Prólogo

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Me atrevo a decir que mi historia y la verdad de como terminó el reinado de "Queen Lizarazo" la asesina a sueldo más famosa del continente, es algo que no me enorgullece, algún día, volveré, pero el no lo hará.

Quizás deba contar lo que desató mi más grande error, empezó cuando hice un viaje a Estados Unidos, no llevaba más de un par de horas de haber llegado a mi hotel, como era mi costumbre, era el hotel 5 estrellas más costoso del lugar, una belleza como la mía solo merecía los mejores tratos, mi trabajo en Estados Unidos - California, no era más simple que el encontrar, extraer cierta información y asesinar, a un joven de universidad, un idiota de turno, pero ganaría casi diez veces más que lo que gastaría en mi aventura.

Me senté en la cama, abrí mi portátil y repase las condiciones del trabajo, objetivo, Michael Gómez, hijo de Andrew Gómez, agente de primer de las fuerzas especiales norteamericanas, obtener la cuenta bancaria del muchacho y vincularlo a algún escándalo con drogas, después de eso, haría lo que me diera la gana.

Con eso cerré el portátil, me desnude, mi cuerpo totalmente a la intemperie quería ser consentido y la mejor forma era un baño con agua caliente y de allí, mi primera ronda, de investigación, el tiempo pasó volando y junto con el, mi ganas de seguí rodeada de tantos chiquillos, quizás alguno que otro estuviese totalmente disfrutable, pero estaba trabajando, mi regla era esa, no tarde en encontrarme con Michael, en realidad, el fue quien me encontró a mi, mi picaramente me dijo unos cumplidos y me invitó a salir, me fije inmediatamente en que sus amigos lo habían retado, pero como buena seductora y muy buena persona, decidí jugar su juego.

Eran aproximadamente las 10:00 pm, el día pasó en "arreglar la cita" que problemático era el muchacho, aunque entre más lo detalle, más bueno estaba, la noche transcurrió como suponía pasaría, fuimos a un bar a beber y bailar, lo más común de allí salimos para el departamento del muchacho, si algo debo aplaudirle, fue el como si de una serpiente se tratase, se deslizó en mi cuello y me dio un beso tan húmedo y delicioso, que realmente, se ganó una ultima gran noche, nada más y nada menos que, con "Queen Lizarazo"  se quito su camiseta, un cuerpo perfectamente trabajado, seguramente gracias al padre, pectorales, abdominales, entradas, sus brazos, todo el era delicioso y me encargue de disfrutarlo, deje plantado en su cuello una marca de chupon que sería en él, mi marca.

Retiro mi ropa, mi sujetador y tan pronto mis pechos salieron a relucir, se arrojó sobre ellos y de manera salvaje comenzó a succionarlos, mi cuerpo reaccionó a él, me estaba excitando y lo iba a disfrutar, no rompí mis reglas pues él era mi trabajo.

Soltó mis pechos después de unos minutos de tratarlos como si fueran biberones y me preguntó —¿esta bien si lo hacemos sin protección? - Era tan inocente, obviamente le respondí —Vamos tigre, hoy me rellenarlas directamente con tu amor, pero si me dejas embarazada, tendrás que responsabilizarte ¿ok? -

Yo no podía quedar embarazada pues me opere en cuanto pude para evitar un niño, no los quería, ni los querré, mi comentario fue como si arrojase gasolina al fuego, quito cualquier resto de ropa que me quedará y se encargo de igualarse a mi, me dio un beso mejor que el primero y bajo en busca de mi vagina, se la había ganado, abrió mis piernas y como si se hiciera el de rogar, se tomo su tiempo en llegar a mi, dio una pequeña recorrida con su lengua a mi vagina lo que a mí me produjo una descarga de energía.

