Evil Angel

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Cuando abrió los ojos todo el cuerpo le dolía. Sentía una herida a su costado y apretó los dientes al darse cuenta que sangraba.

-¿Dónde estas maldita perra?-masculló enfurecido y apretó los barrotes de su celda.-¡Cuando salga de aquí desearas haber muerto!.- Arrojó el casco furioso.

-Deja de gritar sino no te daré de comer-una voz lo hizo revolverse con celeridad-Hazte para atrás- uno de los carceleros venía acompañado de una joven baja de pelo negro y ropas igual.

–Para atrás.-Entró a la minúscula celda y depositó en el camastro de metal una charola con algo de pan, agua y un trozo de queso. –Es todo lo que van a darte así que mas te vale te lo comas.
El celador se fue dejándoles a solas. Joseph se le acercó amenazador. Pero se quedo de piedra al ver que ella no lo enfocaba. Paso su mano por sus ojos y estos no respondieron.

-Me llamo Ángel, o al menos así me dicen todos aquí, ¿tu eres el juez que esta jodiendo el negocio verdad? Ma-Ma esta enojada por eso-su tono de voz era muy dulce pero no debía confiar por mas que su vista le dijera que sí.

-¿sabes que te puedo matar?-ella le sonreía divertida.-¿No me tienes miedo?-Ángel negó entre risas.

-No, además Ma-Ma te esta viendo por las cámaras, no te enojes y mejor come eso.-Joseph se enfadó y se zampó la comida. –Bueno ya me voy, hasta mañana Juez- Dredd la vio salir dando pasos cortos. –Te ves mejor con el casco-soltó y él le grito una serie de barbaridades.

-¿Qué te pareció el hombre mi niña?-Ma-Ma le tocó el rostro y Ángel descendió su cara. –Mañana vas a volver a él y serás su regalo.-La muchacha asintió resignada- Llama al doctor, quiero que te revise enfrente de mí. En veinte minutos Ma-Ma estaba satisfecha ante la respuesta del galeno-buenos chicos, saben que Ángel es mi bebé y nadie la va a tocar, es un regalito especial para el Juez.

Joseph se enderezó al ver a la misma chica con la bandeja de lo que era su aparente cena. Otra vez pan, agua y queso.

-¿Por qué no te marchas?-estaba sentada en la camita y él de frente, la distancia no era ni un metro.

-Aquí tengo todo lo que necesito, comida, protección, nadie se ríe de mi ceguera, si lo hacen Ma-Ma los mata y punto.-la voz de ella lo hizo pensar. –Debes descansar, mañana es tu último día aquí.-Dredd entendió que lo matarían. Se acercó hasta donde Ángel. Al levantarse la chica se dio cuenta estaban frente a ella.

-A ti te mandaron a algo y no fue a dejarme la comida-le apretó el cuello y Ángel tembló- ¡Habla maldita ciega!-las lágrimas le empezaron a salir pero a Joseph la piedad hacía mucho lo había abandonado. -¡Ma-Ma mira, lo que haré con tu precioso ángelito!-detrás de las cámaras la narcotraficante se reía, eso era justo lo que quería.

Ángel sabía que nadie la rescataría, que todos veían por las pantallas del edificio lo que pasaba, lo que el Juez haría con ella.

Dredd le empezó a rasgar la ropa ante su terror, su asco. La tumbó en la cama y sus manos recorrían las piernas enfundadas en seda negra, la obligó a abrirlas para acomodarse entre ellas.

Ángel desesperada sacó de entre sus ropas aquella cápsula de Slo-mo y se lo enterró en el cuello. La droga actuó en segundos, Joseph de pronto se vio envuelto en una alucinación que lo hizo sentirse mas excitado, deseoso, ávido de enterrarse entre las piernas de esa dulce niña que tenía enfrente. Ma-Ma se lo había dicho, usa las dosis que te di, así no te sentirás agredida y lo disfrutaras.

