15 de septiembre, 2028.
Mi vuelo va retrasado una hora, estúpido clima. Elegí la ventana, me gusta ver a la nada, al cielo, cómo sea que se le llame. A mi lado, va una señora, más o menos de 1.60 mts, su complexión física no es ni muy gruesa ni muy delgada. Trae unos vaqueros no tan ajustados, color azul marino, una blusa holgada, de color rosa, le va bien con su pantalón, no me he fijado en sus zapatos. Son las 7 pm y estamos a nada de empezar un gran vuelo. Se supone que desde las 6 pm, debimos estar en el aire.
Traigo puestos los audífonos, para poder concentrarme en el sueño. (Aunque nunca he podido dormir en los vuelos, ah.) Casualmente, está sonando "Sen", (canción turca) viene conmigo desde los 17 años, cómo mi gusto a mi destino, Turquía. No recuerdo qué o quién despertó mi interés hacia tan peculiar país.
Mi nombre es Mariel Zúñiga, originaria de México, D.F. Tengo 28 años y soy licenciada en relaciones internacionales, especializada en la política-diplomática, egresada de la UNAM. Trabajo en la ONU, como secretaria de relaciones en tratados diplomáticos entre los países. Estoy en el vuelo 0534, con destino a Estambul, Turquía. El día 25 de Septiembre del presente año, me reuniré con los secretarios de las embajadas de México y Turquía para arreglar los acuerdos de un tratado de paz entre estos países.
Son las 5 am, estamos a nada de bajar del avión y puedo decir que Estambul se ve hermoso. El ruido del aterrizaje, hizo que se desvaneciera la hermosa vista. En cuanto pisé tierra. Me estoy dirigiendo directamente al hotel dónde quedaré hospedada, Entré y el living está muy frío. La recepcionista, una chica no tan alta, morena y de ojos negro intenso, me dijo que resulta que no estoy registrada, fue culpa del hotel, ya que yo tengo los comprobantes y esas cosas que se entregan. Para mi suerte, cómo el inglés es el segundo idioma más hablado mundialmente, la turca y yo nos entendimos muy bien. Para compensar su error, me mandaron a otro y no pagué nada. Avisé a mi agencia de vuelos, me dijeron que así funcionaba el sistema de hotelería allá, no me preocupé.
El hotel llamó a un taxi para mí, para llevarme al otro hotel. El camino fue algo largo, ya que hicimos más o menos una hora de traslado. Me siento cansada, hace un poco de frío, llevó las suficientes maletas, no dormí nada y la situación del hotel acabó conmigo.
-Buenos días...- Dijo una voz masculina. Miré al hombre que abrió la puerta de mi taxi, era de una estatura promedio, no estaba ni tan gordo, ni tan flaco. Era caucásico, cara alargada, ojos pequeños, con lentes. Su cabello era chino y mucho. Vestía un traje referente al hotel, su uniforme, supongo. No era feo, tampoco guapo.
-Buenos días.- Respondí sonriendo.
Ayudó a llevar mis cosas a la estancia del hotel, me dio la bienvenida y me dejó sentada en uno de esos sillones pequeños, forrado tipo piel, color carne, de madera. Es cómodo. Me tardaron una hora en darme la habitación, ya que tenían que contactar a mi agencia y hacer todo su papeleo de administración correspondiente.
En mi espera, me levanté del silloncito y le pregunté a una señorita que va pasando por aquí, dónde hay una tienda, quiero cigarrillos. Me explicó que el hotel tiene su propia tienda y eso quiere decir que me van a salir caros... ¡Vaya sorpresa! Están a un precio demasiado accesible, compré una cajetilla. Con lo único que no cuentan, es con un encendedor o zippo, cómo los conocen los turcos.
A unos pasos de mí, está un hombre, que no pude evitar mirarlo desde que entré a la estancia, ya que es guapo, muy guapo y por alguna razón que no sé explicar, siento que lo conozco de algún lado. Su cara es ovalada, tiene una frente grande que le va bien. Sus ojos son verdes, llegándole a un tono no tan oscuro. Se nota que no tiene mucho de haberse rasurado la barba, su nariz es muy peculiar, porque está grande, pero no se ve mal, sus labios son delgados y pequeños, pero su forma es perfecta. Su cabello es corto, pero en el centro de su cabeza, tiene más y está acomodado de una manera sutil hacia adelante. Su cuerpo es de complexión delgada y al parecer no mide más de 1.75 mts. Viste un traje negro que hace resaltar su cuerpo, no es tan caucásico, diría que hasta cierto punto, nuestro color de piel, es similar.