R A C E || YoonMin.✘|| ØNE SHØOT.

La carrera de tu vida||

-YoonGi Hyung, ¡Espereme! - Era la cuarta... ¿Quinta? Vez que el mas pequeño de los dos tenia que alcanzar al mayor corriendo, pues no solo era pequeño en edad, si no que en altura tambien se quedaba algo corto.

-Ya te dije, come bien, sano y crece, enano, no es mi culpa que seas lento por tener piernecitas cortas.

-Eso fue una buena rima... Pero somos de la misma estatura YoonGi Hyung.

-Callate, te saco altura y eso me enorgullece.

-¡Pero es solo un centímetro! -Jimin pucherea mientras ve a su Hyung abrir la puerta de su casa, hombros delgados, espalda bien formada y rasgos felinos, un perfecto cabello color rubio platinado y un aro en su frenillo hacían al rubio verse tremendamente peligroso, y a Jimin,

Al tierno Jimin,
Le gustaba,
El jodido,
Peligro.

-¿Me dices por que llevas mirándome desde hace tiempo sin estar en este mundo? -El rubio lo mira divertido mientras espera con la puerta abierta, dándole a entender a Jimin que pase, pero este solo se sonroja al ver su tonta reacción.-

-Estaba pensando Hyung. - Se adentra en la casa totalmente avergonzado y YoonGi ríe cuando el menor se tira en el sofá, y es que en cierto modo, el apartamento se YoonGi era también suyo, pues estaba allí todo el santo día.-

-Chim. -Jimin levanta su cabeza, mirándolo tiernamente al oír el mote, YoonGi continua cuando ve que tiene su atención.- ¿Vendrás a la pelea de esta noche?

-Claro Hyung, llevo animándolo en sus peleas por años, no me perdería una. -Jimin sonríe tiernamente y el mayor asiente, complacido.-

-Te deje mi sudadera en la cama, pontela, te espero fuera Jimin, hoy tenemos que llegar temprano. -Jimin asiente y sube rápidamente las escaleras, cogiendo la sudadera del mayor y poniéndosela, suspirando de satisfacción al momento, cuando huele el delicioso aroma del café en esta y la mente de Jimin se teletransporta nueve años atrás.-

Café... Jimin tenía trece años cuando estaba en su habitación,

Habitación 0372 del Orfanato 잘못된 희망.

Estaba leyendo un libro tranquilamente, tal vez algo cliché, pues una chica se enamoraba del chico malo de la escuela y superaba miles de veces como el le rompía el corazón, hasta que el se fija en ella, es entonces cuando logra enamorarlo, Jimin se imaginaba a si mismo miles de veces en esa situación, pero no lo comprendia.

No lograba entender como esa chica se arrastraba una y otra vez por alguien que ni sabe de su existencia, que la trata como miseria, como el bicho más inútil del mundo.

Jimin no se veía a si mismo amando más a otra persona que a si mismo, y es que se lo juro a su madre antes de morir, a la mujer de cabellos rosados le juro que el iba a amarse y a respetarse a si mismo, siempre, por encima de todos, no por cuestión de orgullo.

Si no por que como sabiamente le dijo ella, "Hay que amarse a uno mismo antes de aprender a amar a alguien más."

Y Jimin aprendió a amarse a si mismo a pesar de su baja autoestima, a pesar de no tener familia, por que la que tenia no querían ayudarlo, a pesar de estar solo, el maduró, y comprendió que la vida no es nada si no tienes un poco de amor propio.