Se encontraba caminando por las calles de aquella ciudad, sin dirigirse a ningún lugar en especial. Simplemente caminaba sin prestar atención de donde venia y a donde iba.
Se sentía perdido y como no estarlo después de lo ocurrido. Suspiro mirando al cielo, tal parecía que este conocía su estado de animo pues las nubes estaban grises y sabia que pronto llovería.No había tomado su sombrilla al salir, pero eso ya no importaba tampoco volvería al lugar que alguna vez llamo hogar para conseguirla.
Había llegado a un parque donde se sentó en una banqueta, observaba como las personas iban y venían con algo de prisa pues la lluvia estaba a punto de caer, cosa que seguía si importarle solo quería desaparecer en ese momento. Olvidarse de todo y de todos.
Y volver al tiempo donde fue feliz, al momento donde conoció a su primer y único amor.
Su mente trajo de nuevo los recuerdos de todo lo que había ocurrido en su vida desde que lo conoció, fue tan feliz estando a su lado, su amor era tan único y verdadero que creyó que siempre estarían juntos sin importar nada pero la realidad fue muy distinta y no porque ellos lo quisieran de ese modo.
La familia de ambos no acepto su relación, ninguno de ellos querían tener a un hijo gay. La separación fue inevitable pues a su amado lo habían enviado a estudiar al extranjero, para alejarlo de él, para que lo olvidara.
Él prometió volver y le hizo jurar que lo esperaría sin importar nada y que siempre lo amaría. Algo que lleva cumpliendo en estos seis largos años, tres años mas de lo que le había prometido. Sus padres sabían que seguía enamorado del joven Kim algo que no podía seguir permitiendo. Por lo que constantemente le decían que su amado lo había dejado de querer y esa era la única razón por la que no había vuelto.
Pero él sabia que no era así, sabia que algo mas había pasado para que el no volviera después de tres años que se fue. Pero sus padres no se dieron por vencido para que él pudiera olvidarlo pues no querían que un hijo gay manchara su reputación. Por lo que nos lleva a lo que ocurrió hoy.
Estaba en su habitación leyendo un libro cuando su madre lo mando a llamar pues él almuerzo estaba listo, todo parecía normal hasta que al bajar al comedor pudo notar algunos invitados a comer, no entendía él hecho por que se había invitado a esa familia, pero todo tomo sentido cuando le dijeron que la hija de aquella familia era su prometida.
No falta decir que se molesto por aquello además de estar dolido, por que sus padres no le importaba su felicidad solo lo que dijeran los demás de ellos, dejo en claro que él no se casaría con ella y estaba por salir de aquella casa cuando su padre le amenazo diciendo que si salia que se olvidara que tenia padres.
No tardo en tomar una decisión, salio de ahí sin mas, sin mirar atrás. Suspiro dolido al tener que acordarse de nuevo, podía sentir las primeras gotas de lluvia mojando su cabellos y rostro pero aquello seguía sin tomarle importancia, sin embargo sus lágrimas empezaron a acompañar alas gotas de agua que caían cada vez mas y mas.
Lloraba sacando su frustración, él dolor y la tristeza que sentía. Deseando que su amado regresara de aquel largo viaje, quería ya no sentirse solo. No quería estar solo.
La lluvia seguía cayendo cada vez mas fuerte pero llegó un momento en que dejo de sentir aquellas gotas de agua, sin embargo estaba tan metido en sus pensamientos y con la cabeza baja que no noto ala persona que estaba frente a el junto con una sombrilla hasta que este hablo.
–¿Que hace un chico tan bonito como tu mojándose en la lluvia?
Ryeowook alzo la mirada al escuchar aquella voz que reconocería en donde sea. Él latido de su corazón se disparo al pensar que podría ser él y sus ojos volvieron a cristalizarse cuando sus ojos se encontraron con los de él, tan hermosos y cautivadores.
–Hola Wookie~
Aun si poder creer que él estaba enfrente suyo se levanto envolviendo sus brazos alrededor de su cuerpo y enterrando su rostro en su pecho volviendo a llorar de nuevo– Yesung-hyung~ volviste..
Él pelinegro llevo una mano a sus cabellos castaños acariciándolo– Si pequeño... –susurro sintiendo sus ojos picar por las lágrimas que querían salir, había extrañado tanto a ese lindo castaño que era su todo– Perdón por regresar mas tarde de lo que te asegure, las cosas se complicaron un poco... Y bueno...
–Eso ya no importa, estoy feliz de que estés aquí conmigo, por favor no te vayas de nuevo
–Oh mi pequeño, claro que no jamas te volveré a dejar solo, volví para no irme mas
Él menor se alejo sonriendo al escuchar aquellas palabras, ahora lo tenia todo. Yesung acaricio la mejilla del menor con sus dedos y se acerco a su rostro para atrapar sus labios en un beso que transmitía todo él amor que sentían por él otro.
No hacia falta de nada mas, no importaba lo que pensaba su familia o la sociedad, tampoco importaba la lluvia que seguía cayendo, solo importaban ellos dos.
Ellos dos acompañados de una sombrilla.