Parte 1

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Un día común y corriente en una clase de preparatoria común y corriente con alumnos comunes y corriente junto a su profesora común y corriente, diría yo; un día muy común y muy corriente. Soy el chico nuevo de la clase y creo que también de la ciudad, pues me he mudado a ésta ciudad hace 5 días y he empezado a ir a clases hace 4 días. Vine con mí madre a la ciudad vecina en la cual antes residíamos porque según ella, la estaba persiguiendo una "extraterrestre lesbiana". La verdad no me molesta el haberme mudado, la ciudad donde vivía antes era más pueblerina mientras que ésta es más moderna, además, uno de mis "hermanos" que vivía también en la otra ciudad se había mudado para acá hace dos años, y la verdad nunca perdí el contacto con él a través de un chat cibernético, sí, nunca lo perdimos porque éramos tres niños que hacían todo tipo de actividades juntos, nos criamos y crecimos como hermanos. El último se quedó en la otra ciudad, pero hasta ahora no hemos cerrado el Chat, porque aún lo esperamos a él.

Paredes azules son aquellas que decoran el aula junto a las fotografías de la hija de la profesora, nadie sabe el por qué lo hizo pero a nadie le importa, además la hija de la profesora es muy bonita. Aunque es algo tedioso puesto que hay 749 fotografías y es como si todas te miraran fijamente, y del por qué sé cuantas fotografías se encuentran en éstas cuatro paredes es porque siempre está aquel chico que no tiene nada que hacer y hará cualquier cosa para llamar la atención o éso he visto de él en el poco tiempo que le conozco, sí. Aquel joven llamado Zambrano contó todas y cada una de las fotos y un día mientras todos estábamos en silencio haciendo un análisis sobre "¿Por qué los monos prefieren un plátano antes que una naranja?", gritó de repente rompiendo el silencio; '¡749!, ¡7...4...9!'. La profesora Kathleen inmediatamente se dió cuenta a que se refería Zambrano, con pasos fuertes se acercó a él y en lo que todos creíamos que acabaría mal, ella simplemente extendió su mano a él y le dió 20.000bsf y le dijo: 'Tienes una semana libre, si hay alguna que otra actividad te pondré un 20'. Zambrano el fastidioso y, fastidioso creo que le queda corto, siguió yendo a clases en su semana libre. Claro, librándose de las actividades. Mucha gente murmuraba que por fin tendrían una semana sin Zambrano, pero no, ése no fue el caso.

Estamos en clase de aritmética viendo el complejo tema, "tipos de narradores", cuando de repente toca la puerta un alumno de la institución asomando su cabeza por la misma.

-Profesora, buenos días –dijo el alumno dejando la boca abierta en forma de aro.

-Sí –dijo celosamente la profesora.

-Ok –dijo el alumno cerrando la puerta.

Nadie entendió el diálogo de aquellos dos, además, ¿qué hace un alumno hablando con un profesor de otra clase?. Una vez terminada todas las asignaturas me dirigí hacia mí casillero, recogí mi celular y caminé hacia la salida. Cruzando por un pasillo entendí el diálogo de la profesora y aquel chico de otra clase, se estaban besando muy apasionadamente aunque me pareció más asqueroso que apasionante. La profesora me vió y se exaltó un poco separándose del joven.

-No hay de qué preocuparse, no diré nada –le dije a la profesora con una falsa sonrisa.

Apresuré mí paso y caminé lo más rápido posible, hasta que por fin salí de la gran edificación que establece mí escuela, la cual no por presumir, pero es de gran renombre: "Star Wars". Así se llama la escuela, dicen que el fundador era un poco fanático, pero no lo creo.

Me dirijo hacia la casa de mí "hermano" que en realidad tan sólo era mí vecino de la otra ciudad, que por cierto, él fue el que me invitó a estudiar en Star Wars y en los cuatro días que van de clase no sé nada de él.

Llegué a su casa, toqué la puerta, esperé un rato... y más de lo esperado. Aunque siendo él, no fue mucho, la verdad. De repente la puerta se abrió con un fuerte jaloneo haciendo que ésta misma chocase contra la pared y tras la hazaña de fuerza había un hombre pelón pero con una frondosa barba, era Ulises, el papá de mí mejor amigo, que por cierto se encontraba desnudo.

