Grimorio de Bestias

Apolo

Es una de las divinidades principales de la mitología greco-romana, uno de los dioses olímpicos. Es hijo de Zeus y Leto, y hermano mellizo de Artemisa, posee muchos atributos y funciones, y posiblemente después de Zeus es el dios más influyente y venerado de todos los de la Antigüedad clásica.

Es descrito como el dios de las artes, del arco y la flecha, que amenazaba o protegía desde lo alto de los cielos, siendo identificado con la luz de la verdad, tal es como se lo representaba con el Sol. Es temido por los otros dioses y solamente su padre y su madre pueden contenerlo. Es el dios de la muerte súbita, de las plagas y enfermedades, pero también el dios de la curación y de la protección contra las fuerzas malignas. Además, es el dios de la belleza, de la perfección, de la armonía, del equilibrio y de la razón, el iniciador de los jóvenes en el mundo de los adultos, está conectado a la naturaleza, a las hierbas y a los rebaños, y es protector de los pastores, marineros y arqueros.

Origen

Los orígenes de su mito son oscuros, pero en el tiempo de Homero ya era de gran importancia, siendo uno de los más citados en la Ilíada.

Hace a los hombres conscientes de sus pecados y es el agente de su purificación; precede las leyes de la religión y las constituciones de las ciudades.

Es símbolo de inspiración profética y artística, siendo el patrono del más famoso oráculo de la Antigüedad, el oráculo de Delfos, y líder de las musas. Como jefe de las Musas (Apolo Musageta) y director de su coro actuaba como dios patrón de la música y la poesía. Su lira se convirtió en un atributo común de Apolo. Los himnos cantados en su honor recibían el nombre de peanes (Peán era su nieto, hijo de Asclepio).

Aunque tiene muchos amores, también es infeliz en ese terreno, pero tiene varios hijos. Es representado innumerables veces desde la Antigüedad, generalmente como un hombre joven, desnudo y sin barba, en la plenitud de su vigor, a veces con un manto, un arco y un carcaj de flechas, o una lira, creada para él por Hermes, y con algunos de sus animales simbólicos como la serpiente, el cuervo o el grifo.