I wanna do bad things with you

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ESTA DE REGRESO!!!!!!!!!!!!!!!!Hinata escondida entre las rocas de Babilon intentaba eludir a las patrullas de los Necromonguers que buscaban nuevos esclavos para comerciar, acechaban cuales perros de presa

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ESTA DE REGRESO!!!!!!!!!!!!!!!!
Hinata escondida entre las rocas de Babilon intentaba eludir a las patrullas de los Necromonguers que buscaban nuevos esclavos para comerciar, acechaban cuales perros de presa.

-¡Maldita sea!- mascullo para si misma cuando se tropezò con una roca saliente del sitio donde estaba escondida lastimando una de sus piernas desgarrando el pantalòn que traìa puesto. Cojeando corriò hacia una oquedad del lugar aguantando las ganas de llorar, tenìa miedo y con toda la razòn. Conocìa las historias de como los necromonguers te obligaban a aceptar su fe, tomò entre sus manos el dije de cristal que sus padres le dieran. Aunado a eso la chica era casi ciega, se tomò la pierna para que la sangre no saliera mas.

-Escuchè ruidos por esa formaciòn de rocas Lord Vaako- el aludido se giro imponente y con un gesto de desprecio en el rostro enorme. Asintiò siguiendo a sus hombres que hallaron a varias personas escondidas que al verlos gritaron del terror y Vaako solo dijo.

-Aceptan la fe o mueran-dos de ellas se negaron siendo asesinadas por el comandante en jefe de la flota necromonguer, Hinata distinguiò sombras pero el reflejo de la nunchaktu la deslumbro por lo que no percibiò a ese soldado que la atrapo por la espalda.

-Mi Lord encontrè otra profuga-la chica se debatiò furiosa pero el dolor de la pierna era enorme. Vaako se acercò donde ella que por el problema de sus ojos se desesperaba mas, el comandante sonriò malicioso al verla.

-Llevenla a Helion Prime. Serà una buena mascota para Dame Vaako- Hinata le escupiò el rostro enfurecida sacando de entre sus ropas una pequeña daga para enterrarla en el brazo de Vaako que rugiò como animal salvaje dando un golpe que le reventò los labios ante el grito de indignidad que diò uno de los prisioneros.

-Hinata esta casi ciega bestia maldita!- eso pareciò llamarle la atenciòn al necromonguer. Que tomò la cara de la joven que tenìa los ojos arrasados en llanto.

-¿Asì que casi no ves?-Aspiro el aroma natural de la muchacha que temblò al sentir los labios del hombre rozar los suyos en actitud lasciva. -Llevenla a mi càmara, creo que esta noche me divertirè mucho...Quiero hacer cosas malas contigo, que te van a encantar...te lo prometo pequeña esclava.

Hinata gritò llena de odio mil maldiciones contra el necromonguer que se limito al colocarse el casco burlòn.

La arrojaron con lujo de violencia en lo que alcanzaba distinguir era una especie de habitaciòn, a tientas se levantò de la enorme cama, habìan pasado varias horas y la enorme nave fortaleza iba por el espacio, ya no traìa mas sus ropas de siempre, solo portaba una fina tùnica de seda le parecio.

-Madre Tierra tengo miedo, no quiero ser la esclava de ese animal, por favor escucha mi sùplica- Se asustò al escuchar las puertas automaticas abrirse y los firmes pasos de Vaako resonaron en esa càmara.

Vaako se despojò de la armadura que portaba, dejando sus armas en una mesa para tomar de una especie de alacena una botella de cristal negro y verter el contenido en una copa de metal extraño para tomarlo despacio.

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