Estaba tranquila mente en mi casa. De repente vienen mis amigos para invitarme a jugar a la pelota, yo les dije que sí.
Partimos hacia la cancha y de camino atropellan a uno de mis amigos. El chofer se da a la fuga, nosotros inmediatamente llamamos a los carabineros y le dimos la patente del vehículo, mientras otro llamaba a la ambulancia. Nuestro amigo fue llevado al hospital, tenía dos costillas rotas. Fue operado de inmediato.
Gracias a dios la operación fue un éxito y los carabineros lograron atrapar al conductor, lo llevaron a pagar su crimen en la cárcel