Todo comenzó cuando entre a secundaria, mi personalidad fuerte, arrogante pero también extrovertida y amigable hizo que encajará rápidamente en ese pequeño mundo en el cual pronto se convertiría en el centro de todo, yo me volví el centro de todo. Desde la presidenta de la clase hasta la más hermosa del instituto, me ayudaba también ya que los Park habían pasado de generación en generación por el instituto y por mi hermano mayor Park Jimin y sus amigos eran los más deseados por las mojas pantaletas. Y aún.
La multitud me amaba, me deseaban y algunos me envidiaban y odiaban, con eso me refiero a las chicas, a las cuales muchas de ellas avergonce frente a todos cuando fingieron ser mis amigas, pero solo querían dejarme en mal y humillarme, ¿Quiénes les creerían? Si yo me convertí en la diosa de todos. Ellas eran simples moscas ordinarias.
Poco a poco fui descartando a la gente, dejé de confiar pero eso no significaba que yo dejaría de manipular y acumular gente para mi propios beneficio.
Siempre fui una belleza natural desde pequeña, mi cuerpo, mi apariencia y mi forma de ser tan dulce con los de confianza, como tan mierda con la gente descartada.
Parte de toda esa arrogancia y del estar consciente de mi apariencia personalizada, fue cuando mi hermano Jimin me llevó a mi primera fiesta, era imposible que nadie no me amará, los chicos simplemente no disimulaba cuando mi trasero se meneaba o mi rostro los iluminará, luego de ese día cuantas escapadas no me echaba cuando mis padres me regañaban.
Nunca había dado mi primer beso en la vida y lo decidí hacer mientras aquélla botella en el piso giraba en medio de las chicas y chicos que se restaban.Se que fue de la forma más brotesca y menos románticas pero eso no importaba cuando a cada chico lindo me besaba, desde ese día mi sed por joder corazones me acumulaba.
Nunca tuve una relación seria ni nada, más que citas seguidas a las cuales me brindaban, creyendo que yo solo era una chica delicada, pero aclaró que solo besos me jugaba más al fuego llamado sexo me alejaba.
Jamás en mi vida pensé que me adaptaría a sentir placer al romper el corazón de cualquiera con mi mirada, cuando me rogaban y yo los rechazaba.
Simplemente era perfecta, digna de muy pocos.Park Jimin es el típico hermano sobreprotector, aconsejador como jodedor, quién se atreviera a sólo mirarme con odia le partía la cara. El sabía sobre todo lo que yo hacía al menos la mayoría mis aptos, no eran del todo secreto antes la visualización de gente envidiosa. Pero el no se atrevía a juzgarme, criticarme o delatarme antes nuestros padres pues el era mucho peor que yo.
Ambos podíamos ser tan iguales en ocasiones, solo que yo soy mucho más discreta y reservada, el no. Mi hermano es el típico chico que todas aman a pesar de ver su acciones frente a sus caras, esas son las que nunca reaccionan.
Yo era tipo interruptor, eso si me considero. Frente a mis padres soy la hija angel mientras que lejos de ellos soy bueno ya saben.
En la Universidad es otra cosa.
-¡Park ji-Hu! ¡Voy a dejarte si no mueves tu trasero!.
Jimin es muy desesperante, todas las mañanas es lo mismo y hoy no es la excepción recién inicios de clases en la universidad.
Bajé las escaleras con rapidez, le lancé dos besos voladores a mi padres y corrí al jardín, donde ya un apurado Jimin dueño de un hermoso auto vinotinto estaba por conducir.
Mi hermano arrancó el auto y corrí hacía la puerta del copiloto, aún no conducía con rapidez por lo que la alcance.
-Maldito.-Bufé al abrir la puerta.
-Eres muy lenta enserio, no se como harás cuando tengas un novio serio y venga a buscarte.-Rodé los ojos ante su comentario.
--Ja ja ja.--Fingí reír.
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○Pequeño Mundo○ With;Kim Taehyung.
FanfictionAVISO: Historia Sin Completar. -No me molesta tanto que hayas cambiado, si no que me hayas olvidado. -Taehyung-Ah. ○Sólo lee.○