—Vamos, sigue Tigre ¡muéstrame que puede hacer esa lengua! - no tuve que esperar mucho, no tardo en tratarme como si fuese un dulce, su lengua iba y venía, frotaba mi clitoris, entraba y salía de mi vagina, no podía estar más húmeda, el se percató de eso y como si pudiera leer mi cuerpo, metió sus dedos en mi vagina, eso me enloqueció, se sentía tan bien, tan delicioso, y así, junto con sus dedos y su lengua, provocó en mi un orgasmo, caí rendida del placer, pero sabía perfectamente que no había terminado.

—¿lista? - se atrevió a decirme el muy sucio —mételo ya- Si el estaba preguntando, yo estaba deseandolo, sentí su pene en mi vagina, no estaba nada mal, era bastante grande y de buen tamaño, frotó mi vagina con el y lo lleno de mis fluidos, no me dejo hacerle sexo oral, pues con lo húmeda que me había dejado, el solo esperaba poder poseerme, ya podía hacerlo y así lo hizo.

Ese trozo de carne irrumpió en mi, generando que me retorcer a de placer —¡ah! ¡Que carne más buena! ¿que esperas? ¡Hazlo! - y así, con una sonrisa de egocentrismo al máximo, entraba y salía de mi como le daba la gana, mis pechos rebotaban de arriba a abajo, mis brazos sujetaban con fuerza las sábanas de esa cama, mis piernas estaban sobre sus hombros y los gemidos estaban cada vez más fuertes.

Hizo conmigo lo que quiso, me lo hizo de perrito, que me le subiera encima, contra la pared, pero el muy atrevido me tomó por las piernas y me cargo como si fuera un juguete y me lo hizo de pie, sentía como llegaba a lo más profundo de mi —¡Ya no aguanto más! - dijo a mi oído, yo tampoco aguantaba más, mi orgasmo estaba por escapar y le grite a todo pulmón ¡Llename!

Fue instintivo como me introdujo todo su pene en mi vagina, un calor brotó en mi interior, había dejado mi vagina llena de él, perdió la fuerza y caímos en su cama, ya sobre el, aún con su pene dentro de mi, le plante un beso largo, húmedo y extremadamente erótico.

—Espero tengas dinero para el bebé, porque es imposible que no me hayas dejado embarazada- Me encantaba ver la cara de los hombres al darse cuenta del error que cometieron —¡Mierda! ¿Sabes? tengo mucho dinero pero no tengo mi portátil aquí, olvido mis datos así que los llevo conmigo, vamos a un cajero y te doy para que te compres las pastillas - ¡Bingo! Si algo me había salido bien, era lo rápido que hice mi trabajo, la cuenta bancaria la tenia preparada, solo faltaba involucrarlo en drogas... No era difícil, el estúpido se durmió en cuanto le dije que de las pastillas me encargaba yo, traía droga en mi bolso de mano, nunca sabia si la necesitaría, y pues podía terminar mi trabajo de golpe, eso hice.

Llené la habitación de pastillas y hierba, subí sobre el, y con un pañuelo, lo hice respirar la "poción" para noquearlo y que no se fuera a despertar pronto, inyecte en el una dosis grande de antidepresivos, pobre de el, en una noche subió al cielo y bajó de golpe a un infierno, literal, ya con todo lo que necesitaba, encendí una vela aromática y abrí el contenedor de gas, salí deje una nota solo con mi labial, y me fui del lugar, unas calles ya recorridas se escucho una fuerte explosión, se murió el tigrito, tal cual llegue a mi departamento a las 4 de la mañana, me duche, limpie, vestí, desayune y me largue de ese país.

La noticia dio vuelta al mundo pues el titular fue perfecto "Hijo del candidato a director de fuerzas especiales muere en explosión por fuga de gas" a eso le agregaron que se encontraba con sobredosis de drogas y con muestras de ellas en su departamento, mi pago no tardo en realizarse, lo que hicieron con la cuentas de él no me importo, terminé el trabajo, eso era lo que importaba, lo que no sabía, era lo que ese trabajito trajo a mi después.

El Dolor de Mis ErroresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora