Sonrie solo para mi

Ella está hablando con él de nuevo. ¿Por qué ella siempre esta solo con él?

Los ojos de color bicolor daban una mirada fría por la esquina de uno de los edificios del reino de Sindria, donde se podía ver a la hermosa y perfecta Morgiana conversando con una sonrisa siempre encantadora con el animado de Alibaba. Este hablaba de manera bastante animada, moviendo sus manos mientras le contaba algo a la peli rosa que valía para que le sacara una suave risa a la Fanalis.

Cuando el rubio se acercó para retirar un mechón del cabello de la dama, Hakuryuu se vio rojo de la furia.

Necesito encontrar la forma de detener esto. Ella debería estar conmigo. Solo conmigo.

Con eso en mente, pinto una sonrisa agradable en su rostro antes de salir de su escondite, paseando de manera casi perezosa hasta donde está el par de amigos aun de pie. No quería alarmarlos o hacerles notar su presencia aún.

. - Y entonces, ¡Aladdin y yo. - Se detuvo por un momento para encontrarse con el príncipe Ren, mientras este se detenía junto a ellos con una amplia sonrisa en el rostro del rubio. - Hakuryuu, finalmente estas despierto. Dormiste un muy buen tiempo, ¿eh? -

Hakuryuu reprimió las ganas de querer rodar los ojos. - Me levante algo tarde. - Trato de responder de una manera agradable pero cortante a la vez, mientras que sus ojos iban dirigidos hacia la belleza que poseía la de cabello magenta. Morgiana fácilmente era la chica más hermosa que había visto en toda su vida: tenía un encanto exótico por sus raíces, era tan fuerte y tan independiente. Era la chica perfecta, o al menos para él así lo era.

Y el rubio alzo una ceja lentamente antes de preguntar. - ¿Por qué te levantaste tan tarde? -

. - Me quede leyendo en la noche. - Mintió despreocupadamente mientras se encogía de hombros. En verdad, había pasado la noche pensado e ideando formas de poder conquistar a Morgiana. - De todos modos, tengo que pedir prestada a Morgiana un momento. No te importa, ¿verdad? - Pregunto. Es mejor que no te moleste para nada. Agrego en su mente.

. - Claro, igual debería irme de todos modos. Le prometí a Aladdin que él y yo almorzaríamos juntos. - Les mostro una brillante sonrisa a ambos. - ¡Hablaremos más tarde, Morgi! -

La sonrisa de la peli rosa como respuesta fue absolutamente radiante, y provoco que los celos empezaran a arder en el cuerpo entero del príncipe de cabello oscuro. Nunca había visto su sonrisa, dedicada para él hasta ahora.

. - Esta bien, te veré luego. - Agrego, la de ojos rosados.

Una vez que el rubio se fue, la Fanalis presto su atención a Hakuryuu, quien ya la estaba mirando, desde que había llegado. - ¿Para qué me necesitabas? - Y aquella sonrisa tan encantadora desapareció, siendo remplazada por una mirada ligeramente más curiosa.

Por favor, Morgiana, sonríeme de la misma forma que le sonríes a él. Aunque sea solo una vez.

. - Solo quería hablar contigo. ¿Vienes? . - Le pregunto, extendiendo su brazo hacia ella en forma de gesto caballeroso. Ella se encogió de hombros ligeramente en respuesta, permitiendo que su brazo le diera vueltas y así la llevo a un lugar más apartado, donde ambos pudieran hablar sin ningún tipo de interrupciones.

. - ¿Algo te está molestando, Hakuryuu? - Ella le cuestiono una vez que se detuvieron en un pequeño pero hermoso jardín en los terrenos del castillo del rey Sinbad, los dos tomaron asiento lado a lado en la exuberante hierba verde, mientras pequeñas flores les rodeaban.

Agito su mano con desde. - No, en realidad no.- Solo tu relación con Alibaba, eso es. - Ustedes dos son muy cercanos, ¿no? . - Más que nosotros, más de lo que me gustaría