Perdón por haber dicho cosas malas, estaba enfadada.
Pude desenfadarme gracias a tu madre, ¿Quieres saber como?
De camino a casa encontré a tu madre paseando a tu perro.
Tu madre se llama Míriam, ¿no?
Bueno se llamaba.
Me encanto cuando intento escapar de mi, descubrió mis intenciones.
No pasa nada, la cogí del brazo y se lo torcí. Temblaba de miedo y yo temblaba de diversión.La ahogue con mis manos, y ella con desespero intento zafarse de mi.
Pero no pudo.