Tú y yo

Sois como yo

Mi vida puede resumirse en una sucesión de fracasos y oportunidades desperdiciadas. De hecho, es bastante probable que llamar a esto "vida" sea muy generoso y poco representativo de lo que realmente es: el horror de fallar continuamente, de creer y que te hagan creer que no vales para nada y nunca lo harás, las noches en vela angustiado por la cosa más estúpida posible, el estrés del día a día, el hastío de la rutina, el sinsentido de la existencia...

Pensarás que estoy loco, y ni siquiera yo mismo lo descartaría a la ligera. Pensarás que soy raro, un germen que debe ser aislado y exterminado para eliminar el contagio, y podría llegar a darte la razón. Pensarás que menos mal que la gente no es así, que soy una excepción, y es ahí donde te equivocas.

Mira a tu alrededor, por la ventana, en tu móvil u ordenador, usa Internet si lo deseas. Mira. Soy ese hombre aburrido, con la mirada perdida, paseando a su perro en la misma rutina sin fin, día tras día. Soy esa mujer que sale de trabajar de la oficina a toda prisa mientras observa su móvil y pone mala cara. Soy el vendedor ambulante que te cruzas ocasionalmente cuando vas de un lado a otro, subsistiendo como puede con un trabajo que no le da para vivir.

Ahora mira un poco más, concéntrate. Soy el flujo interminable y sin sentido de coches en las carreteras y la cacofonía de sus cláxones. Soy el profesor repitiendo la lección como un loro ante sus alumnos mientras estos fijan la mirada en sus móviles. Soy el político mintiendo, el niño llorando y los trolls de la Red. Soy los asesinatos, la codicia, el genocidio, la envidia, los timos y los robos, las armas, el bullying, la policía corrupta y tu vecino de al lado.

Una última cosa. Encuentra un espejo. Realmente cualquier superficie que refleje tu imagen valdrá, hasta la pantalla apagada de un aparato electrónico. Una vez lo hayas hecho, mira. Más atentamente. Un poco más. ¿No me ves? Soy tú.