Estaba bastante cansada, mi día al fin había terminado y lo único que quería era llegar a casa, mi cuerpo me dolía muchísimo, ¿Por qué se les ocurría dar clases de gimnasia un lunes? Después de un genial fin de semana no podía tolerar esto. Llegue a casa, tire mi mochila al suelo e inmediatamente tome un poco de agua de una de las botellas que había en mi heladera.
_¿Mama?_ Pregunte en un leve grito.
Al no obtener respuesta me alivie, hacía mucho no estaba sola y tranquila en mi propia casa.
Guarde aquella botella de agua para no recibir regaños de parte de mi vieja después.
Entre al baño y me quite la ropa para entrar en la ducha, había sudado mucho y no era mi plan quedarme así.
Me gustaba mucho la música indie, sobre todo de bandas Argentinas, estaba en mi último año de secundaria y quería aprovechar lo máximo posible las pocas responsabilidades que tenía hasta ahora.
Estaba enamorada de un chico, que prácticamente ni siquiera me hablaba, pero aún así no quería perder ningún tipo de esperanza con él, siempre había sido mi primer amor y estaba dispuesta a tener algo con el. Su nombre era Gonzalo, alto y rubio, y de un físico envidiable, antes que yo, habían más chicas esperando por el.
Sali del baño envolviendo mi toalla por mi cuerpo, yendo directo a mi habitación.
Mis gritos se escucharon por toda la casa. Un chico de estatura mediana y un pelo lleno de bucles estaba durmiendo en mi cama, jamás había estado tan asustada. ¿Quién era? ¿Por qué estaba ahí? ¿Y si quería matarme?.
Entre tanto pensar sus ojos y su mirada con ojeras se empezaron a abrir de par en par.
_Perdóname, no te quise asustar, tú vieja me dejo dormir en esta cama, mi nombre es Lorenzo ¿Y el tuyo?_
_No te importa, salí de mi pieza ahora mismo. Encima andas encuerado, sos un desubicado._ Le dije. En ese momento salió rápidamente de mi habitación. Estaba despeinado y sin una remera, había prendido el ventilador de mi pieza, de seguro tuvo mucho calor.
En ese momento llamó a mi mama para que me explicara la situación, esto no iba a quedar así.
No respondia mis llamadas, iba a interlo mas tarde. Tome mi ropa y me cambie rapidamente.
Toc toc. Desde el otro lado de la puerta.
_¿Qué queres pendejo?_ Le respondí cortante.
_Te dije que me llamó Lorenzo, ¿Me devolves mi remera?_ Dijo algo timido.
Seguí acomodando mi ropa y mi habitación, luego le entregaria su remera.
Sali finalemente de ahí para darle lo que me pedía, se había ido.
_Y ahora donde se metío_ Pensé.
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Espero que les guste, haganme saber si quieren que siga con la historia.
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DAFNE «toto ferro»
RomanceNunca entendí el porque de ciertas cosas, estaba cansada, padecía de un gran agotamiento emocional, se acercaba y me plantaba un beso antes de dormir, no decía ni una sola palabra, me había dejado atrapada.