Noche helada

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En las noches la temperatura baja lo suficiente para hacer titiritar mi cuerpo de frío, mis manos tiemblan constantemente por lo que las froto muy seguido en busca de calor.

David y yo hemos quedado en vernos esta noche, exactamente en 20 minutos, pero a mi padre se le ocurrió la maravillosa idea de ir a comer pizza... Justo la noche en la que quería hablar con David.

El auto se detuvo frente a un local pequeño. Al entrar pude ver su acogedora decoración, parecía solo una casa más, solo que esta se encontraba repleta de mesas siendo ocupadas por desconocidos. Mamá tomo el menú, señalo en el la que quería y la chica detrás del mostrador tomo su orden, no presté atención a lo que ordeno, en ese momento solo quería volver a la residencia.

-Vamos a comer aquí- Dijo papa posándose a mi lado

-No, sabes que quede en bajar a la plaza hoy- espete un poco impaciente

-Esta bien, la pediremos para llevar- Estuvo de acuerdo mamá, evitando así una discusión entre mi padre y yo.

En 20 minutos estuvimos de vuelta en el auto, mientras maldecía por lo bajo el dolor de cabeza que me causaba el chirrido que producía alguna parte del motor, mis padres lanzaban "consejos" para atacar a alguien si se intentaban sobrepasar conmigo; entiendo perfectamente que me quieran cuidar pero llevan días con lo mismo, creo que ya es suficiente.

-Dejame aquí- Dije al estar cerca de la plaza, a lo que mi papa hizo caso omiso y siguió el recorrido hasta la plaza bañando el lugar con la luz de los faros del auto, dejando ver a David sentado en un banquillo cerca de la acera. -Gracias ¿A que hora subo?- espete abriendo la puerta del auto está chillo, como de costumbre.

-10:30- Respondió papá entre dientes.

Baje del auto y regale una sonrisa al moreno mientras papá ponía en marcha el auto nuevamente. Al estar junto al moreno deposite un beso en su mejilla y me senté a su lado, ambos giramos nuestros cuerpos para quedar frente a frente.

-¿Que hizo hoy?- Pregunto casualmente, con ese acento que tanta gracia me daba en algunos momentos.

-Nada... Como siempre, solo fui a comprar pizza- dije algo desanimada. Mis días aquí eran eternamente aburridos. -¿Y usted que hizo?-

-Jugar fútbol con los muchachos- respondió mientras se encogía de hombros.

Su celular sonó y se distrajo en el, una incomoda sensación de celos y curiosidad invadieron mi cuerpo, queriendo alejar todo esa mezcla de sentimientos y sensaciones revise mi celular en busca de alguien con quien hablar, por fortuna, tenia mensajes pendientes en Whatsapp. Respondí a mis amigos y al volver mi vista al moreno este se encontraba con una expresión de disgusto.

-¿Que le pasa?- Pregunte irritada

-No me gusta que estén pendiente del teléfono mientras hablan conmigo- Espeto impaciente.

-Pero usted hizo lo mismo primero- Me excuse

-Esta bien, ninguno revisa el teléfono mientras hablamos- Ofreció con una sonrisa. Acepte su oferta asintiendo, abrí la boca para decir algo más pero la luz detrás de el me molestaba.

-¿Podemos sentarnos allá?- Pregunté señalando un banquillo al otro lado de la plaza. -Es que la luz me molesta-

-Si, claro. No hay problema- El moreno se puso de pie esperando que lo siguiera.

Estando en el siguiente banquillo nos sumergimos en temas corrientes y de poca importancia hasta que una briza hizo erizar mi piel, con cada corriente de aire mis brazos temblaban un poco más, a medida que los minutos pasaban la noche se hacia mas helada. Al darse cuenta de esto, David ofreció su chaqueta, la cual acepte con inmediatamente.

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⏰ Last updated: Sep 30, 2018 ⏰

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Mágico besoWhere stories live. Discover now