Te Conquistare Aunque Me Cueste La Vida {Diabolik lovers y tu}

OCHO

–Haii~– calló el chico y empezaron a escucharse ruidos extraños, que la chica conocía bien... Gemidos

Ambos chicos estaban shockeados por lo que estaban escuchando, porque joder... Esos gemidos no se escuchaban nada mal

Una risa escandalosa llamo la atención de los precentes sin dejar de detener aquellos gemidos

–Estupido rubio– río la chica –Deja de gemir, si sigues así te iré a violar– comento la chica con diversión, olvidando por completo aquellos estúpidos vampiros

–Lo siento Tn-chan– hablo la persona con una extraña voz

–¿¡Ahhhh?!– ambos vampiros gritaron eufóricos, esa voz... Esa voz era...

–¡¿U-Un chico!?– gritó el pelirrojo
–¿Porque un chico te gime? ¡Ore-sama no lo permitirá!–

–Nee bitch-chan... Deja de juntarte con pervertidos–

–ohh~ gomene, pero tn-chan es mía y nunca se alejara de mi~–

–¿¡Ah?! Qué estás diciendo, ¡¡escucha tu!!– el pelirrojo en un ataque de ira intento agarrar el teléfono pero TN fue más lista y lo esquivo

Está quito el altavoz y le saco la lengua al pelirrojo tirado en el suelo

–Nee~ Tn-chan deberías arreglar tu bocina, casi no se entendió a los ukecitos lindos–

Está suspiro –Lo se, tampoco se escuchaba muy bien tu voz– sonrió de lado –pero vendrás a verme ¿No?–

–Por supuesto gatita~ sabes que iré a verte a ti y tu nuevo trabajo– rio con levedad –bueno Tn-chan debo irme, la vida de un ídolo nunca termina–

–Adios Kou, cuídate–

La llamada fue colgada, causando que los precentes miraran a la chica con indignación

–¿Acabas de decir Kou?– pregunto el castaño con el ceño ligeramente fruncido

–No, dije rubia, ahora... A la mierda de aquí estúpidos– grito mientras sacaba ambos hermanos de su habitación

Está suspiro, camino hasta su cómoda cama y se tiró ahí mirando el techo... algo no estaba bien y ella lo sentía

–Haru... Te necesito– murmuró antes de caer en un profundo sueño

(...)

Tn estaba en un prado grande de flores, tenía aproximadamente unos 10 años, está tenía un lindo vestido color azul claro

–haru, juega conmigo– sonrió la chica mientras tomaba la mano del chico que sin chiscar nada acepto gustoso

Así ambos chicos de 10 años jugaban en el prado, sin importarles nada, se olvidaron de todo y todos

Era en esos tiempos donde los deseos se cumplían, los sueños volaban, las tormentas eran solo un día de lluvia y solo eran ellos contra el mundo...

Continuará...
¡Hola! Volví para quedarme ¿Me extrañaron?