Volví todas las noches siguientes y a la luz de la luna corría hasta la puerta del cementerio con la esperanza de volver a verla. Pero nunca sucedía. Tampoco perdía la esperanza y aunque la había visto una vez sola y no sabía nada de ella, no podía dejar de pensar en esos ojos color miel y en esos labios de pétalos de rosa, la amaba, me estaba enamorando y era algo nuevo en mi persona.
Estuve un mes corriendo y todos conocían mi historia, muchos me saludaban, otros me decían que me olvide de eso, pero yo no podía, era demasiado lo que sentía por ella y de repente una noche de luna llena volvió a la plaza. La vi y quede inmóvil otra vez.
-Me dijeron que me estabas buscando- dijo la chica de los ojos más hermosos que haya visto jamás.
Le conteste que tenía que volver a verla una vez más. Me preguntó por qué y no tuve más remedio que decirle la verdad.
-Me cambiaste la vida Emily- le dije, era la primera vez que sentía algo así por alguien y a gritos le dije que la amaba y que no la conocía mucho pero durante este mes no pude dejar de pensar en ella.
Sonrió y con una sonrisa se largó a llorar y cayó arrodillada. Me agaché y la levanté, la miré a los ojos y en un fuerte abrazo la besé. Fue el momento más bello, hermoso y tierno de mi corta vida. Jamás me había pasado nada igual y el corazón me latía a mil por hora. Luego de eso me pidió que la acompañara a su casa y sin dudarlo le dije que sí, le pregunté si podía abrazarla y con una enorme y tímida sonrisa me dijo que sí. La gente nos miraba y yo no entendía por qué, yo besaba a Emily cada vez que podía y la gente se asustaba cada vez más, porque según ellos yo besaba el aire. Yo no entendía esos comentarios pero estaba tan contento de poder tenerla al lado que no me importaba. De repente se detuvo en la puerta del cementerio, no entendía por qué, pero tenía el presentimiento de que pronto sabría la verdad. Me abrazó muy fuerte y al oído me dio las gracias, no entendía por qué y me dijo que gracias a mí podría descansar. Me volvió a besar pero este beso tenía gusto al final. La volví a besar y entre beso y beso me decía que se hacía tarde. yo la besaba cada vez más fuerte y más apasionadamente y entre mis brazos y mis labios se empezó a desvanecer.
La luna dio su máximo esplendor y todo el cielo se iluminó. Ella sin decir palabra y con sus labios sobre los míos se desvaneció para siempre. De repente apareció un picaflor que con un canto parecido a una dulce voz me pidió que lo siguiera y me llevó hasta una simple tumba que decía "Emily Rodríguez, amiga y hermana 1996-2010" y debajo una hermosa frase que decía:
"Todos necesitamos encontrar lo que nos falta para ir al otro lado y a Emily le faltó amor".
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Lo que todos necesitamos
ParanormalEsta es la historia que podria pasarte a ti que la estas leyendo , la historia del primer amor de un chico quien se enamora de una joven unica, pero no todo es color de rosa y la historia gira tanto que ella...