Capitulo I

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Edward recién se levantaba hoy.

Eran las 12:50am, pero, vamos, Que importaba? Era verano. Nada de que preocuparse. Además, no era nada más por que si, anoche se había desvelado hasta las 4 de la madrugada... Leyendo.

Jennifer También apenas se levantaba, después de otra desvelada como de costumbre desde que se salio de la preparatoria... Hace dos años.

Según ella "era perder mucho de su valioso tiempo" y, según su mamá "Daba igual" . Solo que aquí era diferente, mientras Edward se desvelaba por leer.. Jennifer se desvelaba en fiestas, donde no podía faltar alcohol y sexo.

Esta mañana ella estaba especialmente preocupada, ya que ayer le dieron a probar 'magia' como todas las veces que iba, solo que ahora.. Había aceptado. No podía creer que hubiera hecho eso.. Pero.. Ya no aguantaba más.

Su vida se basaba en mierda, y mas mierda. De todo tipo: Desinterés de parte de su madre. Recuerdos dolorosos sobre su padre, demasiado interés por parte de sus amigas.. Y no, no hablaba de que les interesara a sus amigas, a ellas solo les interesaba su dinero.

Ya no soportaba seguir fingiendo que le encantaba comprar ropa (mayormente para sus amigas). O zapatos, o ir a ligar a algún bar para terminar teniendo relaciones con cualquier muchacho guapo, solo para sentirse.. Un poco querida. Ya que eso, era lo único que no tenia en la vida. Tenía una mansión, un lamborghini, un cuarto gigante con baño privado, terraza, un cuarto aparte solo para su ropa y zapatos, sin incluir todos sus accesorios.

Tenia muchos amigos y amigas.. Bueno, muchos interesados e interesadas.

En fin. Una "vida de ensueños".

Y pensar que hoy tenia que salir a el CC con esas hipócritas...

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Después de cambiarse, Ed bajo a ver lo que su madre había dejado de almorzar para el. Cuando llego a la mesa vio una nota. La abrió y decía con una caligrafía muy fina;

" Buenos días Eddy, creo que estarás buscando algo de comida para almorzar. Hay algo en el refri cariño, Nos vemos en la tarde."

Ed se extraño por esas palabras tan.. Maternales, ya que casi nunca lo llamaba cariño. o Eddy. Aún así abrió el refrigerador y, en efecto. Había algo. Otra nota. La tomó entre sus manos ya algo asustado, porque su madre tampoco acostumbraba a dejar ese tipo de notas. Pero en cuanto la leyó su preocupación desapareció, e inmediatamente lo suplantó una carcajada. La nota decía

"Edward, si tienes hambre, Aquí hay huevo, leche o todo lo necesario para que te hagas de almorzar. No seas un holgazán hijo. Te quiere, tu sensual madre."

Ah.. Esa si era su madre.

Le hizo caso, ya que moría de hambre y empezó a hacerse de almorzar. Cuando termino se sentó tranquilamente mientras comía y veía las noticias, se aburrió a los 5min. Y le cambio a las caricaturas.

Que? El que tuviera 18 años no le quitaba para nada lo divertido a.. OH POR DIOS! SE EMPEZÓ SCOOBY DOO!

-Siii!!! Amo a ese perro gigante que habla!- Grito Ed a la televisión aún con comida en la boca y le subió al volumen.

Acabo su desayuno y lavo todo lo que había ocupado.

Vio el reloj y se dio cuenta que tenia que ir a buscar trabajo. Le prometió a su madre buscar un trabajo de verano y ya había pasado una semana. Se lavo los dientes, se miró por ultima vez al espejo y se guiño un ojo a el mismo, para después salir de su casa.

Iba caminando esperando a algún taxi y cuando lo vio, empezó a brincar y gritar que parara, como si fuera un naufrago en una isla perdida, y llevara años ahí, para que el barco (en este caso el taxi) lo rescatara. El hombre lo miro extraño, pero, Trabajo era trabajo.

Ed se subió en el asiento del copiloto y como si el taxista fuera su amigo de toda la vida, lo saludo efusivamente.

- Pedro! Tanto tiempo! Como esta la familia? ...Bien? Que bueno!! Oye, Juan, podrías llevarme al centro comercial? Ya es hora de buscar trabajo para mantener a la familia y esas cosas, ya sabes, además mi madre ya no puede sola, ya esta algo anciana.... -

Ed seguía y seguía hablando sin parar a ese hombre desconocido, que solo trataba de ignorarlo para no asustarse más. Aumento la velocidad para llegar rápido al destino de aquel muchacho tan jodidamente raro, y poder deshacerse de el.

Llegaron en menos de 5 min. Al centro comercial, pero Ed no paraba de hablar y el taxista ya estaba exasperado.

-Son $20, muchacho. - Le dijo con voz rasposa y amargada, lamentándose internamente por no haber terminado la carrera y terminar en este trabajo, soportando a niños raros como lo era ese que no paraba de hablar.

- Oh! claro! Aquí tienes Toño! - dijo Ed mientras le daba el dinero a el taxista, que lo miraba como bicho raro.

En cuanto Ed bajo del coche el taxista arranco a toda velocidad, sin darle tiempo de al menos agradecerle.

Le resto importancia y camino hacia dentro del CC.

Empezaría a buscar trabajo.

Y lo encontraría.

Si, o si.

"No Fue El Destino."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora