Buena Conducta [Mirio x Lectora]

3. Las manos son de lava

-¡Ya llegamos! Vaya viaje

Mirio actuaba tan entusiasta como siempre. Tú y Midnight se habían puesto de acuerdo para contratar el mismo camión de mudanza, y el chico se había ofrecido a acompañarlas para ayudar a llevar y descargar sus pertenencias en las nuevas habitaciones de los profesores.

Por el orden en que subieron todos, habías corrido la atroz suerte de terminar sentada junto a Mirio en uno de los estrechos asientos traseros, casi totalmente apoyada en uno de sus tonificados brazos. A pesar de tus increíbles esfuerzos por no acalorarte ante la forzosa cercanía del rubio, los nervios te estaban devorando viva, y sólo podías suplicar mentalmente para que esto acabara lo más pronto posible.

Ni siquiera te bastaba haber venido junto a Midnight para no estar a solas con Mirio: También te habías sentido en la necesidad de pedir ayuda casualmente a Tamaki, que no pudo negarse.

-No son tantas- Suspiró con alivio el chico de cabellos azules al observar el pequeño montón de cajas y baúles en la parte trasera del camión.

-¡Empecemos! No vamos a tardar nada- Dijo Mirio animadamente.

Los cuatro se pusieron en movimiento.

-¡Cuidado! Tengo algunas cosas delicadas allí- Le gritó Midnight a Tamaki mientras se alejaba escaleras arriba con una de sus cajas a toda prisa.

-Ya me imagino que tipo de cosas- Le dijiste a Nemuri burlonamente cuando los chicos no podían oírlas- Probablemente tu biblia

-Uff, como me conoces- Miró desanimadamente hacia la fachada del edificio- Va a ser difícil ponernos cómodos aquí

-Pero juntarnos para ir todos de copas no va a ser un problema

-Es verdad- Dijo ella sonriente.

El tiempo se te pasó muy rápido entre bromas y conversaciones con Nemuri y Tamaki. También te cruzaste un par de veces con Mirio, pero sólo intercambiaste un par de palabras con él.

Antes de que lo notaras ya sólo quedaba una caja que llevar a tu cuarto, la cual te apresuraste a tratar de levantar y subir lo más rápido posible. Te sentías tan aliviada por estar a punto de terminar la mudanza que no notaste que Mirio se había acercado a la caja por la dirección contraria y pretendía hacer lo mismo que tú.

Al acercar tus manos a la superficie de la caja, tus dedos no se encontraron con los ásperos bordes de cartón sino con algo mucho más suave.

Podrías jurar que tu corazón se detuvo por unos momentos al palpar la cálida piel de las manos del rubio. Sólo te tomó una fracción de segundo notar lo que había pasado: Mirio había tratado de tomar la caja antes que tú, y había terminado con tus dos manos presionadas firmemente sobre las suyas.

En ese momento no pudiste controlar tu impresión: Resollaste y te apartaste de él de golpe, como si sus manos estuvieran al rojo vivo.

-Oh ¡Lo siento, sensei! - Se disculpó el chico ante tu reacción tan alarmada.

-No pasa nada, Mirio- No fuiste capaz de siquiera mirarlo a los ojos- Voy...a tomar agua

Le diste la espalda y te alejaste de él a paso veloz, con toda la intención de desaparecer en ese mismo instante. Aquello había sido demasiado tenso.

Al acercarte a la entrada del edificio, ya a varios metros de distancia de Mirio, te topaste con la mirada confusa de Nemuri. A juzgar por la posición de la pelinegra, había logrado ver todo lo que acababa de pasar entre él y tú.

Un nudo monumental se formó en tu garganta. Sería mejor ir preparándose para dar algunas explicaciones.

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Notas al margen:

Demasiadas gracias a Dam_Cipher_07 por esta portada tan mona. A usted le amo <3