Me levanté temprano en la mañana como todos los días. En la casa había un ambiente un tanto triste, y fue raro que mi mamá no haya ido a despertarme, como lo suele hacer. Debe haber ido a trabajar. Lo primero que hice fue vestirme para ir al colegio.
Llegué temprano, lo que no era sorpresa, pero al llegar el portero no me saludó, fue como si no siquiera me hubiera visto. Acto seguido llegué a mi sala, donde mi puesto una había sido ocupado por uno de mis compañeros. Mis amigos comenzaron a llegar, uno a uno, pero todos me ignoraron, vaya idiotas otra broma de muy mal gusto.
Cuando llegó el profesor hicimos como de costumbre, nos levantamos de nuestro asiento para saludar y hacer la oración. El profesor fue el que hizo las peticiones, lo sorprendente fue que pidió por mi.
Miles de preguntas pasaron por mi cabeza ¿Por qué rezaban por mí si yo estaba en la sala?, ¿Acaso había pasado algo que yo no sabía?.Con la mente en blanco salí corriendo de la sala, nuevamente fui ignorado por mis compañeros y proseguí sin obstáculo alguno. Confundido seguí corriendo, me fui del colegio pero estaba tan concentrado en mi situación que no vi venir al auto al momento de cruzar la calle, el impacto era inminente. Sentí un fuerte impacto en mi cuerpo, estaba asustado, es lo último que recuerdo.
Me levanté temprano en la mañana como todos los días. En la casa había un ambiente un tanto triste, y fue raro que mi mamá no haya ido a despertarme...