-Usa condones, no querrás terminar como yo –Tras decir ésto Ulises salió corriendo por la casa como todo un loco.

Cerré la puerta de la casa, la verdad no estoy sorprendido, ésto ya había pasado en la otra ciudad. Subí por la escalera al segundo piso y abrí la puerta del cuarto de mí mejor amigo, tras la entrada se encontraba Alexis "el chico amarillo" o así le decían por el característico color rubio que resalta no solo en su cabello, sino en su cuerpo también. Estaba jugando con una pelota de béisbol y un guante.
-¡Oh!, tiempo sin vernos Oliver, amigo mío.

-Qué tal estás, Alexis –dije acercándome a él para chocar su mano.

-Llegué hace cinco días, estaba en el campo con unos primos vendiendo condones usados, tal vez algún día te los presente, son callados pero buena gente. La verdad aún no pensaba volver, solo volví porque los padres de mí novia me llamaron a mí celular diciéndome que ella estaba embarazada, pero solo era una mentira. A través de unos exámenes descubrimos que el hijo que está esperando es del albañil, que por cierto, es su primo. Así que terminé con ella.

-Me parece muy razonable –dije entre carcajadas.

Alexis se encontraba sin camisa, así que tomó una camiseta de su ropero y se la puso.

-Acompáñame –dijo Alexis saliendo de la habitación.

Salimos por la entrada de la casa que por alguna razón ya no estaba.

-Se robaron la puerta otra vez –suspiró levemente Alexis-. Ya van dos veces ésta semana –dijo sonriendo.

-¿Para dónde vamos? –Pregunté ignorando lo que había dicho Alexis antes.

-Bueno, -suspiró nuevamente y siguió hablando-. Si tienes vida social, sabrás que hoy en día está de moda hacer retos o como dirán los del Norte: "Challenge". Una amiga que conocí por la red decidió hacer el reto estúpido o como dirán los del Norte: "The stupid challenge". El cual trata sobre subir a un edificio, ponerte en la orilla de la terraza junto a un recipiente lleno de agua con una taza pequeña dentro, echarte sobre el cuerpo alcohol, con un encendedor prenderte a ti mismo en fuego y con la taza echarte agua para apagar el fuego lo mas rápido posible. Ella lo grabará todo y lo subirá a Youporn.

-¿Y ésto en qué nos concierne? –dije apresurando el paso para alcanzar a Alexis.

-Bueno, ella sufre de vértigo. Creo que cuando vea la orilla se caerá y quiero salvarla ya que su familia tiene dinero –dijo Alexis dando vuelta empezando a caminar de espalda.

-Así que Internet es la razón de ésas calamidades que tienes por novias. Melissa, una de tus tantas y diversas novias fue noticia viral, pues, mató a sus padres y a los vecinos con un simple queso rancio y un consolador.

-A veces la visito en prisión –dijo con una leve sonrisa.

Tras una larga travesía llena de sudor y un dolor de piernas que empezaba a hacerse presente, llegamos al edificio en el cual subimos por las tumultuosas escaleras con una prisa sobrenatural. Me sentía desfallecer mientras que Alexis seguía corriendo con un estilo tan vivaz y de vez en cuando trataba de animarme a seguirle diciendo: "piensa en el dinero de su padre". Mí vista un tanto borrosa vió como se detenía Alexis, alcé la mirada y me di cuenta que sí, habíamos llegado. Abrió la puerta lentamente y la cerró enseguida.

-¿Qué pasa? –pregunté un tanto exaltado.

-Ya se cayó, vámonos antes de que llegue la policía –Dijo Alexis sin sobre salto alguno.

                             

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Holaa!  espero que les guste la histora.

Y diganme si quieren que le siga o no le siga para ver si le sigo o no le sigo:)

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⏰ Last updated: Sep 27, 2018 ⏰

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Harold, Alexis y ted. Una historia para morir.Where stories live. Discover now