Capítulo 2

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Marinette había estado muy extraña las ultimas semanas pensaba Adrien mientras la seguía por el pasillo y salían del instituto, siempre había sido una chica llena de sonrisas y gran energía, pero estaba tan apagada que era difícil ver a la chica jovial, su expresión denotaba tanta seriedad que enseguida tono que el tema seria importante para ella y como buen amigo la escucharía, muy probablemente quisiera algún consejo.

Después de un rato de caminar llegaron a un jardín escondido entre los arboles de un parque, un lugar hermoso rodeado de flores y color, con un pequeño estanque y en su centro había un bello quiosco blanco; era un lugar precioso pensaba el muchacho mientras observaba todo el ambiente embelesado.

-Este sitio es mi lugar especial, vengo cuando necesito despejarme o inspirarme...es un lugar muy especial para mí- Comento Marinette mientras miraba como el muchacho se enamoraba de aquel lugar, así como ella cuando lo encontró por primera vez.

-Es realmente muy hermoso Mari- Comento maravillado, aquel lugar parecía mágico.

-Realmente no se por donde iniciar Adrien, esto es difícil para mí-Murmuro chica mirando fijamente el chico frente a ella-Es posible que complique muchas cosas, al salir estaba segura, pero ya no lo estoy- Negó con la cabeza, con una expresión de tristeza se giró y tomo rumbo hacia el quiosco.

-Oye Mari, no es bueno guardarte las cosas cuando estas tan afectada, te he notado muy extraña últimamente y puedes contar conmigo si necesitas ayuda- Expuso el chico rápidamente mientras la seguía.

-Tu no lo entiendes...es complicado-Respondió mientras se acostaba en el suelo del quiosco y observaba su techo, estaba pintado con gran maestría, el espacio estaba allí y quien lo había hecho había usado una pintura especial ya que en la noche brillaba como si las estrellas estuvieran allí; aun recordaba cuando lo miro por primera vez, parecía magia, su creador tiene innegablemente un gran talento.

-Nada es tan complicado; además estoy aquí contigo- Declaro Adrien mientras imitaba a la joven recostándose en el suelo mirando con atención lo que la tenia tan concentrada en el techo, era un sitio sacado de un cuento de hadas; le gustaría traer a Kagami alguna vez, muy seguramente a la chica también le encantaría, pero aquel sitio era el lugar especial de Marinette, le preguntaría primero si podía hacerlo pero antes tenía que averiguar que había causado su comportamiento extraño.

-Adrien ¿alguna vez has sentido que conoces a alguien de toda la vida aun cuando realmente no convives plenamente con él? - Musito mientras extendía una mano hacia el falso cielo nocturno arriba de ellos, el chico ante la pregunta giro su rostro y miro la expresión de la chica, su mirada brillaba y un adorable sonrojo invadía sus mejillas, por un momento Adrien contuvo la respiración; nunca había pensado mucho en aquello, pero alrededor de Marinette las cosas resplandecían de un color muy cálido.

Adrien giro la cabeza y alzo su mano también, era como si ambos pudieran tocar las estrellas; en esta ocasión fue Marinette quien giro su rostro para observarle, era increíble que ahora pudieran estar de esta manera, sin embargo, aquella cercanía se fue dando lentamente mientras ella lo ayudaba a cortejar a Kagami y eso hacia la situación desesperadamente agonizante para Marinette.

Los ojos de Marinette se fueron empañando por lagrimas que había estado conteniendo desde hace semanas; era muy triste saber que el amor de tu vida estaba junto a ti, pero realmente jamás estaría cerca pues había elegido a otra. Marinette no quería llorar en su corazón para siempre, la vida debía continuar y ella lo haría, pero necesitaba sacarlo todo para alcanzar la liberación, la tristeza no era una buena compañera.

Mordió su labio suavemente, bajo con delicadeza su mano y la sujetaba con fuerza con la otra, sus manos temblaban, esta escena en su vida probablemente jamás la olvidaría pensó la chica, tomando aire silenciosamente acerco sus manos a su pecho; Adrien estaba tan absorto que no noto las acciones de la chica.

-Yo...no sé como elegir las palabras adecuadas para lo que diré, pero si las guardo por mas tiempo en mi corazón siento que explotare; la fuerza que toman los sentimientos escapa mi comprensión sinceramente, no entiendo como toman vida propia sin que tú se lo pidas y forman un enorme ciclón que no puedes detener- Susurro mientras cerraba sus ojos, no quería mirar atrás y arrepentirse por no decirle todo lo que sentía, después se avergonzaría, pero ahora dejaría que todo lo que había guardado saliera, le daría todo, sin reservas, si aun con ello Adrien no podía dejar de verla como una amiga más, si no podía verla como mujer se daría por vencida finalmente.

Adrien al escucharla sale de su letargo, baja su mano y se gira para concentrarse plenamente en Marinette, tenia los ojos cerrados y sujetaba sus manos entre si con fuerza, un gran sonrojo cubría toda su cara, temblaba casi imperceptiblemente; realmente el chico que la tenía así era muy afortunado pensó el Agreste.

-Hace dos años me enamore de un chico muy tímido lleno de amabilidad, casi siempre esta solo y eso hace que una triste sonrisa esté pintada en sus labios la mayor parte del día; pero... a pesar de haber estado por mucho tiempo en la soledad es una persona que muestra gran vitalidad, sus profundos ojos no pierden su brillo en la oscuridad, siguen resplandeciendo con fuerza, como un abrazador fuego- Prosiguió la joven mientras Adrien le escuchaba atentamente. -Yo le admiro, le admiro bastante. Estos sentimientos solo hicieron que me comportara con gran torpeza frente a él y nunca tuve el valor de acercarme; tenía miedo de perder el delgado lazo que nos une, de hecho, aun tengo miedo de que se rompa; pero no puedo seguir pendiendo de un hilo mientras miro como él se acerca a otra chica, eso está rompiéndome lentamente Adrien-

Ella estaba enamorada, realmente muy enamorada; podía sentir la emoción en su voz, como... se esforzaba para que no le temblara. Adrien sabía muy bien cómo se sentía amar de aquella manera, después de todo el aun ama profundamente a Ladybug, pese a que se había rendido admitía que muy en su interior no perdía la esperanza.

-El amor duele-Declaro Marinette abriendo sus ojos y mirando a Adrien le sonrió con tristeza.

El chico se estremeció ante aquel acto, ¿cómo era posible que una chica tan estupenda como Marinette estuviera pasando por todo eso sin notarlo? se tenia que ser muy ciego para no ver el enorme amor que sentía por aquel chico misterioso.

Marinette tomo una gran bocanada de aire.

-Te Amo Adrien- Confeso la chica.


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