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   Lucas Martínez es un niño muy coqueto con sus 10 años de edad, suele estar rodeado de chicas por su belleza y es muy conocido en su escuela. Él es un chico muy tímido que le cuesta abrirse a las personas y que prefiere guardarse sus problemas sólo para el.

  Hoy lunes vuelve la gente a sus colegios y escuelas ya que están volviendo de sus vacaciones, Lucas se levantó temprano para no llegar tarde, desayunó junto a su hermana Rocío y después la agarró de la mano así  poder llevarla al escuela, Lucas entraba a sexto grado y su hermana a primer grado ya que recién ingresaba a la primaria. Lucas conocia a la mayoría, casi todos ya que está hace varios años en la escuela, pero hubo una chica que le llamó la atención, se encontraba en su aula y eran compañeros, la niña es un poco no amigable y parece ser demasiado fría. Se llama Valentina.
 
  Al final de clases Lucas tomó sus cosas, buscó a su hermana menor y regresó con ella en el transporte público, y él  nunca dejo de pensar en ella y ya quería volver mañana para verla de nuevo.

 -suena el despertador- Lucas rápidamente se despierta, abre las persianas y se ingresa a bañar mientras su mamá Carolina despertaba a su esposo José y a su hermana menor. Al rato, bajan a desayunar como todas las mañanas en familia, papá se le hizo tarde y tomó un par de tostadas, les dió un beso en la cabeza a Rocío y a Lucas y un beso suave en los labios a su esposa y le agradece por el desayuno, le dijo que estuvo delicioso. Lucas tomó a su hermana de la mano así llevarla a la escuela y no llegar después de hora, llegaron bien. -suena el primer recreo- Todos los chicos salían de sus aulas y Lucas presenció  que Valentina no había salido y le preguntó, ¿Te sientes bien? ¿Por qué no sales? Y ella solamente lo miró y salió callada, Lucas le sonrió.
  
  Se toparon en una esquina cerca del kiosco del escuela y Lucas no dejó de mirarla, sus dos trenzas cocidas, su forma de caminar y lo lindo que le quedaban los anteojos. Valentina también lo miraba, pero es mucho más tímida que Lucas.
  Unos meses después todo era igual, hacían lo mismo, pero no se decían nada.

  Lucas hacia la misma rutina desde que se levantaba hasta que se iba con su hermana al escuela y al llegar la preceptora de la institución les da el aviso a él y a sus compañeros que Valentina se había cambiado a un colegio privado. Lucas no lo podía entender, se sentía mal, a él le atraía mucho ella, pero lo negaba como cualquier niño al saber que le gustaba una chica por miedo a que sus amigos lo molesten y no pudo hacer nada y tuvo que seguir.

Amor negadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora