácil. Aun así se me hacía raro que Alex no me dijera nada sobre esto.
Unos minutos más tarde entramos a clase, y yo observaba a todos para tratar de ver algo sospechoso, mas no veía nada fuera de lo común. Al estudiar aquí sabia diferenciar comportamientos sospechosos y diferentes pistas que podrían delatar a alguien, así que eso me serviría, o eso espero. Tocó la campana y todos fueron a sus lugares, pero casi al frente de todo se encontraba un lugar vacío. Ese era el puesto de Maximiliano, era el “popular” de la clase. Era el típico con asistencia perfecta, buenas notas, bueno en los deportes, en fin el “chico ideal”. Lo único de malo era su mente cerrada, pero en si todos lo querían, era un “buen chico”. Se me hizo raro no verlo en clase, nunca faltaba, pero no le di mucha importancia. Todo esto me hizo recordar a Alex, el, aunque no muy bueno en los deportes, era el mejor en el resto de las materias, se notaba que esto le gustaba, tanto que cuando terminamos la carrera fue nombrado el mejor,  y ahora que estábamos cursando la licenciatura no se quedaba atrás. A pesar de esto no era muy popular gracias a su personalidad tímida e introvertida, todo lo opuesto a Maximiliano.

  Me distraje pensando en eso por lo que me sorprendí cuando tocó la campana. Camine por los pasillos en busca de Matthew y lo encontré en una de las máquinas expendedoras. Éramos los únicos en el pasillo ya que la mayoría estaba en la cafetería. Al escuchar mis pasos se giró unos segundos a verme y luego volvió su vista a la máquina. Se le notaba más serio de costumbre, con ojeras e incluso sin sus auriculares. Yo camine hasta quedar a su lado, él simplemente tomo su refresco de la máquina y se volteó “¿esto es tuyo?” le pregunte sacando la foto de la navaja, el miro de reojo la foto “No” dijo seguro volviendo a caminar. Unos pasos más yo volví a hablar: “¿Qué sabes de Alex?”. Él paró en seco y preguntó “¿Qué con él?”. Hubo un silencio corto “Está muerto” dije con la voz levemente quebrada y los ojos cristalizados. Vi cómo se tensó para luego darse vuelta y caminar unos pasos hacia mí. “¿Qué?” Pregunto con un hilo de voz, su ceño fruncido con confusión, mirándome a los ojos. Se lo repetí para luego relatarle exactamente lo que me dijo el comisario. “¿Quién fue?” fue lo único que dijo mientras miraba el suelo con los puños cerrados. “Eso es lo que quiero saber" dije riendo irónicamente. Él me miro y me preguntó si en serio pensaba que él podría hacer eso, yo me quede unos segundos en silencio. Baje la mirada y le dije que sus amigos lo habían visto discutir con Alex a lo que él respondió “yo nunca podría hacerle daño”, lo mire sorprendida, en su voz se notaba cariño pero tristeza a la vez, tenía los ojos cristalizados a lo que él simplemente volteo la mirada. Me sorprendió verle así, hasta que me di cuenta de lo que estaba pasando. “Ustedes…” dije con algo de asombro a lo que él me miro, suspiro y asintió levemente para luego bajar la cabeza.

  Suspire pasándome las manos por el rostro, si no era él, ¿quién? Fuimos a sentarnos a una banca cercana, le comente un poco más lo q había pasado y le pregunte si sabía de alguien que pudiera hacerle algo. Él lo pensó unos segundos pero luego me miro seriamente y dijo “Davis, Maximiliano Davis”. Me contó que una vez los había encontrado juntos, desde entonces Max lo molestaba con sus amigos con comentarios homofobos, pero ellos no podrían decir nada ya que si no se enteraría toda la universidad. Además ellos siempre habían tenido cierta competitividad, o al menos Max, ya que Alex siempre le ganaba en todas las materias, siempre tenía mejores notas, era el “ejemplo a seguir” y eso no le gustaba para nada a Maximiliano. También me dijo que Alex últimamente estaba raro, distante, y por eso habían discutido.

  Dijo que me acompañaría a hablar con Max luego, a lo que le dije que no había ido a clases hoy. Toco la campana y nos dirigimos a clases. Nos sorprendimos al ver a Max con sus amigos, pero a él se le veía más tenso o tal vez nervioso. Miré a Matthew y el me devolvió la mirada, ya habíamos encontrado al culpable.

  Convencí a Matt para que no hiciera nada, y al salir de clases nos dirigimos a la comisaria para comentarle lo ocurrido al oficial. Luego de eso no lo volvimos a ver por un largo tiempo, y Alex finalmente pudo descansar en paz.


Semanas después en el periódico

“CELOS MORTALES, un joven mató a uno de sus compañeros. Confesó que le atraía pero él tenía pareja, para disimular, solía molestarlo con sus amigos, en algunos casos golpeándolo “por marica” y “cerebrito” entre otras.
Al parecer el armario es más peligroso de lo que se piensa”













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Espero les guste 💚 fue un trabajo pedido por la escuela "cuento policial".
No pude actualizar mi otra historia por estar ocupada con la escuela sorry 💚
Pero les traigo esto 💚👌

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