Ángel se inyectó la otra dosis de Slo-Mo y se acercó a Joseph, el cerebro de los dos se había apagado y solo los sentidos mas carnales estaban presentes.

-Abre tus alas sobre mi Ángel Malvado-La boca del juez se posesionó con avidez en la de ella, sus manos empezaron a tocar sus formas por sobre los restos de ropa, el vestido termino de caer y la desnudez de Ángel hizo a Dredd desatar sus instintos, se avocó a recorrer sus senos, los besaba, lamía, mordisqueaba provocando placer en su máxima expresión. –voy a hacerte mía pequeño Ángel. La recostó otra vez en el camastro de metal, ahora en ella estaba la seda negra de ella. La joven se estremeció y aferró el rostro de Joseph a su piel, cuando la besó la respuesta fue furiosa, las lenguas de los dos enredándose y las manos de él buscando esa delicia. Los dedos del juez se hundieron en su intimidad de mujer ocasionando que la humedad se enseñoreara de su piel mas íntima.

-Por favor, por favor…mas-Ángel se retorcía suplicando mas, pidiendo mas placer, él se despojo de sus ropas, y la joven sintió aquella piel desnuda, caliente, sudorosa, su olor a macho en celo. La encendía mas y mas. Dredd dejaba lametones en sus piernas, marcas de sus dientes en aquella delicada dermis. Cuando la lengua del hombre descubrió aquel delicioso sabor de mujer floreciendo, la bebió, provocando a la hembra dormida que ella llevaba dentro.
Se apartó con trabajos de su ahora dueño, y lo recostó suavemente a tientas Ángel empezó a besar su pecho, sus manos se deslizaron hasta la virilidad de él que jadeó. Acarició aquella maravilla masculina, con cuidado Joseph le indicó que probará su hombría. Segundos después los gemidos de Dredd inundaban la pequeña celda, Ma-Ma complacida se mordía los labios ante la escena.

-Mas pequeña, mas!-Ángel se enderezó pasando la lengua por sus labios quedándose con ese delicioso sabor de varón. Los pechos de la chica fueron víctimas de los dientes del juez. Los disfrutó hasta dejar moretones en ellos. La giró sonriendo perverso-estas lista para mi precioso angelito.-volvió a enterrar sus dedos entre las piernas de ella, y al sentir la humedad desbordándose se la llevo a la boca con lascivia. Se fue introduciéndose en ese jardín sellado con algo de brutalidad, Ángel abrió sus ojos sin luz ante esa invasión, dolía y mucho. Claramente Joseph sintió que algo se rompía, volvió a empujar y la tomo por entero. Sus arremetidas se intensificaron y los gemidos de la muchacha lo terminaron de volver loco, entrando y saliendo, mordiendo su boca, su cuello, las uñas de ella enterrándose en su espalda y sus caderas buscando las suyas. Ángel se entregaba toda en esa forma, como su hombría se adaptaba a esa vaina caliente era el infierno y el cielo al mismo tiempo.

Se enderezó un poco para contemplarla en su esplendor, con el cabello revuelto, los pechos cubiertos de un fino sudor. Su ceguera, la dulce inocencia que le había entregado. Esa perra de Ma-Ma había encontrado la forma de domarlo, algo muy dentro de si lo despertó. Al mismo tiempo que grito corriéndose dentro de esa niña, y Ángel también explotó arqueándose hacia él, los sentidos de la muchacha estaban mas despiertos al ser ciega, escucho claramente el seguro de las armas salir, y lo arrojo con fuerza hasta uno de los rincones recibiendo los proyectiles que eran para Joseph.

-No!-la vio caer rota, bañada en sangre, rugió como bestia herida. –Malditos, los voy a matar a todos!-las explosiones le avisaron venían a rescatarlo.

-Hey compañero, ¿Cómo te sientes?-la voz de sus camaradas lo despertaron y vio alrededor, un hospital.

-Soy Juez, Jurado y Ejecutor…Yo soy La Ley.

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⏰ Última actualización: Oct 04, 2018 ⏰

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