Dear crush...

Crush

No sé por dónde empezar, se supone que debería comenzar a escribir desde cuando comenzó este estúpido sentimiento pero, el problema es que no sé exactamente cuando empezó, solo se fue dando, sucedió y ahora quiero dejar de sentirme así y no puedo, incluso, a veces, intento negarlo, intento hacer de cuenta que nada sucedió y busco desesperadamente la forma de convencerme a mí misma que todo es una mentira que yo misma cree pero, no puedo... 

Supongo que el inicio de este raro crush por ti, Santiago, comenzó a poco después de principios de este semestre; digo supongo porque antes tenía un amor platónico por otro compañero tuyo, sí, tuyo y no mío porque está en tercer semestre como tú y no en cuarto como yo. Oh, vaya problema, ¿Eh? Tranquilizate, no es ninguno de tus amigos, pero quizás alguna vez si hayas cruzado palabras con él, no lo sé, nunca los he visto hablar. Pero en fin, mi amor platónico era ese compañero de hermosos ojos azules, que de vez en cuando, dependiendo de la luz cambiaban a verde, ese compañero que me tenía flechada desde el semestre pasado, aquel por el que me moría por conversar,  ese que quería que me mirara de vez en cuando, ese mismo que cuando tuve la oportunidad de salir con él, me di cuenta que ya no sentía lo mismo y eso, fue la gota que derramó el vaso, eso, comprobó que ahora en mi mente, estabas tú. 

Desde aquel día, he fantaseado contigo, no en el mal sentido de la palabra; digo, pienso en estar caminando contigo agarrados de la mano, en salir, en reírnos juntos, en que me acompañes a casa y que no queramos separarnos, en estar juntos en la universidad, incluso, he pensado en el qué dirán nuestros compañeros y profesores o como reaccionan cuando nos vean juntos pero bah, es solo momentaneo porque recuerdo que la realidad es otra y aunque a mi me parece que algunas veces me miras, no quiero ilusionarme, no quiero pensar que si te atraigo cuando quizás no sea así.