Soy incapaz de explicar el cómo ,en verdad, comenzó lo nuestro para que este corazón termine más lastimado de lo que actualmente se encuentra. Él dice haber visto un ángel en mí, pero, yo simplemente vi un desconocido en él sin siquiera imaginar que terminaríamos enredados en las sabanas sintiendo el tacto de nuestras pieles al re-buscarnos el uno al otro entre la oscuridad fría de la noche. Yo jamas hubiera pensado que encontrar el amor en una mañana de otoño se podría terminar flechada sin la visita de cupido en los inviernos de febrero. Me siento indispuesta, incapaz de hablar más sobre cómo comenzó pero me sigue quemando y como si fuese una masoquista me encuentro recordándome todo lo que hicimos y pudimos haber hecho si las acciones se hubieran cambiado.
Mientras lavo los platos que se estuvieron acumulando estos días un momento de furia y odio hacía ti se me presento. En cierto modo eres como una enfermedad, la crees que ya no está y se fue pero sigue ahí la muy maldita, y cuando ya por fin dabas el tratamiento por terminado y crees haber volvido a la normalidad regresa a que todo se joda y te vuelvas a sentir mal.─Eres un maldito que vuelve sin descaro a mi vida solo a hacerme sentir más miserable─ decía al mismo tiempo que una simple vajilla cargaba con el dolor de mi ira siendo fregado con brusquedad -te vas como si nada y sin explicación y regresas de la misma manera- sentí mi cara arder, sentí ira y desesperación y ¡Crack! La vajilla se rompió.
Seque mis manos y me aleje de ahí para simplemente tomar asiento en alguna silla del comedor, tapándome el rostro con las húmedas manos llenándome las mejillas de agua salina producida por la furia que acaba de salir.
─yo que creí haber aceptado tu huida para que vuelvas con esto, es increíble cuan cruel te puedes poner hacia mí─ dije sintiendo un calor en mi rostro donde casi se podía percibir el fuego de la ira.
☆☆☆☆☆
Que es lo que puedo expresar en estos momentos, estoy irritada, confundida justo ahora. Es increíble cuan dramáticamente cambio de actitud y de emociones y todo, por ti; te quiero odiar, pero no puedo.
─¡¿Porqué no puedo simplemente odiarte y olvidarte?!─ grite hacia el techo mientras me mantenía postrada en el sofá como si alguien o algo me fuera a responder -que ridículo- me susurre y levante para dirigirme escaleras arriba hacia la habitación donde estaba en busca de un cambio de ropa apto para el clima frió del exterior y justo cuando me estaba poniendo el ultimo abrigo lo vi, te vi en esa tinta y papel esperando a volver a ser leído para brindarme más explicaciones, pero, en lugar de eso lo ignore y termine de abrigarme para ir escaleras abajo en dirección a la salida donde tome mis llaves y salí de ahí dejando el lugar en un silencio sepulcral.☆☆☆☆☆
Volví a mi casa, no soporte más tiempo la soledad en el parque, esa horrible soledad donde estás rodeada de gente pero ninguna te percibe como alguien relevante, solo alguien que está ahí porque así debía ser y así estaba escrito. Volví y me sentí como ayer cuando regrese del trabajo encontrándome con un hogar gris y simplón, subí las mismas tristes escaleras y entre a la misma deprimente habitación, donde, al recorrerla con la mirada volví a ver esas hojas con mil y un palabras trazadas por ti; lo que hice, volver a leerlas. Sentía que en ese instante nada me dolía, nada me afectaba. Me senté y tome la hoja que contenía la segunda pagina de tus relatos y pensamientos, inmediatamente comencé a leer:
Al escribir esta segunda parte, recordé el como me sentía antes de conocerte: solo. Me sentía sin un lugar en el cual encajar, no hallaba mi otra mitad y esperaba en la ventana a que la luna o los astros una señal me brindaran (lo sé, amor, suena tonto pero a ti no te puedo mentir).
Vaya ironía el final de ese párrafo "a ti no te puedo mentir" pero eso hice al irme, eso hice al decirte que todo estaba bien y que no te preocuparas por las cosas banales que me pasaban a mí y te centraras en cosas de mayor importancia. Bella, te mentí muchas veces en la cara y eso no lo puedo negar; te mentí y no sabes lo asqueroso que me siento mientras escribo esto al recordar cada una de esas veces en las que te mentí, en las que jugué con tu confianza. Esa confianza que se mantenía en pie para mí porque nunca dudó.Y nuevamente me detuve, paré la lectura con una punzada en el pecho, supongo que era la decepción, de que, aquella persona a la que le brinde tanta cosas de mi ser y por la cual me cegué, justo ahora se digne a admitir esas cosas. Maldito cobarde, me revela eso cuando yo no puedo hacer nada contra él; me lo repito a mi misma a la vez continuo leyendo ─Cobarde, maldito cobarde─.
Esas veces que decía estar solo me mantenía completamente acompañado, llegue a sentir a otras pieles, probar otros labios; llegue a lugares que no conocí en ti. Te mentí al decirte que no tenía ojos para nadie mas que tú, te mentí de tantas maneras que me doy asco, me repudio. Me lastima el solo imaginar cuantas veces tome tu confianza y la lance a un lado cuan montones de cosas inútiles haciendo bulto en mi conciencia, te falle con el típico "no es nadie" y el simple hecho de que me llegaras a decir: no te preocupes, yo te creo. Me asqueaba; no por ti, querida. Por mí que te hacía tropezar en cuanto a si creerme o no.
Te escupí en la cara reprochándote toda y cada una de las pocas y minúsculas veces que le fallaste a este ser, que, ahora vuelve arrepentido y cabizbajo rogándote un perdón cuando en aquellos días la que cumplía el papel de pecadora eras tú y yo decidía si te absolvía de ellos o lo dejaba así. La ironía se presenta ahora mostrando ese mismo escenario donde los papeles se cambiaron. Y sé que soy un cobarde al hacerlo así, pero te pido perdón de está forma escrita y sin vergüenza.Atte: aquel que te adora
Esa sensación volvió, un sentimiento extraño. Se siente en mi pecho como si quisiera salir de ahí y romper todo lo que en su camino se atraviese. No sé qué es, no hay palabras para describir lo que en este momento estoy sintiendo, o tal vez si las hay pero no las conozco aún.
No siento ganas de llorar y pero sigo triste; las hojas las dejo simplemente de lado, y con el rostro enrojecido y el pecho palpitando miro al techo perdida y desconcertada, para solo cerrar los ojos y respirar.
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Cartas a un viejo amor
Short StoryActualmente la historia no cuenta con descripción especifica, es algo que en el momento sale, no cuenta con trama planeada por lo tanto y en pocas palabras no tendrá sinopsis