En una noche en un hospital de la ciudad kuoh, en unas de sus habitaciones me encontraba yo, un viejo calvo mirando la hermosa vista que me daba mi habitación
(se empieza a escuchar una cancion)
-es una bonita noche, no lo crees...-le dije al hombre que estaba al lado mío
-sí, sé que lo es...-me dijo el hombre que estaba sentado al lado mío, el cual al igual que yo estaba mirando la ventana con un semblante sereno
-El tiempo sí que pasa rápido, un día no eres más un joven pervertido que solo pensaba en espiar con sus amigos y al otro eres un viejo que esta postrado en una cama...-hablé con alegría mientras recordaba mi juventud y lo comparaba con mi situación actual, incluso me reí.
-Tienes razón, como pasa el tiempo...-sin despejar sus ojos de la noche mientras dijo esas palabras con un tono melancólico
Entonces decidí mirar a mi alrededor y me dio un golpe de nostalgia cuando miraba las cosas que me trajeron mis hijos y nietos.
Entonces miré con orgullo mis trofeos de velocista, la disciplina que volví gracias al gran apoyo que me dieron mis amigos, donde pude destacarme del resto ganando torneos nacionales e internacionales.
Donde los que más destacaba era mi medalla de bronce de los juegos de tokyo y mi medalla de plata en los juegos de parís en la disciplina de 100 y 200 metros planos, los mayores logros de mi carrera como deportista pues gracias a eso me hicieron ganar el apodo del "hombre blanco más rápido del planeta"
-Recuerdas la fiesta de celebración por la medalla de plata...-le dije a mi compañero, el cual reacciono y sonrió.
-Como olvidarlo, tú y Motohama si se supieron emborracharse cuando confundieron agua con vodka y después de eso me lanzaron de lo borracho que estaban tu pastel de celebración en toda la cara cuando los trate de detener, con eso yo le devolvió el golpe, por lo cual de Motohama comenzó una guerra de comida entre todos los invitados.
-Sin contar que mientras estábamos en esa guerra improvisada, aprovecharte en pedirle matrimonio a la madre de tus hijos, oh como me reí cuando le llego un pastelazo a tu mano y tu anillos se fue volando por los aires, tuviste que haber visto tu cara en ese momento...-dijo el desgraciado mientras reía y yo recordaba ese momento cuando ese pastelazo mando a volar el anillo, ese momento me quito toda la ebriedad que tenía y me lance a lanzarles un pastelazo a los idiotas de la guerra, lo cual me metió a mí en la estúpida guerra
Nunca antes había tenido tanto pastel encima de mi cuerpo y que decir de los invitados de la fiesta, todos llenos de crema incluido los amigos de Issei que en ese momento parecían humanos más del montón, bueno si pusieras a un grupo de supermodelos bañados en crema seria más acorde a la afirmación.
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Amigos por siempre
Fanfictionespecial por los mil seguidores, muchas gracias por seguir esta cuenta.