𝘿𝙀𝙎𝙏𝙄𝙉𝘼𝘿𝙊 𝘼 𝘼𝙈𝘼𝙍𝙏𝙀 - [𝑌𝑒𝑜𝑛𝐵𝑖𝑛 - 𝑜𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒]

《 Prólogo 》

Se dice que hay personas lo suficientemente afortunadas como para encontrar a su pareja predestinada, es algo poco común y justo por ello tan solo se ve como un mito o como un disparate con el único fin de llamar la atención. YeonJun es un Alfa que considera esto de la misma forma que gran parte de la sociedad. No obstante, sus creencias se irían abajo después de que un dulce Omega se presentara en su puerta tras una larga jornada universitaria. Lo que él no sabía es que dicho muchacho haría de su vida una de aquellas novelas románticas.

5 minutos, solo eso faltaba para que la última clase del día llegara a su fin. YeonJun marcaba de forma impaciente cada segundo que pasaba, haciendo uso de su lapicero negro ya desgastado, y a la espera de que el timbre hiciera lo suyo para poder librarse de aquella tortura. Estaba ansioso, sí, puesto que una vez diera un solo paso fuera de la universidad no volvería a ese lugar por varios días. Y no es que le molestara estudiar, claro, pero en su casa lo esperaba una cómoda cama de la cual no saldría por el resto de la semana. Era más que obvio que dicha propuesta le agradaba demasiado en comparación a ver clase de gestión empresarial a las 3 de la tarde de un día viernes.

El tiempo pasó lento para su gusto, sin embargo, ya se encontraba en la salida con rumbo hacia su acogedora vivienda -o al menos así la llamaba su mejor amigo, Beomgyu-, como ésta no se situaba en una locación lejana generalmente le tomaba menos de 15 minutos llegar. Durante su recorrido pasó por un pequeño parque que le dio vista de algunas parejas, cosa que lo puso a pensar en los disparates que inventaban ciertas personas a diario ¿De verdad algunos creían que existía la pareja destinada? Imbéciles, respondió en su mente. Puede que muchas de las relaciones amorosas hayan sido creadas a base de ciertas circunstancias, sí, pero el hecho de que se diga que "el destino depara a una persona importante solo para ti desde hace mucho tiempo y es cuestión de encontrarla" es un caso diferente.

Él sabía que tarde o temprano iba a terminar al lado de alguna persona, pero por obligación ¿porque? simplemente por que sus padres querían que "asentara cabeza" para hacerse cargo de las empresas Choi, y muy a pesar de ello, en el fondo de su corazón guardaba la esperanza de poder sentir ese cariño del que muchos hablaban y no tener que establecer una relación por mero compromiso, eso sí, seguía creyendo imposible que algo como el destino existiera, no le bastaban historias para creer, él necesitaba pruebas y hasta que no las tuviera entre sus manos seguiría burlando aquellos relatos sobre la pareja destinada.

Y sin darse cuenta, mientras vagaba en sus pensamientos logró llegar a la entrada de su casa. Se abrió paso a la sala, dejó sus converse en el armario del recibidor y se calzó las pantuflas para por fin poder tirarse con libertad sobre el sofá que se asentaba en medio del lugar, resopló y dirigió su mirada hacia el techo sin saber exactamente porque le parecía tan interesante, y preguntándose porque el bastardo de Beom aún no llegaba a joderle el día. No pasó mucho tiempo desde su llegada hasta el momento en el que unos suaves toques en la madera de la puerta rompieron el silencio que permanecía, sumamente extrañado y con la poca energía que tenía se levantó a abrir de mala gana, ¿acaso Gyu había olvidado dónde encontrar las llaves de repuesto?, imposible... Aun así, entre su parsimonia logró abrir, preparado para fulminar con la mirada a su mejor amigo. Y es que siendo sinceros, YeonJun esperaba cualquier puta cosa, menos encontrarse con la mirada de un dulce chico de mejillas apretables, y podría jurar que aquello que sintió su corazón al verlo no era tan solo impresión.

— B-buenas tardes — dijo el más bajo dudoso, con sus mejillas tornándose rojas poco a poco y dedicándole una tierna sonrisa.

Y en ese momento, Choi YeonJun supo que estaba completamente jodido.