"Opossite." Im Jaebum

IV

Estaba en el baño lavando la sangre seca del golpe. El muy hijo de su madre me había cortado la ceja con tal semejante golpe. No es por presumir pero el golpe no le había dolido, era muy bien sabido que el se metía en peleas callejeras, las cuales eran mucho más violentas.

Cuando terminó salió del baño, chocando en su actuar contra algo.

- agh... Salte del camino inu...- sus palabras se cortaron al ver contra quién había chocado.

Ella estaba ahí mirándolo con sus grandes y expresivos ojos, aunque estos solo demostraban temor e inseguridad. Se sintió inútil al no saber que decir, quería pedirle una disculpa pero sus palabras no salían de su boca, estaba mudó ante la mirada de la chica.

-Yo.. um.. disculpa, solo pensé que necesitarías esto.- dijo la chica bajando la mirada y extendiendo sus manos.

Fue recién cuando se dio cuenta que la chica lo había estado esperando fuera del baño para entregarle una bandita. Lo único que atino a hacer fue agarrar lo que la chica le ofrecía, no pudo agradecerle ya que después de eso, la chica salió casi trotando fuera de la vista del chico, dejándolo con las palabras en la boca y una sonrisa embobada llena de ternura.

-¿Por qué sonríes como un estúpido? ¿Que tienes ahí?- el menor del grupo lo molesto sacándole la bandita.

-Ehh... ¿Que crees que haces? Dame eso - demandó molesto Jaebum, es lo único que tenía de ella, esa estúpida bandita llena de florcitas se había convertido es su tesoro. No solo porque era de ella, lo cual se notaba por el estampado, sino por el detalle de preocupación que la chica tuvo con el.

-Tranquilo, es una estúpida bandita.- dijo Yugyeom mientras se masajeaba la nuca donde había recibido un golpe del mayor.

Para Jaebum era más que una estúpida bandita, significaba que la chica se había fijado en él y tuvo la molestia de preocuparse por su bienestar.

Al tocar la campana un muy feliz Jaebum de dirigió para su salón una sonrisa brillante, desatento de la miradas extrañas de sus amigos y compañeros.

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-Ross✨